Rejuvenecer sí es posible
Adiario, recibo la visita de pacientes que buscan en nuestra consulta el secreto de la eterna juventud.
Mujeres y hombres que al verse al espejo añoran aquellos años en los que bastaba con lavar su rostro y unos pocos cuidados para obtener lo que deseaban ver en su reflejo. Pero luego, en un abrir y cerrar de ojos su rostro no es el mismo de aquel entonces, hay arrugas, gestos nuevos, la sonrisa no es igual y sobra piel en muchas zonas que no sabían. Es en este momento cuando se hacen la pregunta: ¿se puede hacer algo?
La respuesta ha sido a lo largo de la historia una lucha incansable por encontrarse, y es cuando en manos de un especialista en el área, y luego de miles de años de historia, contamos con múltiples opciones que detienen de cierta manera el paso del tiempo. Además, devuelven unos años atrás la apariencia del rostro.
Uno de estos múltiples procedimientos recibe el nombre de Lifting Facial, cirugía que en las últimas décadas ha evolucionado enormemente, dejando de ser aquel procedimiento que "estiraba la piel" dando por resultado una apariencia que en el vocabulario común de mis pacientes refieren como postizo o asustado, hasta el maravilloso procedimiento de hoy en día, que más que estirar la piel busca milimétricamente el reposicionamiento de cada uno de los músculos faciales que han perdido su tono y apariencia juvenil por el paso del tiempo, mediante el uso de técnicas combinadas de tensado muscular, bioestimulación de fibras de colgajo en la piel y rejuvenecimiento epidérmico superficial, además de las manos expertas del cirujano y complementado con aparato- logía de punta para lograr el resultado que por sí solo da la cirugía.
Lo interesante es que a diferencia de lo que piensan los pacientes, todo esto que suena tan complejo no lo es. Es un procedimiento de rápida recuperación, con incapacidad en ocasiones de un par de días y con poca molestia o sin dolor.
Por todas las anteriores razones y muchas que tardaría explicando, hoy por hoy si el espíritu y la mente se sienten jóvenes, ¿por qué no permitir que el rostro refleje lo que se siente en el interior? ¿Por qué no consultar para saber cuál es la mejor opción? ¿Por qué no ponerse en manos de expertos que te expliquen y te den la seguridad suficiente para dejar los miedos y temores atrás y disfrutar una vejez joven?
Los invito a todos a informase y a no conformarse; estamos en una época dorada de la tecnología y seguramente nuestro trabajo hará que sigamos avanzando cada vez más en el tema. Yo, por mi parte, lo hago con entusiasmo y con felicidad infinita, pues no hay cosa que más ame que mi profesión, la cirugía plástica.