Jessica Cediel, una belleza real
ES AMABLE, RELAJADA, SIN POSES. HA ARMADO UNA CARRERA A SU RITMO, CON ACIERTOS, APRENDIZAJES Y SIN AFÁN, Y SIGUE SUMANDO ÉXITOS. ESTE AÑO RETORNÓ A TRABAJAR EN EL MERCADO HISPANO DE ESTADOS UNIDOS, UN DESAFÍO QUE LA TOMÓ POR SORPRESA.
{P}Posando en traje de baño, con poco maquillaje y el pelo suelto, Jessica Cediel se roba todas las miradas. En las playas de Aventura, en Miami, luce su impresionante figura. A esta ciudad regresó a vivir sin proponérselo y hoy se destaca como presentadora de varios formatos del canal Telemundo. Exreina, presentadora, periodista, empresaria, modelo y figura frecuente de la TV, se ve despampanante a los 36 años.
Escote envidiable. Cintura de avispa (y no es exageración). Piernas eternas, tonificadas y sin asomo de celulitis. Pelo brillante. Su cara es tema aparte: piel lisa, poros diminutos, ojos miel verdosos que lo iluminan todo. Ni el más mínimo indicio de esa opacidad y cansancio que se manifiestan cuando se trabajan tantas horas al día y se vive con maquillaje y expuesta a las luces de las cámaras.
Solo basta con mirarla para concluir que no era un cuento ese estilo de vida saludable que divulgó hace muchos años, cuando no era tan popular oír hablar de la importancia de una buena alimentación, los beneficios del deporte y el agua.
Hoy, la nueva Jessica no cree en los rivales, dice que está feliz, en paz, y siempre aparece con una sonrisa en las fotos, pues lleva a Dios en su corazón. Ya no necesita polemizar porque, y esto es lo más importante, vive –y bastante bien– “teniendo a Dios como lo primero en mi vida”.
¿Cómo terminaste trabajando de nuevo en Miami?
La verdad, desde hace un tiempo mi base ha sido Miami, he estado trabajando intermitentemente acá, pero regresar de lleno a la televisión de Estados Unidos ha sido una oportunidad muy bonita. Como siempre, fue algo que Dios puso en mi camino, pues estaba promocionando la película Condorito en el mes de febrero (cinta en la que hace la voz de Yayita) y me vieron los del canal Telemundo, me llamaron y me dijeron su interés en trabajar conmigo.
¿Aceptaste sin dudarlo?
Me propusieron formar parte de un proyecto en específico, y así fue. A mitad de año arrancamos con un programa de de- portes sobre el Mundial, luego vino Exatlón, y así empezó este viaje con la cadena hispana número uno de Estados Unidos. Me siento sumamente feliz.
¿Qué ha sido lo mejor de este retorno?
Lo más satisfactorio ha sido hablar a través de mi trabajo, con resultados. Siempre he opinado que no hay que alardear de palabra, sino demostrar con actos y con trabajo, y afortunadamente he venido haciendo una buena labor: primero con el show de deportes y ahí empaté con Exatlón, que es un reality familiar muy bueno y que batió récords de audiencia, y sigo con Telemundo en otro proyecto del canal muy importante. En el 2019 seguiré trabajando acá.
¿Cómo te sentiste formando parte del reality deportivo más visto?
Exatlón fue una aventura. Me invitaron a hacer parte del equipo de los famosos, pero dije que no porque realmente no soy
Sueño con un hombre que me quiera, que me respete, que me valore, que me haga sonreír, un hombre con principios y que quiera a mi familia”
una mujer tan extrema. Al compartir con la producción y con los participantes vi que eran retos demasiado duros, por eso preferí decir que no a la competencia y me quedé presentando. Conocí gente muy linda, atletas y deportistas maravillosos. Fue una experiencia magnífica.
Hace unos días compartiste en tu cuenta de Instagram tu bautismo cristiano. ¿Cómo viviste esta experiencia?
Dios siempre ha sido prioridad en mi vida, independiente de la religión que profese. Me crié como católica, pero desde que llegué a este país, por allá en el 2015, me convertí al cristianismo y empecé a dar mis primeros pasos en la fe, pero hasta este año me bauticé. Fue algo espectacular porque soy una mujer nueva, con otra percepción de la vida, tengo otras aspiraciones, otros puntos de vista; he sido perdonada y purificada y me siento supremamente feliz.
¿Cómo defines a la Jessica de hoy?
Como una mujer más madura y que tiene a Dios como prioridad. Forjar una relación con Dios y tenerlo como número uno en tu vida te ayuda a que todo se organice y fluya.
Algunas personas más radicales con el tema de la religión criticarán tus fotos en vestido de baño, por ejemplo. ¿Qué les dirías?
Mi conversión no significa que ahora sea una santa o una monja, porque no lo soy ni lo seré, pero estar con Dios sí me ayuda a ser una mejor persona, y decidí compartirlo, pues si uno sube fotos de cosas superfluas, ¿por qué no mostrar algo tan bonito? Sé que genero comentarios a favor y en contra, pero yo soy la única que entiende esa emoción. Él es mi prioridad.
¿Cómo es tu día a día en Miami?
Empiezo a laborar muy temprano, desde las cuatro de la mañana, pues arranco muy temprano a grabar. Vivo como a una hora del canal, entonces aprovecho el camino para reflexionar y escuchar devocionales. Trabajo en un nuevo día, monto contenido en mis redes, hago fotos, campañas, y cuando termino la parte laboral, soy una ama de casa normal: tengo que limpiar, lavar, organizar, planchar, mercar, etc.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Cuidar de mí misma, voy a comer con mi familia, a ver una película o hago algo de ejercicio. Vivo la vida del sueño americano, literalmente, y lo digo porque este país es de muchos compromisos, y depende de lo que quieras lograr, igualmente debes trabajar duro.
¿Cómo te cuidas?
Deportista no he sido, es una concepción que la gente tiene de mí. Creo que es debido a la genética, pues fui bendecida por mi abuela y mi mamá. Hago ejercicio cuando puedo, aunque no me queda tanto tiempo y prefiero dormir antes que irme a entrenar. Trato de llevar una alimentación saludable, a diario hago estiramientos en casa, tomo un litro de agua al día y uso muchas cremitas. Acá extraño el pilates, que ha sido una terapia física y
mental para mí, pues es muy caro tomar clases acá, pero cuando estoy en Colombia siempre lo practico.
Tienes una piel divina. ¿Cómo la proteges?
Mi rutina de belleza es muy juiciosa. Me cuido la piel de la cara con cremas y aceites, siempre la lavo, la tonifico y uso hidratantes. Y en el pelo me pongo aceite de coco, pues en este trabajo usas mucho maquillaje y expones el pelo al calor, a pinzas, etc., por eso debemos cuidarnos más. No tomo sol porque tengo manchas en la cara. Pero lo más importante es tener pensamientos positivos.
¿Sueñas con casarte?
El matrimonio siempre ha sido un sueño; anhelo casarme y tener hijos, encon- trar una pareja y ser feliz. Es un sueño pendiente y presente.
¿Cómo es ese hombre ideal?
Sueño con un hombre que me quiera, que me respete, que me valore, que me haga sonreír, un hombre con principios y que quiera a mi familia. Me gustan los hombres caballerosos y que demuestren amor.
¿Cómo te conquistan?
Me conquistan muy fácil, no soy tan complicada. Alguien transparente, honesto, noble, con buenas intenciones y detallista me enamora. No soy de gustos extravagantes. A mí no me deslumbran ni la fama ni el poder. Lo que tenga en su corazón, los buenos sentimientos es lo que me enamora.
Hace algunos años viviste un episodio de salud muy complicado al descubrir que te habían inyectado biopolímeros. ¿Cómo estás ahora?
Respecto a ese tema debo decir que nunca podré estar totalmente sana luego de ese episodio. Es algo que me acompañará el resto de la vida. Todavía estoy en el proceso de sanarme, hablando con mi médico todo el tiempo y revisando que todo esté bien, pero tristemente no estoy recuperada del todo. Es como una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento.
¿Qué les aconsejarías a las mujeres y jóvenes al respecto?
Les aconsejaría que hicieran una introspección, que se amen, se respeten y se acepten como son. Los métodos drásticos traen complicaciones de salud. Cada uno es diferente, bello, único y hay que cuidarse por salud.
¿Cómo va tu faceta empresarial?
Muy bien. Sigo creciendo y tengo la fortuna de trabajar junto a mis hermanas Virginia y Melissa, y vamos a presentar sorpresas y productos nuevos. Es un desafío el ser empresaria, no es sencillo, pero vamos con toda. Mi brillo voluminizador se ha vendido muy bien y lo comercializamos en www.jcediel.com
¿Cómo te ves en diez años?
Voy a estar donde Dios quiera que esté, que Él me ponga donde desee y yo sea feliz y pueda llevarle un mensaje a la gente. No sé si será en la televisión, en el cine o como empresaria. Él sabe los deseos de mi corazón. No tengo afán, todo lo he hecho pasito a pasito.