Un día de mil horas
Hola
a todas y bienveni-das a# Vital mente Con Caro +. Para esta oportunidad, apro- vechando que diariamente recibo muchas preguntas so- bre cómo organizo mi sema- na y cómo hago para cumplir con todas las labores, quiero hablarles de mi rutina diaria. Tengo que confesar que, aun- que a muchas personas les aburre su jornada, a mí me encanta la mía y trato de dis- frutarla al máximo. Ahí está la primera pista, ¡amar y gozar todo lo que haces!
4:30 a.m .: Me levanto, siem-pre con buena actitud y agra-deciendo a Dios la posibilidad de un nuevo amanecer.
5 a.m .: Arribo al gimna-sio. Allí entre no más o menos hasta las 6:40 a.m. Para mí, el ejercicio es fundamental no solo para mantenerme en for- ma, también para sentirme vi- tal y llena de energía.
6:40 a.m.:S algo directo para Día a día, en el Canal Ca- racol. En el camino aprove- cho para hacer el rosario, que sin falta rezo desde que nació Matías.
7 a.m .: Llego al canal. Voy directo a la sala de maquillaje, y aproximadamente a las 8 a. m. estoy lista. Luego hacemos una reunión sobre los temas que vamos a tratar en el programa y los conversamos. Todas las noches recibimos un correo con la información de los invita- dos que vamos a tener en el programa.
8:30 a. m.: Salimos al aire. Comienzan dos horas llenas de trabajo y alegría para darles la mejor información a los televi- dentes. En las instalaciones del canal me quedo casi hasta las 10:30 a. m. y salgo co- rriendo a mi oficina.
11 a. m.: Una vez en la oficina, me dedico de lleno a todo lo que tiene que ver con mi negocio: reviso materiales, diseños, entre otros temas.
12:30 p. m.: Salgo a mi casa para almor- zar y compartir tiempo con Matías. Procu- ro dedicarle todas las tardes a él: lo llevo al parque o a la casa de algún amiguito, jugamos y nos divertidos mucho. Antes de que naciera iba al spa (ahora lo hago de vez en cuando), a la peluquería (actual- mente voy cada 15 días) y visitaba frecuen- temente a mis amigas. Ahora, claro que lo sigo haciendo, pero en las noches, cuando Mati duerme. Nuestro ‘petit comité’ lo rea- lizamos una vez al mes.
6:30 p. m.: Le doy la comida a mi bebé, lo baño y le hago un masaje delicioso antes de ponerle su pijama. Después nos arrun- chamos un rato y a dormir.
En la noche: una vez el niño se duerme, muchas veces nos ponemos a ver series o salimos a comer con Lincoln. Esto con el fin de no perder esos momentos de pareja que son tan necesarios y enriquecedores para la relación.
Soy partidaria de que lo más importante en la vida es compartir tiempo de calidad.