Mamitas divinas (y muy felices)
La risa de una mamá es un tesoro invaluable. Perfecciónala con técnicas como carillas, lentes dentales, ortodoncia, entre otras, que te puedes realizar, sin importar si estás lactando a tu bebé.
Su primera palabra, sus primeros pasos e incluso su primera pataleta... La maternidad es un universo alucinante, cargado de emociones y nuevos desafíos que van más allá de aprender a cambiar un pañal y amamantar; es un desafío que asumes con mucho amor. Sin embargo, por el hecho de estar viviendo una de las etapas más bellas de la vida y asumir lactar a tu bebé, no debes abandonar el deseo de tener una dentadura perfecta. Los expertos de Clínicas Jasban, profesionales del mundo de la odontología, aseguran que los tratamientos dentales en la etapa de la lactancia no tienen ninguna contraindicación: “No hay evidencia científica que demuestre problemas en la madre o en el bebé al practicarse algún procedimiento”, explican los especialistas. ¿Quieres tener unos dientes más blancos y derechos? O ¿Sueñas con mejorar tu mordida? Sea cual sea el método que requieras, carillas, lentes dentales, cosmética, colocación de implantes, ortodoncia, en
tre otros, consulta con tu odontólogo la viabilidad y las generalidades de la técnica. “La toma de radiografías es un proceso completamente seguro, pues gracias a las nuevas tecnologías se ha reducido notablemente la exposición a estos rayos”, sostienen.
En cuanto al uso de medicamentos, los profesionales no suelen formular productos que afecten a la madre o al bebé, sin embargo, en caso de ser necesario, la mayoría de veces se trata de medicamentos que no tienen contraindicación para las mujeres lactantes, excepto la tetraciclina, que por lo general se usa para algunas afecciones bucales.
Los expertos complementan que la mejor manera de prolongar y optimizar los resultados de los tratamientos odontológicos es implementando buenos hábitos:
Elementos necesarios: Elige un cepillo con cerdas que se ajusten a tus requerimientos (pregúntale a tu odontólogo), crema dental con flúor, enjuague bucal antibacteriano y seda dental.
Rutina esencial: Cepilla tus dientes mínimo tres veces al día o cada vez que consumas algún alimento. Tómate el tiempo necesario (alrededor de cinco minutos) para realizar un buen cepillado que incluya el uso obligado de hilo dental.
En la agenda: Así como tienes presentes los controles mensuales de tu bebé, anota las visitas a tu especialista. ¡Las limpiezas deben realizarse mínimo cada seis meses!
Cualquier cambio en la forma, tamaño o color de los tejidos blandos, de los dientes o del aliento, infórmalo de inme
diato a tu odontólogo. Aunque tengas un pequeñito (a) en casa, procura descansar y alimentarte bien (a tiempo y de manera balanceada).