CAROLINA CRUZ
Holaa todas y a todos (porque ellos también nos leen) y bienvenidos una vez más a #Vitalmenteconcarocruz. Para mí, esta columna es sumamente especial, por lo tanto les quiero hablar de un momento muy especial: mi ingreso a la década de los 40 (los cumplí el 12 de junio). Y le pido a Dios que sean muchos más años llenos de salud, amor y mucha vida al lado de lo que más me hace feliz y me inspira: mi familia que tanto amo y que, sin duda, es mi polo a tierra.
¿Por qué me emociona tanto cumplir 40? Bueno, la verdad es que siempre me ha gustado cumplir años. Amo celebrar y gritar a los cuatro vientos mi edad sin esconder absolutamente nada. Y puedo decir que han sido cuatro décadas increíbles, llenas de energía, pasión, sueños cumplidos... Cuando pienso lo que he vivido tengo claro que todo, absolutamente todo, ha valido la pena. ¿Que si me arrepiento de algo? No. La verdad es que si pudiera devolver el tiempo haría exactamente lo mismo, pues creo que todo lo que ha pasado en mi vida, cada situación, cada persona, cada etapa, me ha dejado las más valiosas enseñanzas.
Dicen que los 40 son los nuevos 20, y en este momento, en el que vivo más tranquila y sin ataduras, puedo decir que sí. Algunos dirán que quienes nos encontramos en esta etapa estamos ‘viejas’, ‘catanas’ o maduras... Yo lo que creo es que estamos llenas de vitalidad, de fuerza, de deseos, de ganas de seguir construyendo, y hoy, sin ninguna duda, puedo decir que nunca, nunca es tarde para alcanzar los sueños y encontrar aquello que nos hace verdaderamente felices.
Todos los días que me miro en el espejo me amo: amo mi cuerpo, mis marcas
(la de la cesárea es la que más me gusta), mis arrugas, mis manchitas, resultado de los rayos del sol, y mis pecas y lunares que me hacen única e irrepetible. Así que, mujeres, les tengo dos invitaciones: la primera, a mirarte y admirarte frente al espejo, a respetarte y quererte, ya sea que estés en los veinte, que vayas a llegar al tercer piso o que disfrutes a plenitud la tercera edad. Y segunda, a que les digas algo bonito a las mujeres que te rodean: diles cuánto las quieres y admiras, lo hermosas y valientes que son, y cuán agradecida estás porque forman parte de tu camino.
Que este mes esté lleno de amor y, por supuesto, que sea la oportunidad para homenajear y llenar de muchos besos y abrazos a todos esos padres ejemplares. Las quiero y una vez más, ¡bienvenidos los 40!