Educación
Un estudio reciente de la escuela de educación de la Universidad de stirling, en escocia, descubrió que la actitud de la familia en casa respecto a la tecnología era Un factor importante en la relación del niño con ella.
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{L}"La tecnología puede ser una herramienta útil e interesante si se usa en el lugar adecuado para ayudarnos a aprender, y no todo el tiempo ni como reemplazo de otras cosas; y no siempre los padres son un buen ejemplo", dice Helen Moylett, presidenta de British Early Education, una fundación que tiene como meta mejorar la calidad de la enseñanza de los niños menores de cinco años. "Veo a padres enviando mensajes de texto mientras caminan. Muchas veces están enganchados a sus aparatos, que se convierten en una barrera de comunicación para sus hijos", comenta Moylett. Un estudio reciente de la escuela de educación de la Universidad de Stirling, en Escocia, descubrió que la actitud de la familia en casa respecto a la tecnología era un factor importante en la relación del niño con ella. "Las experiencias de los niños de uno a cinco años están mediadas por el contexto sociocultural de cada familia y por las preferencias de cada niño" fue la conclusión de la investigación.
Elgimnasiosantanadelnorte busca padres presentes, que acompañen el crecimiento de esta nueva generación aportando experiencias sanas, creativas, donde esos invasivos celulares queden a un lado y en una balanza sea más importante el abrazo, las caricias, las tardes de juego en familia, las noches llenas de cuentos, ¡más que los e-mails, los chats o el Instagram! Es nuestra misión como adultos ser el modelo de un uso adecuado y razonable de estos medios, al igual que prepararlos para la relación que tendrán con la tecnología y controlar el impacto de esta en las relaciones afectivas con su entorno. Si regulamos el uso de los medios de comunicación y las redes sociales nos daremos oportunidad de desarrollar otras estrategias como lo es la imaginación.
No hay palabras que puedan describir mejor la importancia de la imaginación que las de Albert Einstein: "En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento". Einstein era fiel creyente de que la imaginación es esencial para el desarrollo humano y de la sociedad. Para él, educar para la imaginación era sinónimo de educar para la innovación. Este pensamiento se ve tangible en el Gimnasio Santana del Norte, un lugar que hace parte de la vida de los pequeños dejando huellas de alegría, magia y felicidad en sus corazones. Un sitio lleno de fantasía, iniciando desde su fachada, en la cual un niño de dos años al pasar por
el frente, sin saber qué es, descubre que ahí dentro hay algo especial, un gran castillo lleno de magia e ilusión.
La educación santanista es una reflexión sobre el contenido ideológico, donde el entorno educativo cuenta con un manual que recopila las experiencias generadas en aulas temáticas, las cuales ofrecen a diario un contenido de aventuras, emociones y aprendizajes; el lugar en que los alumnos viajan, con una maleta llena de sueños, en el castillo del Santana y con la creatividad de los educadores llenan a diario sus corazones con una pizca de amor, alegría y conocimiento.
Este manual creado por la directora, Jacky Santana, una mujer soñadora y emprendedora, también cuenta con una herramienta indispensable: la familia. De esta forma, el Gimnasio Santana del Norte involucra a los pequeños desde el primer momento, con el apoyo de sus padres, en desarrollar instrumentos educativos críticos, donde poco a poco logran evaluar el papel de los medios de comunicación y las redes sociales, para así manejar la nueva era de la civilización humana, en la que los dispositivos móviles cada vez están más integrados a nuestra corporalidad, a nuestra forma de vivir, logrando así encontrar el perfecto equilibrio entre lo presencial (real) y lo tecnológico (virtual).
Y, entonces, ¿cómo nos vamos a conectar? ¿Dejaremos a un lado las noches de charla en familia? ¿Dejaremos a un lado la discusión sobre un viaje alrededor de una chimenea? O simplemente todo pasará a ser un chat y nos preguntaremos: 'Hijo, ¿dónde estás? ¿Te puedo ver? ¡O por lo menos envíame un chat!'.