Las 8 claves de éxito de la mujer ALÓ
Las valientes féminas de este siglo no protagonizamos películas de acción, sin embargo día a día debemos librar duras batallas para cumplir con todos los compromisos: ser madres, esposas, trabajadoras, hermanas, jefas, amigas y luchadoras con una gran capacidad de adaptación.
No tenemos superpoderes, pero logramos cumplir lo que nos proponemos, así nos cueste lágrimas, y muchas veces las 24 horas del día no son suficientes. Nuestros días inician con levantar a los niños, preparar la comida, dejar la casa medio arreglada, compartir tiempo con la pareja, trabajar y trabajar; pasear las mascotas, hacer tareas (muchas veces por teléfono), sacar tiempo para los amigos, para ir al mercado, el gimnasio y más trabajo… ¿Qué si vivimos agotadas? Sí. Sin embargo, la satisfacción de lograr lo que nos proponemos, nos convierten en las supermujeres del siglo XXI. ¿Cómo lo logramos? Estas son nuestras 8 máximas.
1. Aprende a priorizar. Las decisiones que te plantees serán mucho más fáciles de tomar si priorizas, es decir si te planteas una escala de valores y necesidades. Partiendo de este ideario, las elecciones serán lógicas. ¿Mejor una junta con los directivos de tu compañía, que hacer la cartelera de ciencias con tus hijos? Tranquila. Basada en tus principios sabrás elegir, siempre podrás levantarte a las 4 a.m. para sacar tus dotes de artista con los marcadores y la cartulina.
2. La tecnología, tu mejor amiga. Internet, los smartphones, los portátiles, las tablets llegaron para salvarnos la vida. La brasileña Jô Elias, experta en tecnología, asegura que: “Actualmente es posible estar informado en todo momento, disfrutar de momentos de ocio de camino a la oficina y trabajar desde casa. Es posible compatibilizar varias tareas gracias a los programas, aplicaciones y gadgets”. Y es que con un teléfono inteligente es posible actualizarte, estudiar, llevar una agenda ordenada, recordar las citas médicas de tus hijos, reuniones de trabajo, etc.
3. Ámate y cuídate. Esa es la clave para ser realmente feliz y para ello es indispensable cuidarse sin caer en la obsesión. Una dieta sana, ejercicio cuando puedas, darte gusticos como un brownie o un coctel de vez en cuando y siempre tener en cuenta que la genética no es la misma para todas y que la maternidad, para las que ya parimos, marcará un antes y un después.
4. Somos valientes, pero no perfectas. La perfección es relativa en cada una. Sin embargo, no te des tan duro… No es sano ser tan exigente contigo misma. Muchas hemos evolucionado de la mano de nuestras parejas, así que comparta contigo el peso de la casa, que nunca es poco. 5. El trabajo es un complemento… ¿Cuántas veces has peleado con tu esposo, novio, padres o hijos por trabajar en casa? No lo olvides, el trabajo complementa tu vida y no al revés. Concéntrate en lo que haces y disfrútalo. Aunque no lo parezca, el trabajo puede ser fuente de felicidad. Son muchos los que se pasan la vida ganando dinero para el futuro, pero sacrificando su salud y su familia en el camino. Al final la mayoría de estas personas acaban dilapidando su fortuna en médicos y psicólogos que les salven la vida.
6. Vive el día a día. Los que viven en el presente tienen una actitud vital más positiva. Si no puedes ser feliz hoy, ¿qué te hace pensar que mañana será distinto?
7. Elige ser feliz. Repasa tus objetivos con perspectiva y la mente abierta. Busca la felicidad, así que imagina tu vida como una historia que tienes que pintar, colorear y revisar continuamente. Comparte esa vida con los demás, es mucho más satisfactorio. Siempre.
8. No te compares. Aunque la ambición es siempre saludable, los excesos acaban pagándose. Compararse demasiado con el resto desemboca en envidia y frustración. Mejor, aprende cosas positivas de los otros.