¿Cómo viven las mujeres contemporáneas su sexualidad?
Las cifras confirman que son muchas las féminas insatisfechas sexualmente. Sin embargo, están en la búsqueda del placer. ¿El primer paso para hallarlo? Conocer su cuerpo y explorarlo, sin miedos.
{L}Las mujeres hemos avanzado mucho con respecto a cómo vivimos nuestra sexualidad, pero siguen existiendo miedos, tabúes y señalamientos por querer tomar las riendas de nuestro placer. En la intimidad, se mantienen los viejos patrones que nos impiden disfrutar nuestra plenitud. La sensación de vacío e insatisfacción persigue a las mujeres contemporáneas y el cansancio es la expresión que prevalece. Pero los verdaderos enemigos, son los frenos que
ella misma se pone, la negativa y el olvido del placer; la inseguridad en sí misma, y no permitirse hallar una intimidad sin límites.
La sexualidad debe vivirse primero con uno mismo y después con el otro, pero para poder escudriñarla de manera plena, es necesario autoexplorarse y no me refiero únicamente en la parte coital, pues existen muchas maneras de expresar nuestra sexualidad (masajes, caricias, besos, etc.), encontrar qué es lo que realmente nos gusta, para así poder ir dirigiéndonos a los genitales por medio del erotismo mental.
La autoexploración, el autoerotismo y la misma masturbación no es ninfomanía y no es algo de lo que deberíamos avergonzarnos. Todo lo contrario, nos abrirá las puertas al disfrute y al placer sexual. Si se dan gusto a sí mismas, obtendrán muchos beneficios. Cuando se experimentan distintas clases de placer en el cuerpo, es cuando se empieza a aprender más sobre la identidad sexual... Nadie está condenado a repetir los mismos patrones trillados con los que quizás puedan acabar aburridos y limitados.
Para empezar, deben entender que el placer es un acto de empoderamiento, que permite dejar de depender de un tercero. Cuando una mujer se apropia de su sexualidad, de forma consciente, es responsable de su propio deseo. Las mujeres, en la mayoría de los casos, viven culpando a la pareja por su falta de ganas de tener sexo y este pensamiento es uno de los mayores problemas.
¡DEJEN DE culpar A su Novio o Esposo!
Atrévanse a fantasear, no importa que sean los deseos más atrevidos, pues están en la mente y con ellos no se le hace daño a nadie. Al contrario, traerán un nuevo sabor y las fantasías activarán el encuentro sexual con la pareja. No es tan sencillo como decirlo, a muchas mujeres les cuesta trabajo asumirlo y enterderlo y no saben por dónde empezar para descubrir su sexualidad.
TRES TAREAS PARA ALCANZAR El placer
Lo primero es saber que la edad no es un limitante y que nunca es tarde para darse este maravilloso y delicioso gusto, que bien llevado, trae múltiples beneficios para la salud. Lo segundo es disponer de privacidad, tranquilidad y crear un espacio cálido para disfrutar de las sensaciones. Utilizar aceites, bajar un poco la luz y poner música que emane sensualidad. Tomar un tiempo para relajarse y respirar profundo, concentrarse en vivir el momento. Por último, empezar a explorar el cuerpo muy despacio. Tocarse el cuello, la cara, las mejillas, las manos y los brazos. Acariciar el cuerpo con delicadeza, y disfrutar de las sensaciones que les genera. Cuando estén relajadas, pueden empezar a estimular los genitales. Vayan despacio, no hay afán.
¡Ayuditas HOT!
Pueden emplear accesorios que les ayuden a mejorar las sensaciones y en el mercado existen muchos juguetes, pero siempre recomiendo iniciar esta autoexploración con las manos. Después, podrán ir variando con diferentes gadgets sexuales que se encuentran en el mercado como los anillos vibradores, los lubricantes, las plumas, los metales fríos, la lencería, etc. Para erotizar la mente, también es necesario hacer pausas en el día y trabajar en la respiración consciente, descubrir qué es lo que realmente nos enciende y sacar provecho de ello, no hay que reprimir los pensamientos estimulantes, pues en tanto los dejen fluir podrán entender y experimentar el poder de la mente sobre la sexualidad.
Recuerden que el sexo empieza con uno mismo y que cuánto más sepamos de lo que gusta y lo que no, el cómo, el por qué, el dónde y por dónde... Aprenderán a conocer lo que realmente las excita y así serán capaces de permitirse vivir experiencias satisfactorias.