Jenniffer Lisset Díaz Nieto
Medicina estética y Cirugía Cosmética. Medicina Antihomotoxica
Una vibrolipólisis le hizo la doctora a Yulaykis Miranda, quien la consultó por una adiposidad localizada, asociada a fibrosis secundaria a una cirugía anterior. Ella deseaba reducir esa adiposidad y mejorar su silueta y el aspecto de la piel. “Esta técnica está destinada a corregir aquellas regiones corporales en las cuales persisten acúmulos grasos, habitualmente rebeldes que, por lo general, distorsionan la silueta”, explica Díaz. No debe ser realizado en pacientes con enfermedad mental o que presenten alguna infección activa en su cuerpo, alteraciones de la coagulación de la sangre o en la cicatrización de los tejidos, debilidad en el sistema inmune ni en embarazadas o mujeres en lactancia. También está contraindicado en quienes tengan expectativas poco realistas o en personas perfeccionistas. “Algunas de estas circunstancias suponen una contraindicación temporal, otras una contraindicación absoluta”, especifica ella. Antes de someterse a este procedimiento debe realizarse una consulta médica y exámenes previos. El posoperatorio no suele ser doloroso. “Las mayores molestias aparecen durante las primeras 24 a 48 horas y parecen más una sensación de ardor y hematomas que se calman con los analgésicos habituales”, dice Díaz. Durante la primera semana la inflamación en las zonas tratadas oculta el resultado definitivo. Esto no es para preocuparse, ya que desde la segunda hasta la cuarta o quinta semana desaparecerá con la ayuda de masajes. La duración de los resultados depende, entre otros factores, de una alimentación saludable y actividad física frecuente.
MUSA
Yulaykis Miranda. “Me hice este tratamiento porque tenía una fibrosis y grasita localizada y me cambió la vida en todo. Mi autoestima cambió, mi confianza y la relación con mi pareja y mis amistades”.