Felipe Buendía
Médico cirujano, magíster en antienvejecimiento y estética de la Universidad Complutense de Madrid
“Mi musa, no solamente en mi vida sino en mi trabajo, es mi esposa, Yamile Martínez, quien explora y experimenta cada uno de los tratamientos que tenemos en la clínica”, confiesa Felipe Buendía. A ella, contadora de profesión, le ha realizado varios procedimientos, como limpiezas faciales y el ‘nanopore’, cada mes o dos meses, para mejorar el aspecto de su piel. “Por medio de microagujas, llegamos hasta la capa más profunda de la piel y logramos introducir sustancias para mejorar su aspecto”, explica el experto con 16 años de experiencia. Mediante el Venus Viva, por ejemplo, consigue ese efecto de piel de porcelana que resalta su belleza, además de cerrar sus poros y estimular la producción de colágeno. Y con el ácido hialurónico se hidrata. ¿Alguna contraindicación? Las embarazadas o mujeres en lactancia no pueden practicárselos, y quienes quieran probar los beneficios “del ‘nanopore’, por ejemplo, deben informar si tienen problemas de coagulación o diabetes y contar con la autorización de su médico de cabecera”, advierte Buendía. Tratamientos como los mencionados podrían generar resequedad en la piel inicialmente, por eso es importante hidratarla con los productos indicados por el especialista. ¡Y ya está! Así se puede obtener una admirada piel de porcelana. ¿Se necesita alguna preparación previa? “Que la persona no se haya expuesto al sol ni esté quemada, y debe avisarnos en consulta si está siguiendo tratamientos hormonales, porque pueden influir”, concluye Buendía.
MUSA
Yamile Martínez. “Mi piel parece de porcelana porque los tratamientos son buenísimos, y me siento supertranquila cuando salgo sin maquillaje. Sé que me veo bien porque esta pasó de ser reseca y sin vida a tener un brillo natural. Adoro cuidarla y me someto a tratamientos estéticos constantemente, sobre todo para evitar posibles intervenciones quirúrgicas en el futuro”.