Inicia una vida saludable sin morir en el intento
Cuentas con 366 días (sí, porque este año es bisiesto) para lograr todos tus propósitos y metas, pero sobre todo para comenzar un año saludable y así llevar tu cuerpo ysalud a otro nivel.
El exceso de comida, los dulces, las bebidas alcohólicas y el estar picando aquí y allá son algunas de las licencias que nos damos en la temporada de fin de año. Todos esos excesos provocan que en enero lleguen los remordimientos y las ganas de quitarnos de encima esos kilos de más que nos dejaron las fiestas decembrinas, y no precisamente porque haya sido el regalo que le pedimos a Papá Noel.
El primer paso para comenzar una vida saludable es la determinación y la afirmación de querer hacerlo de verdad, porque de lo contrario, morirás en el intento. Ir cambiando hábitos se da poco a poco; hacer todo de la noche a la mañana tampoco funcionará. Entonces, llevar una vida saludable empieza desde la cocina, pues como reza el dicho: “somos lo que comemos”.
Debemos comprender que si no tenemos salud, no tenemos nada. ¿De qué nos sirve tener la casa de nuestros sueños, una familia espectacular y viajar por el mundo si no contamos con una salud óptima que nos permita disfrutar de verdad lo maravilloso de la vida? El momento es ahora, un día a la vez, disfrutar el proceso hasta que se vuelva un hábito. Es por eso que aquí comparto unos consejos básicos pero efectivos para que cambies tu chip de una vez por todas y tengas no solo un año, sino una vida saludable, con hábitos que perduren; así que, ¡lápiz y papel!
1 Alimentación saludable
Olvídate de la palabra ‘dieta’, porque terminarás abandonando lo que aún no has empezado. Debes entender que la alimentación saludable es un balance; no se trata de que nunca más vas a poder comer esa pizza o arepa de huevo que tanto te gusta; solo que, en vez de comerla a diario, lo harás una vez a la semana o cada quince días. Es muy común que la ansiedad apa
rezca en estos días de transición, entonces, para mantenerla nivelada en conjunto con un cuerpo energético, te aconsejo comer cada tres horas desde el momento que te levantas (5 a 6 comidas diarias).
Debido a la moda que hay actualmente por ahí, seguro te estarás preguntando: ¿José, y el ayuno intermitente dónde lo dejas? Mi gente, el único ayuno que recomiendo es el que se hace desde tu última comida hasta tu desayuno del día siguiente, porque si dormiste 5 horas profundas o 10 horas, ahí está tu ayuno. Es cierto que para ciertas enfermedades aconsejan practicar este método por un tiempo determinado, pero lean bien: “para ciertas enfermedades”, no dice “para bajar de peso”. El problema con la moda es precisamente ese, que las personas quieren seguirla porque es lo que hay en el momento o porque quieren un camino fácil, sin darse a la tarea de investigar más a allá, de averiguar las consecuencias que pueden causarle al organismo. Para no desviarme del tema, solo puedo decirles que un método alimenticio que no pueda llevarse a cabo de manera indefinida no puede ser, sin duda, una alimentación saludable. La comida, la comida de calidad, es la gasolina del cuerpo, es la que permite que el cuerpo funcione correctamente; si no le das esa gasolina que él requiere, tarde o temprano ciertos padecimientos estarán tocando a la puerta de tu casa, de aquí el dicho que me caracteriza: no es dejar es comer, sino aprender a comer.
Seguimos. El agua es vida, por lo tanto, tomar entre 2 y 3 litros de agua natural diarios es fundamental para la excelente labor de nuestros órganos, flujo sanguíneo e incluso para nuestra piel. Si eres de las personas que les cuesta este hábito, una opción es agregarle cáscara o un poquito de zumo de alguna fruta y/o hierbas naturales como menta o albahaca para darle un poco de sabor. Aquí, quiero decirles un secreto: Mujeres, ¡el agua es el mejor quemador de grasa que existe! Ahí les dejo ese dato para que vean lo buena gente que soy (jajaja).
Por otro lado, incluye una porción de proteína en todas tus comidas como, por ejemplo, pescado, huevo, pollo, pavo, carne magra de res, etc.; pero eso sí, de calidad, nada de jamoncitos o embutidos. Si llevas un estilo vegano, pueden ser granos, semillas, tofu, soya, entre otros. Esta es esencial para fortalecer y mantener los huesos y los músculos. Para que tengas una idea, la masa muscular es nuestro escudo protector ante las enfermedades, si no poseemos suficiente, somos más propensos a padecimientos.
Siguiendo con los consejos alimenticios, te invito a darle color a tu plato con los vegetales; hay millones en el mercado con los que puedes jugar y variar tu alimentación. Puedes comerlos crudos (bien lavados previamente), al grill, al vapor, en sopas, cremas e incluso fritos. Sí, ¡fritos!, así como lo lees, pero versión saludable, que consiste en pasar el vegetal por clara de huevo, luego por harina de almendras y lo pones en el horno o en la famosa airfryer hasta que doren. Esta opción es ideal para los niños.
Los carbohidratos (arroz, papa, arepa, avena, plátano, yuca, etc.), los más temidos y odiados, pero bien comidos por el mundo entero. Estos son la principal fuente de energía para nuestro organismo (¡sí!, las grasas buenas también lo son, pero no son la principal). Comer una porción en desayuno y almuerzo nos dará ese boom energético que necesitamos para cubrir las labores del día. Antes de que me pregunten por qué en la noche no, la respuesta es muy sencilla: para dormir no necesitamos energía, más bien todo lo contrario, para tener un sueño profundo y reparador. Hay casos como los de personas que entrenan de noche y cuyo objetivo es aumentar masa muscular que sí deberían comerlo, no importa que sea de noche; pero bueno, eso ya es otro tema.
Por otro lado, el consumo moderado de grasas buenas (omega 3-6-9) presentes en el salmón, nueces, almendras, aguacate, semillas, aceite de oliva, entre otros alimentos, resulta idóneo para la memoria, cerebro y células, además, nos proporciona saciedad y nos ayuda con la concentración. Pueden consumirlas de 3 a 4 veces a la semana moderadamente, como ya les había dicho, pues son altamente calóricas y todo lo que
¡Si no cuidas tu cuerpo, no tendrás donde vivir!"