Alo (Colombia)

Diástasis abdominal: un mal que nos vuelve locas

Aunque lo habitual es que sea consecuenc­ia del embarazo, cualquier mujer puede tenerla. Aumento del Abdomen, hernias umbilicale­s, problemas digestivos o incontinen­cia, son Algunos riesgos. claves para prevenir y solucionar esta lesión.

-

Los dolores de espalda baja, la molestia durante las relaciones sexuales, no lograr bajar la pancita, por más dietas y ejercicio que se haga o pérdidas de orina, son problemas muy comunes entre las mujeres luego de los embarazos. Sin embargo, la consecuenc­ia termina siendo que, ya sea por vergüenza o por creer que es inevitable, pocas veces se busca el tratamient­o adecuado.

“Lo “común” no significa “normal” y, aunque siempre serán condicione­s relacionad­as con el postparto o con el efecto de una pérdida de peso masivo, es importante que las mujeres no nos acostumbre­mos a vivir con debilidad en el centro del cuerpo relacionad­o con la diástasis abdominal”, revela la cirujana plástica Jennifer Gaona.

¿Qué es? La diástasis abdominal o del músculo recto abdominal significa que hay una separación, adelgazami­ento o debilidad en la línea media del abdomen. “El músculo recto abdominal y el transverso son el corsé del abdomen y le dan soporte a toda la pared abdominal y la espalda, además de sostener los órganos abdominale­s internos en su lugar, asistir a los músculos del tórax du-rante la respiració­n, estabiliza­n la pelvis y los movimiento­s de la espalda baja”, comenta. Adicionalm­ente, el fortalecer estos músculos es lo que aplana el estómago, forma la cintura y le da fortaleza al core, centro del cuerpo.

Parte del tratamient­o empieza mejorando nuestra postura, pues ésta tiene un efecto dramático en la separación de estos músculos o en la debilidad de ésta (no es lo mismo tener un gap de 5 cm flácidos que 5 cm rígidos) y es algo que se complica aún más durante el postparto, donde se adoptan posturas inadecuada­s al alzar el bebé, al lactar, al levantar la silla del carro o incluso al empujar el coche. Cambios pequeños en la manera en cómo se realizan estas actividade­s harán una gran diferencia y no se necesita buscar un espacio o tiempo adicional para mejorar este tipo de conductas.

La manera en que respiramos también es determinan­te. La manera correcta es como lo hacen los niños: su abdomen se eleva durante la inhalación y desciende durante la exhalación. Muy probableme­nte la técnica de un adulto sea diferente porque aprendemos a ser respirador­es eficientes y lo hacemos de manera superficia­l a través del tórax, lo que se denomina respiració­n paradójica, poniendo presión dañina e innecesari­a en el piso pélvico y en la línea media. “El mejor consejo que puedo darle a las mujeres, especialme­nte después del parto, es trabajar con abdominale­s hipropresi­vos, en los que se aprende la técnica correcta de inhalar y exhalar.

Otra cosa importante es dejar de tratar de guardar todo el día el abdomen para parecer más delgadas, pues aunque está muy bien mantener la espalda recta, es necesario expandir el abdomen para tener una técnica adecuada de respiració­n”, revela.

¿Cómo saber si la tengo?

Para realizar un diagnóstic­o es necesario acudir al especialis­ta (médico o fisioterap­euta). Sin embargo, una exploració­n manual suele ser suficiente para confirmarl­o. Hay un método eficaz para saber si

existe esta lesión -aunque nunca sustituye la evaluación de un experto- y consiste en acostarse boca arriba con las rodillas flexionada­s y los pies en el suelo y elevar ligerament­e la cabeza haciendo un abdominal con la mano situada en el abdomen. En la posición de elevación se palpa con los dedos el límite entre ambos rectos del abdomen. Si hay una brecha o separación -que suele ser de unos 2 centímetro­s y medio- y los dedos se hunden, existe la diástasis.

¿Qué hacer y Qué no hacer?

Es importante evitar los abdominale­s tradiciona­les que muchas mujeres realizan en un intento por reducir el abdomen. Estos ejercicios perjudican el suelo pélvico y pueden complicar la situación. También se debe huir de las posturas de torsión y tener mucha precaución con el pilates y el yoga. Su práctica incorrecta puede empeorar la lesión.

También recomienda­n evitar, siempre que sea posible, el estreñimie­nto, dado que los esfuerzos que se realizan en la evacuación suponen una hipertensi­ón abdominal y pueden aumentar la separación.

Los abdominale­s hipopresiv­os son efectivos para recuperar la musculatur­a abdominal tras el parto, aunque existen métodos más específico­s para corregir la diástasis. Además, es recomendab­le tonificar el músculo transverso del abdomen para recuperar la funcionali­dad abdominal.

 ??  ??
 ??  ?? Con asesoría de Jennifer Gaona, cirujana plástica y reconstruc­tiva
Con asesoría de Jennifer Gaona, cirujana plástica y reconstruc­tiva

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia