Juan Camilo Achury Sabogal
Especialista En periodoncia y oseointegración
“Casi toda nuestra vida se vive a través de la boca. Nos expresamos con nuestra boca, comemos con nuestra boca, hablamos, sonreímos…”. Con esta pequeña reflexión, el especialista intenta explicar por qué disfruta tanto la odontología como su actividad profesional y le concede tanta importancia a mantener la salud bucodental.
No hacerlo “puede tener graves consecuencias para otros órganos de nuestro cuerpo y para nuestra salud física y hasta mental. Una buena salud oral le brinda seguridad y confianza a la persona, aumenta su autoestima y facilita sus interacciones personales”, explica este odontólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, con más de 25 años de experiencia y que además es especialista en periodoncia y oseointegración.
Con posgrado en Cosmetic Dentistry and Oral Rehabilitation en la New York University, Achury ha cursado varios programas de educación continuada nacionales e internacionales, en Alemania e Israel. Si bien aclara que la periodoncia es una especialidad bastante amplia, él se dedica específicamente a los implantes dentales: “Son la mejor solución para los dientes perdidos. El paciente puede comer, sonreír, hablar y disfrutar sin preocuparse de nada”, dice.
Él, que ha realizado miles de implantes dentales exitosos, señala que uno de los compromisos con sus pacientes es “brindarles el mejor tratamiento posible a un precio justo”. Odonto Amiga, la IPS donde se desempeña como Director Científico, es reconocida por “democratizar algunos tratamientos odontológicos que antes parecían inalcanzables y ofrece soluciones integrales en casi todas las especialidades: cirugía oral, rehabilitación, endodoncia, periodoncia, ortodoncia, odontología general, etc.”, cuenta.
Achury ha comprobado cómo en los últimos años los avances tecnológicos también han llegado al campo odontológico. “La tecnología CAD-CAM es una gran herramienta que hace que la rehabilitación sea acorde con las necesidades y las expectativas de cada paciente. El resultado final es superarmonioso y agradable”, agrega.
Ese resultado es uno de sus mayores alicientes. Por eso confiesa que no se cambia por nadie cuando ve la profunda alegría de sus pacientes al descubrir, frente al espejo, que pueden volver a sonreír sin complejos: “Amo sentir el abrazo sincero y fraterno de alguien a quien pude devolver la capacidad de amarse a sí mismo, de sonreír, de ser feliz”, concluye.