¿Cómo encontrar la felicidad a través de las afirmaciones positivas?
La
mente subconsciente es la mente emocional, se deja llevar por los gustos, deseos y por el corazón. Inconscientemente creamos fuertes enlaces neuronales hacia ciertas cosas o personas. Por ejemplo, si intentamos cambiar el lugar dónde colocamos habitualmente las llaves del carro por otro lugar, nos demoramos días para procesar que las cambiamos porque la mente subconsciente ya tenía procesado que las llaves se encontraban en un determinado sitio. La mente subconsciente nos lleva a hacer cosas innecesarias: a sentir celos, ira, rabia, envidia y está encargada de nuestros sentimientos. Es la que nunca olvida ya que tiene acceso a todos tus recuerdos. Es por ella que podemos recordar cosas tran abstractas como un sentimiento, un olor, ciertas situaciones, etc.
Tu mente subconsciente es repetitiva y como un disco duro, todas tus experiencias, creencias y lo que has visto y te han contado están grabadas ahí, es como a ti te han programado y esa programación no es tuya sino que viene desde tus padres, tus maestros y la sociedad. Puedes ir por la vida con un programa de hace 40 años en un computador totalmente sofisticado.
El subconsciente aprende con base en la repetición de una acción o de un estímulo y aprende a desarrollar una habilidad como manejar bicicleta o carro, respirar, comer, etc. También el cerebro aprende a odiar, a recordar con rabia, con rencor, con resentimiento, pero de la misma forma también puede aprender a recordar sin rencor, sin resentimiento, sin sed de venganza, con alegría.
Siempre que estés sufriendo es porque estás en tu mente subconsciente y cuando despiertas de tu inconsciencia, a través de la focalización, sales al programa consciente donde tienes la capacidad de crear el momento que quieras para tu vida. Por eso cuando inhalas y observas con tus cinco sentidos el sitio donde te encuentres, palpas, sientes, hueles y observas todo, en ese momento sales del subconsciente y entras al consciente.
Eso lo que se llama la presencia divina, la consciencia presente. Porque en ese instante se abre para ti un mundo de infinitas posibilidades, donde ves las cosas con otro lente, con otro color, con la luz del amor, con los ojos de Dios.
Cuando pierdes la capacidad de focalizar y centrar tu atención en el momento presente, aquí y ahora, instantáneamente abandonas tu mente consciente y entras a actuar en piloto automático en tu mente subconsciente, emocional a un programa sobre el que no tienes control porque está grabado en un disco duro.
Para que lo entiendas bien, es como si tu en este momento estuvieras escuchando y viendo televisión y de un momento a otro no te gusta la escena de violencia que estás observando y le dices al televisior, cállate, no quiero ver más, quiero ver es una escena de amor; obviamente el televisior por mas que grites siguen en la frecuencia en la que está. La única forma que existe es que cojas el control remoto y cambies el canal, ese control es tu consciente que es creativo y maneja el subconsciente.
Lo más maravilloso es que está comprobado que el cerebro consciente controla al cerebro subconsciente, y que a través de la repetición desde nuestra mente podemos cambiar positivamente.
Es por eso que cuando recordamos esos acontecimientos que no nos gustan del pasado: el rencor y el resentimiento, se pueden grabar fácilmente en el subconsciente. Si decido conscientemente desenergetizar ese pensamiento rencoroso de mi subconsciente, debo comenzar a repetir frecuentemente una afirmación contraria en positivo sonriendo (pelando el diente y todo), y así, poco a poco, tu subconsciente comenzará a cambiar ese patrón de pensamiento que te hace daño, generando unas nuevas conexiones neuronales, haciendo que esas nuevas neuronas que nazcan, vengan con ese nuevo modelo armónico.