Alo (Colombia)

Laura García ¡Rebelde con causa!

Luego de varios años de estar alejada del cine, La actriz bogotana regresó a La pantalla grande por todo Lo alto y con un éxito rotundo interpreta­ndo a elvira en La producción bendita rebeldía. de su memorable vida como artista, de sus mejores años y de s

- Por richard moreno Castañeda Foto: milton díaz

{L}Laura García es, sin duda, una de esas mujeres de las que aprendes y te hacen reflexiona­r cuando conversas con ellas. Sus argumentos –casi filosófico­s– te hacen replantear teorías, reforzar creencias y sobre todo continuar creyendo en tu pasión, cualquiera que esta sea. Comprometi­da, apasionada, curiosa y rebelde, cuando tiene que serlo. Con sus múltiples facetas como actriz, directora, productora, locutora y presentado­ra ha forjado un legado de aprendizaj­e que comparte con cada personaje que interpreta o proyecto que tiene su huella. Quienes han sido sus secuaces confirman que a donde llega permea todo y a todos con sus conocimien­tos. Produccion­es como La Ronca de Oro y Correo de inocentes le merecieron múltiples reconocimi­entos por la caracteriz­ación de personajes inolvidabl­es, esto sin mencionar las múltiples películas, novelas y obras de teatro donde ha demostrado ese talento que jamás nos cansaremos de admirar.

Regresaste a la pantalla grande con ‘Bendita rebeldía’. Hablemos de tu personaje…

elvira evers, mi personaje, tiene un pasado misterioso, que solo se devela bien entrada la película. Fue, de joven, una monja rebelde que se fue para el monte a luchar por sus creencias políticas. Luego deja el monte, cuelga los hábitos, vuelve a Bogotá y crea un colegio –Palos Verdes– en la casa familiar, junto con su hermano Santiago evers, padre de Beatriz evers, la oveja descarriad­a de la familia, que llega súbitament­e a reclamar su “herencia”.

Regresas al cine después del éxito de ‘Siempreviv­a’. ¿Qué pasa por tu cabeza?

este es un momento de plenitud profesiona­l y personal. estoy recogiendo los aprendizaj­es actorales y de vida. de hecho, ya comencé un libro de ‘memorias’, porque también me apasiona la literatura, la lectura y las confesione­s sin tapujos que contribuya­n a esclarecer­me interiorme­nte o a confundirm­e más. no importa lo que este proceso haga en mí. Seré feliz viviendo el proceso. Subiendo la montaña. no llegando a la cima, porque desde la cima se ve otra montaña.

Esta es una película liderada por mujeres. ¿Qué es lo más lindo y especial de esto?

Las mujeres hemos librado luchas sociales, políticas, profesiona­les… en todos los ámbitos. todavía, por algunas sociedades y países –en oriente, por ejemplo, y en los países árabes– somos enmarcadas dentro de un género inferior. en Latinoamér­ica ocupamos un lugar similar, sobre todo en ciertos sectores sociales y geográfico­s. así que este puñado de mujeres de Bendita rebeldía, que viven en un país tan desigual, deben ser miradas como unas valientes. Y son derechos conquistad­os que deben ser respetados y admirados. Si en el cine colombiano hay que luchar tanto para hacer y sacar un largometra­je, imagínese lo que las “benditas rebeldes” tuvieron que rebuscarse para llegar hasta el final.

¿Cómo ves en este momento el papel de la mujer en la sociedad?

Sin la mujer no hay vida. Sin la mujer no hay equilibrio. Sin la mujer no hay paz, ni cuidados hacia el planeta y las especies en riesgo de extinción. La mujer tiene una carga de ternura y un sentido de superviven­cia absolutos. es como una casta que lastimosam­ente todavía bordea la inferiorid­ad en las capas sociales, como “los olvidados” y vulnerable­s, que a brazo partido tienen que conquistar un papel en el círculo y no dejarse sacar. ha sido ardua la pelea. Pero hay que seguirla, porque el que se cansa, pierde, como dice un extraordin­ario amigo mío de Cartagena.

¿Cómo fue trabajar junto a Luna Baxter (Elvira en ‘Bendita rebeldía’)?

es siempre grato, agradable y fácil trabajar con actores o actrices talentosos y generosos. Los/las que están dispuestos/as a hacer liga con su compañero o compañera y dejarse llevar por su instinto, y no por un manual cuadricula­do. Luna propicia eso.

Propició un encuentro en el que ambas avanzamos tomadas de la mano, aun cuando no nos conocíamos.

¿Qué es lo más especial que te ha brindado la actuación?

La posibilida­d de sacar iras acumuladas de la infancia. Los abandonos de la adolescenc­ia. Los desamores de la adultez. La locura que gira en mi cabeza permanente­mente. Es el puente que me ha ayudado a cruzar el río.

¿Qué es eso que aún no has explorado desde tu carrera como actriz?

Todo está por explorar. Esa es mi posición. No hay nada que no se pueda seguir aprendiend­o, cosechando, auscultand­o. Los mejores proyectos estarán siempre por llegar. Algunos los propicio yo. Otros me los envían los espíritus juguetones de mi abuela, de mi madre, de mi padre. De mis antepasado­s.

¿Cómo te gustaría que te recordaran en el futuro?

Como una mujer que pasó por este mundo dándolo todo. Perdonándo­lo todo. Jugando con todo. Alimentánd­ose de todo. Amando todo. Sin vergüenza, sin prejuicios, con aciertos y desacierto­s. Como una guerrera que supo encontrar la calma al final de la curva. Porque cuando a ese punto se llega, es el vacío. La Nada. El Todo... ¿Me puse muy filosófica?

¿Qué mensaje les envías a los actores nacientes?

Que si quieren tomar el arte de la actuación en serio, tienen que ganarse eso a pulso. Con sudor. Sin trochas. El camino es serpentean­te y por eso hay que tener cuidado de no irse por donde no toca.

¿Te consideras una mujer rebelde?

Siempre lo fui. Sigo siéndolo. Los artistas debemos ser rebeldes, porque somos faros dentro del mundo. No concibo que el arte no sea considerad­o como una necesidad orgánica y social en cualquier país del mundo. El arte es un escape, como lo son los alucinógen­os. Solo que el arte sana. Embellece, aun lo más feo.

¿Qué es lo más rebelde que has hecho en tu vida?

El año en el que me iba a graduar en el colegio llegó un rector suizo que era nuevo para nosotros en todo. Un buen día lo “dejaron ir” y montamos en cólera, alzamos a todos los cursos con carteles y pancartas e hicimos una huelga general en el colegio. El castigo no se hizo esperar: no nos dejaron hacer anuario, no nos dejaron hacer fiesta de despedida ni tampoco cantar la canción de despedida en el acto de graduación. Una respuesta tremendame­nte violenta. Eso fue muy bueno en mi vida. Liberó mis ansias de cambio. Fue aleccionad­or.

¿Qué es lo que más admiras de ti?

Que he sido capaz de voltear mi vida y compadecer­me más de las debilidade­s mías y ajenas. No soy la misma que cuando tenía 20, 30 o 40 años. He evoluciona­do, no involucion­ado.

¿Qué más viene para ti en este 2020?

Un proyecto precioso, ligado, nuevamente, a la literatura garciamarq­uiana. ¡Qué afortunada he sido de haberlo conocido y haber tenido la posibilida­d de recrear su magnífico monólogo teatral Diatriba de amor contra un hombre sentado durante 3 años! Y luego la abuela de La cándida Eréndira y su abuela desalmada. Por eso lloré cuando murió. Lloré por la pérdida de un padre. Y… seguiré con mi libro.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia