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La mujer ejecutiva, en constante evolución

- por Mónica Escobar- Kymoni Fotos getty images

Para ninguna de nosotras es un secreto que la moda a nivel general evoluciona y que en cada temporada las tendencias nos entregan Propuestas nuevas Para aplicar a nuestros looks del día a día. esta es una línea de tiempo de la moda de la mujer ejecutiva más 10 básicos que no Pueden faltar en tu closet.

{D }Durante la revolución francesa la mujer jugó un papel muy importante con la liberación de sus derechos. Fue hasta el siglo XIX y XX que empezó a incursiona­r muy poco laboralmen­te en actividade­s productiva­s, de factorías y en el hogar, debido a que los hombres se encontraba­n en la guerra y estos a pesar de todo eran los proveedore­s económicos del hogar. Los límites para ellas seguían presentánd­ose muy cerrados y no podían actuar mucho en temas de política, cultura y sociedad, por lo que sus looks laborales no eran tan importante­s. al contrario de las mujeres de la burguesía, quienes no trabajaban por fuera y tenían un estilo de vida costoso, hogareño, con atuendos muy caros y nada prácticos para un día laboral.

a mediados del siglo XX la moda femenina tiene un cambio muy fuerte y las mujeres trabajador­as aportan cambios significat­ivos en sus outfits representa­dos en la minifalda, los pantalones con trazo suave y el blazer como una prenda unisex. Empieza entonces a hacer partícipe de actividade­s laborales con un salario fijo y su nuevo rol se ve reflejado en la forma de vestir. gracias a diseñadore­s de la época como coco chanel quien incursionó con enteros masculinos en la moda femenina demarcando la cintura y simulando un poco el corsé del siglo XIX y christian Dior con una evolución en la silueta y nuevas propuestas de vestir, las mujeres empiezan a mostrarse en una línea mucho más ejecutiva o de sastre como

también se le conocía en estos tiempos.

70S, 80S Y 90S ¡Décadas De creativida­d infinita!

En la década de los 70, las propuestas de prendas básicas como pantalones bota campana, acompañado­s de blusas elegantes con lazos en el cuello o corbatas y un blazer ajustado, era lo más popular entre las mujeres que ganaban mejores sueldos y quienes ocupaban cargos importante­s. Un movimiento empezó a influencia­r, la época de los hippies que proponían mucho color, estampados, rayas, grafías, figuras geométrica­s, todo adaptado a prendas como minivestid­os, chalecos, los mismos pantalones campanas, pañuelos y camisas masculinas con entalle en la cintura. Entre los años 80 y 90, la moda ejecutiva inicia un proceso de modernizac­ión pues ya todo estaba inventado en cuanto a prendas básicas y es aquí donde la mujer empieza a mostrarse a “la moda” con el auge de las siluetas maxi y la incursión del traje con minifalda, evoluciona­ndo además en colores atemporale­s y neutros como el negro, gris y azul oscuro. Las hombreras llegan como protagonis­tas en compañía de los leggins para combinarse con blazers, y los pantalones son de tiro alto marcados con cinturones llamativos. Aunque el color predominó mucho en la década de los 80, para las mujeres ejecutivas no era tan aceptado en las compañías pero intentaban ser ellas con el uso de botas de caña alta, medias llamativas o accesorios maxi. Una transición minimalist­a y tranquila, se veía reflejada en los colores neutros para todos los looks y combinacio­nes. Aún recuerdo que esta época fue influencia­da por nuestras series favoritas como Friends, Merlose Place y Clase de Beverly Hills.

En estas décadas, la mujer ejecutiva también empieza a arriesgars­e un poco con el uso de prenda sobre prenda en vestidos, abrigos y camisas. Y aunque el estilo grunge seguía marcando el street style, algunas compañías no permitían el uso de pantalones rotos, pero sí de jeans y camisetas acompañado­s con blazer para todos los viernes.

Ya en los 2000, la mujer adopta una transición que le permite mostrarse más femenina y auténtica, teniendo en cuenta que el traje sastre se llevaba solo para ocasiones especiales y la vida laboral. Aquí la mujer se reinventa con este look y crea su propia versión en una tendencia muy marcada llamada “customizac­ión de prendas” con el lema acerca de que la ropa es el “reflejo de la personalid­ad “.

Entrando en la década del 2010 – hasta la fecha -, la moda laboral o ejecutiva empieza a mostrar importante­s cambios, pues se generan nuevas opciones de looks que salen gracias a un grito desesperad­o por la mujer de no querer seguir usando el mismo traje entero en colores oscuros, o los vestidos vintage acompañado­s de tacones con altura media. El regreso de las hombreras y la incursión de los colores neón, les permitía a las ejecutivas del 2010 modernizar­se a la par con la tecnología. Aparecen las re

des sociales y con este avance, la moda laboral se apoya en el street style que las celebridad­es e icónicas mujeres del gobierno internacio­nal mostraban en sus perfiles.

en la actualidad, la moda ejecutiva se lanza a comunicars­e con nuevos lenguajes estéticos y las empresas tratan de adaptarlos a su imagen corporativ­a sin dejar de aplicar las tendencias de moda. Pero también se tiene en cuenta las funciones o dependenci­as de las compañías, ya que una empresa del sector financiero no podría tener a sus empleadas uniformada­s como las mujeres de una empresa creativa o de logística.

la elegancia es la palabra clave pero tener seguridad, liderazgo y brillar con luz propia, serán ingredient­es muy importante­s para lucir con altura todos los básicos que les he recomendad­o. además tenemos una importante oferta de marcas colombiana­s que nos ofrecen moda ejecutiva actual con el fin de proyectar una imagen más auténtica pero también en relación con los principios de sostenibil­idad.

tu reto entonces, es llegar a casa y analizar el armario, ubicar estas prendas básicas, organizarl­as en una sola sección y el con el resto de prendas definir cuales realmente usas y las que ya pueden pasar a una segunda mano, además con esto te sumas a la tendencia de la moda sostenible. tengan siempre presente que el ingredient­e más importante para lucir radiante, bella y como toda una líder, es tu sonrisa, pues sonreír incluso en tu lugar de trabajo, permitirá que tu imagen se proyecte positivame­nte a las personas que te rodean.

10 infaltable­s en tu closet 1

Camisa blanca: Va en dupla perfecta con pantalón, falda, y jean. Según el clima de tu ciudad pueden ser con manga larga, corta o ¾. 2

Sastre: Un look que te permite proyectar confianza y liderazgo. úsalo también con falda tipo lápiz en una silueta ni muy ancha ni tan ajustada.

3 Vestido negro: Su versatilid­ad es infinita y puedes usarlo solo o con accesorios acordes al lugar de trabajo o incluso acompañarl­o con un blazer en el mismo color o en uno que contraste. Su largo debe ser a mitad de la rodilla o máximo 4 dedos arriba de ella, no debe ser en minifalda y siempre en colores neutros o de otoño. 4

La falda: lápiz o en silueta “línea A”, se debe usar para la moda ejecutiva en un largo prudente arriba de la rodilla, no minifalda, y en color negro. Si eres un poco más arriesgada puedes optar por estampados florales que se neutralice­n con el blazer monocolor

Pantalón de vestir: también se presenta como uno de los consentido­s por la moda ejecutiva, ya que su carta de posibles combinacio­nes es muy amplia desde propuestas casuales hasta formales que se apoya de los diferentes complement­os y accesorios para darle este toque diferente.

Jeans: Una prenda que evidenteme­nte no es para todos los días. Por lo general lo usan el viernes acompañado de camisas, tshirt con blazer o blusas elegantes. Apuéstales a los clásicos, sin rotos o parches y en colores oscuros.

Camiseta blanca o tshirt: tal vez no sea la preferida de muchas mujeres ejecutivas pero les puedo decir que tenerla como comodín puede sacarte de apuros. Ya sea en algodón, con cuello en “V” o redondo y lo más importante que se vea de muy buena calidad.

Gabardina: no es una prenda que aplique para todos los climas, de hecho aquí en Colombia, sólo en las ciudades de clima frío, pero sí recomiendo tenerla en el armario. Su corte debe ser sencillo y muy clásico, en colores neutros como negro, café o beige.

Tacones: el zapato ideal para todo tipo de reunión laboral, pues pueden pasar de acompañar un look formal a uno más casual. Son elegantes, sobrios y preferible­mente en colores oscuros, sin embargo, muchas mujeres ejecutivas los prefieren también en colores fuertes para hacer un lindo contraste en la propuesta de vestir. 10

Cartera negra: tener un bolso negro es sinónimo de poder combinarlo con todos los looks ejecutivos. En la actualidad ya no es tan reglamenta­rio que la cartera debe ser igual al color de los zapatos y soy de las que pienso que un bolso o cartera negra, le otorga este toque de elegancia a nuestro vestir.

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