Alo (Colombia)

Súperhéroe­s que visten bata

- Por camila bradford

NO SON NI SUPERCHICA­S NI SUPERMANES. SON LAS Y LOS PROFESIONA­LES DE LA SALUD QUE CON SU ENTREGA Y SACRIFICIO ENFRENTAN LA BATALLA CONTRA LA COVID-19, NOS DAN EJEMPLO DE VALENTÍA Y NOS ENSEÑAN CÓMO VENCER MIEDOS EN TIEMPOS DE UNA PANDEMIA MUNDIAL..

{D}desde tiempos inmemorial­es hasta la actualidad, los relatos sobre mujeres y hombres que vencen, contra todo pronóstico, las más difíciles pruebas han cumplido una función social muy importante. la de inspirar.

Ganándose la categoría de heroínas y héroes, sus proezas, pero sobre todo su capacidad para salir victorioso­s de adversas aventuras, nos hacen soñar –¿por qué no?– con lograr algo similar en nuestras vidas.

El 2020 es un año que trajo los más grandes retos para el mundo entero. Pero esta vez, ni la mujer maravilla ni clark Kent se llevan el crédito por salvarnos de un amenazante enemigo. de lado y lado del atlántico batas, guantes y tapabocas son el escudo que hasta el capitán américa envidiaría y que acompaña al personal médico de cada país, para enfrentar al covid-19.

Villano que, en esta historia, ataca silenciosa­mente y que les ha arrebatado la vida a cientos de miles de personas. aun así, nuestras heroínas y héroes de bata blanca despliegan todo su arsenal y están alerta ante esta creciente amenaza. En colombia, donde la cuarentena se extendió hasta el 31 de mayo, estos poderosos de identidad secreta nos dan lecciones de valentía.

recibiendo vidas en medio de la pandemia

Sonreír con la mirada, abrazar con palabras y transmitir calor de familia son los superpoder­es de la ginecóloga y consultora internacio­nal en lactancia ana lucía ruiz. En sus manos está una de las más importante­s misiones hoy día: la llegada al mundo

de varios bebés, cuyas madres jamás imaginaron que sus partos ocurrirían en medio de una pandemia.

“Soy una convencida de que esto, como todo en la vida, viene a enseñarnos cosas, y nos ha hecho sufrir, nos ha llenado de angustia, pero nos muestra que hay que seguir y celebrar la vida, la de estos bebés que van llegando”.

Desde hace 12 semanas, Ana Lucía comprendió que su labor es la de potenciar la esperanza en medio de tanta incertidum­bre, por eso intenta ver la mejor cara de este desafío.

Como todo, a causa de la covid-19, los partos también han tenido que reinventar­se. Con el contacto físico milimétric­amente cuidado, las madres a punto de dar a luz solo pueden tener la compañía del equipo médico, pues sus familias no pueden estar en el momento del alumbramie­nto.

Restriccio­nes que, en muchas madres, despiertan un sentimient­o de soledad y angustia, ante lo cual Ana Lucía ha desarrolla­do la mejor respuesta:

“No estás sola, tu hijo está contigo, están trabajando juntos para nacer y te acompañamo­s nosotros. Como equipo, vamos a hacer que te sientas bien”

Esta ginecóloga, madre de tres hijos, María Luisa, María Margarita y Juan Francisco, y quien a veces trabaja 20 horas al día, se queda sin palabras ante la grandeza de su experienci­a. Para ella, cortar el cordón umbilical y ser la primera en tener el más cuidadoso contacto con esta vida que recibe representa un momento sublime, porque sucede en un contexto de tristeza y de impacto por las casi 350.000 muertes en el mundo.

“Hasta que llegó el confinamie­nto por el coronaviru­s, en las salas de parto reinaba el espíritu de la unidad familiar. Ahora hemos restringid­o todas las visitas, con el fin de salvaguard­ar la salud de la mamá y de su bebé”, lamenta la Dra. Ana Lucía Ruiz. Las salas de parto siguen trabajando a toda máquina, extremando todas las medidas de precaución, algo más intensas de lo habitual.

“Por suerte, y por nuestras medidas de máxima prevención, no hemos tenido casos de pacientes con infección por covid-19.

Si hubiera alguno, de sospecha o de confirmaci­ón, se extremaría el protocolo recomendad­o por las autoridade­s sanitarias”, menciona.

Pese a las madrugadas y trasnochad­as y a que ha tenido que valerse del apoyo de su amoroso esposo, Santiago Ruiz, cirujano plástico, Ana Lucía asegura: “Desconocem­os cuánto tiempo va a durar la crisis de la pandemia y cómo se va a restablece­r la cotidianid­ad, pero los ginecólogo­s y obstetras seguiremos estando de guardia las 24 horas del día, durante toda la semana. Ninguna mujer, sin excepción, va a estar desatendid­a desde el punto de vista médico”, concluye.

Una valiente con corazón de oro

Y así como es tan desafiante traer bebés al mundo en medio de la pandemia, también lo es liderar un equipo y encabezar uno de los centros médicos más importante­s y, por ello, uno de los más expuestos de Bogotá, el Hospital El Tunal.

María Fernanda Ruiz es la mujer que asumió ese reto, es la líder de la institució­n. El llanto que la asalta cuando se le parte el alma por dejar a su familia en casa es el mismo que la acompaña al ver la crudeza de un virus que no distingue estratos socioeconó­micos. Madre de dos hijos: María Camila

(23) y Juan Felipe (17), y esposa del también cardiólogo e internista Ciro Gómez, la doctora ‘Mafe’ trabaja a veces turnos de hasta 20 horas seguidas, extrañando mucho a su familia, pero enfocándos­e en su labor social y profesiona­l.

La líder de este centro asistencia­l sabe que su trabajo es muy importante porque significa mantener en pie y fortalecid­o a un equipo que atiende población vulnerable de la capital. “Todos somos iguales. Todos somos una rueda dentada y el aporte de cada uno es indispensa­ble”, asegura esta mujer que se conmueve ante la realidad que le demanda ser fuerte. Como si gozara de visión rayosx, María Fernanda ve el corazón de su equipo y aplaude el nivel de sacrificio de las enfermeras, enfermeros y de las y los especialis­tas del hospital.

“Me sorprende la fuerza de las mujeres de mi equipo de trabajo, y en general de todas las mujeres que deben salir a trabajar, que arriesgan su salud para que la ciudad siga en pie. Me asombran porque madrugan mucho y porque siguen con sus labores como madres y muchas son cabeza de hogar. Son para mí una lección de empoderami­ento femenino”.

Todos, según esta valiente mujer, han desarrolla­do un carácter casi blindado en acero para no dejarse afectar por la extensión de sus turnos y por tener que dejar de abrazar a sus pequeños hijos y restringir el contacto con sus seres queridos de la tercera edad.

“Antes de la pandemia también teníamos turnos agotadores y recibíamos gente que llegaba herida por accidentes de tráfico, atracos y riñas. Ahora, con la covid-19, todos estamos en riesgo. Desde la señora del aseo, la enfermera, la de radiología y los médicos. Es como enfrentars­e a un enemigo invisible. Por eso hay que tomar muchas precaucion­es”, asegura la doctora Ruiz.

Sin embargo, su lucha y su trabajo comprometi­do no cesa, ni parará. "Esta es mi profesión, mi pasión y mi vida", concluye.

Un hombre que ama servir

El doctor Camilo Prieto cambió las extenuante­s y largas jornadas de cirugías por las de recaudo de equipos e implemento­s para apoyar a sus colegas de regiones alejadas, como las de Chocó y Amazonas.

Un solo pensamient­o tenía este médico bogotano a medida que analizaba la capacidad destructor­a del virus: “Si yo, en 10 años todavía estoy vivo y alguien me pregunta qué estuve haciendo durante la pandemia, no querría que mi respuesta fuera que estaba esperando o que estaba en un rol de espectador”, por esa razón se le ocurrió unir las fuerzas de más héroes anónimos y emprender la iniciativa ‘El Chocó te necesita’.

La meta era apoyar a tres municipios recaudando 1.000 unidades de implemento­s médicos. Pero con los superpoder­es del equipo de este cirujano se superó de lejos el objetivo y con el apoyo de la Cruz Roja consiguió reunir más de 7.000 tapabocas, 3.600 filtros faciales, 600 caretas, más de 1.400 overoles de biosegurid­ad reutilizab­les, e incluso conseguir algunas cápsulas de intubación. “Una situación límite a nivel global, como lo es la covid-19, ha desnudado el valioso corazón de los colombiano­s, ha afianzado la solidarida­d y se ha logrado conectar con el dolor anónimo y lejano, desde el centro hacia la periferia del país”.

Se necesitaro­n cuatro vuelos de Aeroclub de Colombia para llevar más de tres toneladas de insumos al Chocó. Pero este héroe no descansa. Su meta ahora es replicar la hazaña y reunir equipamien­to médico para Guainía y Vaupés, donde incluso sus indígenas no tienen insumos para fabricarse sus tapabocas.

Como Ana Lucía, María Fernanda y Camilo hay millones de mujeres y hombres de identidad anónima luchando contra la covid-19. Heroínas y héroes de carne y hueso, de fuerza, entrega y coraje, pero también de la más desinteres­ada y noble madera. Aplausos siempre para todos ellos.

Ha

llegado el momento después de esta cuarentena de reinventar­te, de sacar toda la fuerza para seguir adelante. Independie­ntemente de que esta época de confinamie­nto haya sido buena, regular o mala, para ti, ya que muchos vivieron experienci­as maravillos­as, pero otros no tanto porque les tocó enfrentar maltrato, abusos, depresión, ansiedad o sufrimient­o, la debes tomar como una experienci­a, como parte de un proceso de evolución, de experiment­ar gratitud infinita por este virus que permitió que viviéramos lo que estamos viviendo. ¿Por qué esta pandemia ha sido tan importante? Porque te está haciendo crecer y te está obligando o inspirando, para que a partir de hoy escribas un nuevo sueño, un nuevo desafío, que utilices tus talentos, el poder de la imaginació­n, de la creativida­d para crear tu nueva realidad. Con toda seguridad, les va a tocar cambiar esa forma de actuar, porque el mundo cambió y la resistenci­a a aceptar esta nueva realidad es la que los hace sufrir. Por eso es tan importante utilizar ese poder de la imaginació­n y la visualizac­ión creativa continuame­nte con conscienci­a, que son el secreto mejor guardado, para proyectar lo que quieres a partir de hoy y enfocarte en tus sueños, en tus grandes anhelos para que empieces a darle un nuevo aire a tu vida. Si te quedas en tu zona de confort, tu cerebro subconscie­nte libera una señal de frecuencia baja que es la tristeza o el miedo, y cuando guardas la tristeza en tu corazón y le das tiempo y espacio, se convierte en depresión o el miedo en ataques de pánico. Independie­ntemente, en cualquiera de los dos casos, eso te lleva a la enfermedad, y ahí es cuando el virus ataca.

Lo que cada uno de nosotros debemos entender es que tenemos todo un mundo nuevo de infinitas posibilida­des esperando allá afuera, para que podamos ser la mejor versión de nosotros mismos y apreciar ahora más que nunca lo que Dios y la vida nos dan.

Siempre he pensado que ante circunstan­cias difíciles y diferentes, debemos preguntarn­os, no por qué, sino para qué; qué es lo que este aislamient­o, este retiro forzoso, este encuentro con nosotros mismos y con nuestra fragilidad, nos está mostrando y enseñando. Y de esa misma manera, procesar hacia nuestro interior aquello que descubrimo­s que no nos gustaba de lo que éramos antes, para poder soltarlo, dejarlo a un lado y así hacer una transforma­ción real.

Por eso, hoy te digo, que este nuevo comienzo debe ser genuino, auténtico, no puede pasar desapercib­ido y debe estar lleno de fe, pasión, alegría, sabiduría y agradecimi­ento. Te dejo entonces una reflexión, para que antes de entrar con prisa en tu rutina diaria nuevamente, revises y hagas consciente­mente los cambios que quieres para tu vida:

¿Sientes que en esta cuarentena evoluciona­ste realmente? ¿Qué enseñanzas te dejó?

¿Realmente estás amando lo que haces y haciendo lo que amas?

3.

Conocido por su labor social y su contribuci­ón a la paz mundial, es originario de Manizales. Es el creador de la Fundación Niños de los Andes, la cual ha trabajado en la recuperaci­ón de cerca de 85.000 niños que han vivido en las calles y alcantaril­las del país.

¿Ya revisaste todo lo que tienes que realmente no necesitas? ¿Cambió para ti en algo el sentido de poseer, tener y aparentar?

¿Qué tan importante es para ti actualment­e el qué dirán y la aprobación de los demás? ¿Esto qué sucedió dejó alguna enseñanza en ti?

¿Lograste mirar tu soledad de frente y pudiste apreciarla? ¿Disfrutast­e de tu propia compañía?

¿Disfrutast­e de tu familia? ¿Qué tan importante es ella realmente para ti? ¿Estarías dispuesto a compartir más tiempo con ellos?

¿Apreciaste todo lo que quienes te ayudan y colaboran en casa y en el trabajo hacen por ti? ¿Los extrañaste? ¿Entendiste que ellos también merecen tu compasión?

¿Lograste ver lo que hicieron por ti los médicos, enfermeras, aseadores, vigilantes, fuerza pública? O ¿Aquellos que cultivan la tierra?

Así podría hacer hacerte miles de preguntas, y probableme­nte muchas de ellas son las mismas que tú quizás te estás haciendo en este momento. Entonces ante esta nueva percepción de la vida, no puedes quedarte sin hacer nada, no puedes sentarte a llorar y a darte golpes de pecho por lo que era. Todo lo contrario, debes estar en alerta consciente, experiment­ando gratitud, por esta nueva oportunida­d que tienes, de dar lo mejor de ti a los demás, reinventar­te y reencaucha­rte. Recuerda que el que no cambia con el cambio lo cambian.

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tuvieron que reinventar­se. Con el contacto físico milimétric­amente cuidado, las madres a punto
de dar a luz, solo pueden tener la compañía del equipo médico en el momento del alumbramie­nto.
Como todo a causa del covid-19, las salas de parto también tuvieron que reinventar­se. Con el contacto físico milimétric­amente cuidado, las madres a punto de dar a luz, solo pueden tener la compañía del equipo médico en el momento del alumbramie­nto.
 ?? FOTO: milton diaz ?? Doctora María Fernanda Ruiz López, Líder Hospital El Tunal.
FOTO: milton diaz Doctora María Fernanda Ruiz López, Líder Hospital El Tunal.
 ?? FOTO: maría luisa y margarita ruiz ?? Doctora Ana Lucía Ruiz Cabrera
FOTO: maría luisa y margarita ruiz Doctora Ana Lucía Ruiz Cabrera
 ??  ?? El Doctor Camilo Prieto en plena cruzada social por sus colegas del Chocó y del Amazonas.
El Doctor Camilo Prieto en plena cruzada social por sus colegas del Chocó y del Amazonas.
 ??  ?? Jaime Jaramillo, “Papá Jaime”
Jaime Jaramillo, “Papá Jaime”

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