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{L }la carismática presentadora opita nos invitó al majestuoso jardín de su casa, en los ángeles, para revelarnos su sentir en estos días de confinamiento. posa junto a sus hijos, madre y su mascota para sumarse a nuestra cruzada de positivismo, demostrando que en familia podemos superar esta crisis y sacar lo mejor de nosotros mismos.
Llevamos dos meses largos de confinamiento y la presentadora Claudia Bahamón confiesa que a veces no recuerda qué día es, ni la fecha; solo sabe que estamos en mayo y que estos días se le han hecho eternos…
En su casa, ubicada en una bellísima zona rodeada de bosques en Los Ángeles pasa la cuarentena junto a sus hijos Samuel (12) y Luca (8), su esposo, Simón Brand, y Uva, su perrita. Como todos, ha tenido días buenos y días malos. En familia logran tener armonía para que no estalle la revolución, pues, siendo sinceros, en estos días de reclusión obligada con otras personas, a pesar de que sean miembros de nuestra familia, resulta a ratos frustrante y agobiante para todos.
Claudia pasa sus días entre las tareas de la casa, las comidas, la limpieza, hacer mercado cada dos semanas, el home school de los niños y sus deberes y exámenes, y le queda muy poquito tiempo para ella, tan solo unas cuantas horas que le exprime al día para poder generar su contenido digital. ¿Te suena familiar?
El contraste temporal que se ha creado en esta época de covid-19 nos ha generado muchos desafíos, y a las madres, el gran corazón de nuestras casas, algunos momentos de desesperación doméstica. ¡Tranquilas! No nos convierte en malas mujeres o en pésimas amas de casa el aceptar que esta época ha sido muy dura. “¡Ya quiero que se acabeeeeee y poder salir a la calle a abrazar a la gente!; me hace falta ese contacto con los otros”, grita la blonda opita.
Por eso quisimos rendir un homenaje tanto a Claudia como a las miles de mujeres y madres que en estos últimos meses hemos sido casi una especie de superheroínas, ya no vestidas con tacones e impecablemente bien arregladas, sino que lucen ropa holgada y cómoda y muy poco o casi nada de maquillaje. “Un aplauso para todas las mujeres que, al igual que yo, viven un balancín de emociones. Y algunos días desean que su príncipe azul vuelva a convertirse en sapo y buscan consuelo en la comida (o en el vino)”, revela entre risas.
El confinamiento es una situación rara para los seres vivos, aunque la nuestra ha de considerarse privilegiada comparada con la de miles de personas que no tienen techo ni el calor de un hogar. El no poder disfrutar una libertad que dábamos por descontada nos cuesta. Sin embargo, estamos experimentan
do una nueva existencia, por lo tanto, hay que renovarnos, pero sobre todo volvernos más conscientes y entender que el planeta nos está pasando una cuenta de cobro.
Claudia nos abrió las puertas de su casa junto con Samuel, Luca, Claudia Jaramillo, su mamá –quien estaba a punto de viajar a Colombia cuando cerraron las fronteras–, y de Uva, para pasar un rato con ustedes, nuestros queridos lectores.
¿Qué es lo que más has extrañado en estos meses de cuarentena?
A la gente. Ya quiero salir y abrazar a todos y que a nadie le de miedo, que caminemos y vivamos normal. Siento que todas las energías están trastocadas un poco.
El otro día hacías una reflexión sobre el estar en pareja en Instagram. ¿Cómo les ha ido con Simón estando 24/7?
Yo adoro a Simón, pero él no tiene la culpa de que ya necesitemos un respiro; no porque no queramos estar juntos, pues por más de que meditemos, respiremos, hagamos ejercicio, comamos saludable y tengamos la esperanza, si no hay trabajo, nos perjudicamos todos. Siento que con Simón somos cada vez más intolerantes y nos miramos y decimos ‘no, así no puede ser’. Y no solamente entre nosotros, sino con los niños, con el perro, ¡con todo!... Esto ya tiene que acabar.
Pero también ha tenido cosas buenas esta época...
Sí, pero las tres primeras semanas (risas). ¡No me digan que al día 52 todavía estamos en las mieles del amor, de estar felices todos juntos! (risas).
¿Cómo ha sido este tiempo en casa?
He pasado por todos los sentimientos posibles que un ser humano pueda tener, desde paz, serenidad, amor, recogimiento, apreciación de la vida, la familia, valoración de todo lo que tengo, hasta momentos de ansiedad, pánico y zozobra. He llorado, me he reído, he pensado que esto es una mentira, que me están engañado...
Acabamos de celebrar el mes de las madres en Colombia. ¿Qué tipo de mamá eres?
Hay dos maneras de educar, y son la autoritaria y la permisiva, y yo creo que estoy en la mitad; soy alcahueta, pero me gusta que entiendan que hay una autoridad. He llegado a momentos de autoritarismo cuando no logro que ellos entiendan, pero también los dejo ser, que puedan equivocarse, que exploren y que se volteen y te pregunten si estuvo bien o mal hecho.
¿Cómo es tu relación con Samuel y cómo es con Luca?
Tenemos relaciones bastante particulares. Con Samuel siento que soy más amiga, él tiene una confianza impresionante conmigo, me cuenta todo lo que tiene que ver con sus amigas; está en la preadolescencia. Soy más una mamá mimada, no quiero que crezca. Luca es un payaso, es divertidísimo, es exageradamente especial, supremamente detallista. Por ejemplo, desde que se murió mi papá, todos los días me dice una frase que me decía
Cada día me parezco más a mi mamá en la impaciencia, pero todos los días agradezco su amor y el tiempo que nos ha regalado a mis hijos, a Simón y a mí”.
claudia bahamón
mi papá: "Te adoro como a la taza del inodoro". ¡Muero por ambos!
¿Sientes que como mamá te has equivocado en algo?
Sí, yo creo que sí, y es porque uno muchas veces se llena de rabia, se vuelve intolerante, está irascible, y por más de que quisiera mantener esa calma, no siempre puedo manejarla. A mí me gusta pedirles perdón, algo que nunca viví en mi infancia y adolescencia, pues mis papás nunca me pidieron perdón, a sabiendas de que en algún momento se equivocaron.
Hacemos esta sesión de fotos junto a uno de tus grande amores, Claudia, tu mamá. ¿Qué significa ella en tuvida?
Somos muy amigas, nos adoramos, aunque peleamos mucho, porque como nuestra relación era tan cercana, nos reclamábamos mutuamente. Ahora que ella es la abuela alcahueta, esas son nuestras peleas de hoy, pues hace lo que se le da la gana con mis hijos y me provoca ahorcarla (risas).
Tus hijos mueren de amor por ella, al igual que Simón...
Mi mamá ha estado con nosotros todo el tiempo, pese a la distancia. Mis dos hijos lograron pasar la noche derecho cuando eran bebés gracias a ella. Es la mejor nana del planeta, la mejor abuela, la mejor mamá. No se cansa, tiene una