Guía práctica para aprender a meditar
Silenciar tu mente, expulsar de tu organismo la angustia, el dolor, la preocupación y conectarte con el universo, reforzando el lazo invisible entre tu cuerpo físico y tu espíritu, es posible. En estos días de cuarentena, encuentra la luz interior por medio de la meditación. Te enseñamos cómo hacerlo.
{E}Están siendo complicados estos días, ¿verdad? De lunes a domingo amaneces con dolor de cabeza y te cuesta conciliar el sueño y terminas hasta las 3 a.m. con el celular en mano. También andas con vértigo por saber las cifras de enfermos (y fallecidos) por el covid-19. Te angustias por la salud de tu familia y solo anhelas abrazar a tus amigos que se han quedado sin trabajo.
El confinamiento en casa, se hace eterno (por largo y por intenso que sea) y llega un punto en el que extrañas tu vida normal, con trancones, estrés, afanes y todo.
La meditación es una técnica milenaria que promueve los espacios de silencio y concentración. Independientemente de la creencia que profesemos, la ciencia y la investigación han comprobado que quienes tienen este hábito pueden superar los bloqueos emocionales más fácilmente e incluso potencializar sus habilidades intelectuales. Un estudio publicado en el Journal of Internal Medicine, de la Sociedad Médica Estadounidense, reveló que los pacientes que sufrían depresión, ansiedad, estrés, insomnio, fibromialgia, adicciones, diabetes, enfermedades cardiacas, cáncer y dolores crónicos mostraron mejoría en sus síntomas luego de aprender a meditar. Richard Davidson, psicólogo de la Universidad de Wisconsin, ha
creado un nuevo campo de estudio denominado neurociencia contemplativa, que analiza los efectos de la meditación en el cerebro. Davidson ha reunido suficientes pruebas científicas para demostrar que el funcionamiento del cerebro, al igual que el de los músculos del cuerpo, se puede fortalecer al cambiar los hábitos de pensamiento.
Paso a Paso
Antonina Canal, directora de la academia de yoga, danza oriental y conciencia Prem Shakti, profundiza sobre la práctica de la meditación y nos da tips para que todos podamos incluirla en nuestra cotidianidad. “El objetivo de la meditación es silenciar la mente, concentrarse en el aquí y el ahora. Para eso hay que despejar los pensamientos, pues ellos son como las nubes en el cielo, no nos dejan ver con claridad el esplendor. Sin embargo, para lograrlo es necesario hacer un entrenamiento”.
Antes de empezar a meditar, Antonina recomienda darnos un baño, ponernos ropa cómoda y limpiar el espacio. Luego, en un lugar silencioso, íntimo, donde nos sintamos seguros y en paz, prendemos una vela blanca y, mientras observamos la llama, sentados en el piso con las piernas cruzadas (o en flor de loto), nos concentramos en la luz que emana y respiramos profunda y tranquilamente por la nariz. Sentimos que el aire entra y sale mientras nuestra mente permanece en blanco, enfocada en la luz y en la respiración. “Si