Doctora Luisa Galindo
Es médica de la Universidad del Rosario y Dermatóloga de la Universidad Nacional de Colombia. Desde Dermobog ha ayudado a cientos de pacientes con problemas cutáneos, así como a quienes buscan procesos de rejuvenecimiento facial.
La dermatóloga encontró en la telemedicina una tremenda herramienta. Desde hace tiempo le había dado vueltas a esta práctica y, finalmente, con la llegada de la covid-19, la consulta virtual se instaló en su vida y encajó a la perfección. Durante los primeros meses de cuarentena, la doctora Galindo pudo seguir atendiendo de esta manera a sus pacientes, quienes por causa del mismo confinamiento se vieron abocados a solicitar los servicios de su dermatóloga de cabecera. El acné, la rosácea, la dermatitis y la alopecia son patologías que han aumentado considerablemente durante este tiempo, debido al estrés, la mala alimentación o el uso en exceso de geles antibacteriales, entre otros factores.
“Debemos seguir manteniendo rutinas de autocuidado. No podemos rendirnos ante el desespero ni dejar todo el tema de seguridad en el papel. Por eso, mi invitación es a evitar desplazamientos innecesarios. He comprobado que la mayoría de las consultas se pueden resolver a través de la telemedicina con mejorías y resultados igualmente buenos. Las puertas del consultorio estarán abiertas, por supuesto, pero solo para casos puntuales o cuando sea necesario realizar procedimientos: láser médico y estético, toxina botulínica, limpiezas faciales, etcétera”.
Para esto, ya se prepara con todos los protocolos de bioseguridad que exige el Ministerio de Salud, como toma de temperatura, desinfección de manos, elementos de protección para todo el personal en el consultorio, agendas en las que solo entra una persona a la vez y desinfección de todas las áreas después de cada paciente.