Dieta espiritual: para adelgazar el alma y el cuerpo
Un revolucionario programa eliminaría todo lo que sobrecarga tu vida para así poder bajar de peso. Se trata de una interesante teoría que nos hace pensar en cómo estamos enfocando nuestra existencia y cómo cambiando algunas actitudes, podríamos sentirnos mejor con nosotros mismos.
{N}Normalmente cuando la báscula indica exceso de peso solemos acudir a una infinidad de regímenes para quitarnos esos molestos kilos, a los que muchas veces les atribuimos nuestro malestar interior, pero, ¿qué pasa cuando las libras de más realmente no son físicas sino emocionales?
“esos kilos de sobra no son el principal causante de la infelicidad humana, hay otras cargas mucho más tóxicas de las que deberíamos deshacernos para poder caminar ligeros y proporcionarle a nuestra vida la silueta que merece”, asegura el psicólogo y autor español Francesc miralles*.
el escritor encontró la inspiración para escribir este texto, mientras entrevistaba a un hombre que había seguido toda clase de dietas para perder peso y nunca lo consiguió, por eso diseñó el régimen espiritual, planteando un sistema organizado en 24 semanas. el programa tiene como misión limpiar las áreas de nuestra vida donde suelen instalarse las actitudes tóxicas y los errores de peso que, al perpetuarse, acaban formando bolsas de infelicidad que dificultan nuestro rumbo cotidiano.
su propuesta es muy original. Plantea que en lugar de adelgazar la cintura, adelgacemos el espíritu, pues, según él, dedicamos demasiado tiempo a la talla de pantalón y muy poco a la talla personal y al alivianar el alma, el peso también se reduciría.
¿Cuál es la comida más nociva para el alma? “Una de las más perjudiciales, sin duda, es depender de las opiniones ajenas, que es una fuente constante de dolor y baja autoestima. también deshacerse del estrés, la ira, el miedo, la apatía y la impaciencia, pues son los mismos lastres que han acompañado a la humanidad desde las primeras culturas conocidas, siendoparte del hardware humano. Nadie puede definir qué es la felicidad, pero la infelicidad sí sabemos desde hace miles de años qué actitudes las provocan”.
Para Ponerla en Práctica
Primero debemos empezar a destruir al gigante que habita nuestro ser, que es la vanidad, este gran tirano, destructor de la armonía y de la serenidad. es importante darnos cuenta de que engalanar nuestro espíritu y llenarnos de regalos verdaderos como la compañía de buenos amigos y de positivos momentos junto a nuestros seres queridos es lo que le sirve a nuestra alma.
La práctica del desprendimiento material es clave porque en vez de sacar a flote el ego, deja florecer la humildad.
Respetar a todos por igual. el respeto brinda paz, amor, sosiego y armonía.
Convertirse en una persona bondadosa y la generosa, prácticas que están conectadas con el progreso. La tolerancia de vivir sin ego nos permite entrar a una rueda o a un circuito de prosperidad y confianza, en donde nos sentimos seres humanos útiles para la sociedad.
Máximas 'quita Peso' emocional
eliminar las conductas autodestructivas
Fomentar hábitos que promueven la eficacia y el optimismo
Liberarnos de los bucles mentales no productivos aumentar nuestro ancho de banda existencial trabajar con expectativas que nos aportan beneficios vitales erradicar las adicciones mentales
¿Eres católica? Los cuatro pasos de la dieta religiosa**
Esquelética, robusta, con sobrepeso… ¿Cómo está nuestra alma? En estos días de confinamiento, es aconsejable hacer este régimen:
1. Acudir con un nutriólogo espiritual. Éste puede ser un buen confesor que te vaya orientando según tu estado actual. Él puede recomendarte cuáles son las mejores vitaminas y alimentos para fortalecer tu alma.
2. Tres veces al día: oraciones y agradecimiento a Dios. Alimento primario y primordial para la dieta espiritual, después de haber hecho una confesión, es el nutrir el alma con la Eucaristía, que podrás retomar cuando reabran las iglesias. También puedes rezar el Rosario. Por estos días, personajes como Rochi Stevenson (@rochistevenson) y Diego Pachón (@ diego_pachon) lo están orando todos los días a las 3 p.m. para que te conectes vía Instagram con ellos y ores acompañada. 3. El sacrificio físico nos ayuda a orientar la potencialidad de nuestras pasiones hacia bienes espirituales. Este ayuno puede ser también de la televisión, el Internet, esos chocolates que no paras de comer, etc. 4. Sazonar la vida con el condimento que va bien con todo: la fe. Qué alegría interior cuando todo se ve desde una perspectiva sobrenatural. El que ve todo desde el
De poco sirve seguir una dieta si no tenemos las herramientas para enfrentarnos a emociones como la ansiedad, los nervios, el estrés o la soledad".
revela el español Francesc Miralles.
bien, obra el bien; el que no, sus acciones están destinadas a la oscuridad, al desazón, al mal gusto.
¿Qué alimentos consumir?
Existen ciertos alimentos comprobados que ayudarían a reducir los malos pensamientos, el estrés y la ira, así como los efectos nocivos que estos tienen en nuestra salud. Margarita Arango, nutricionista de la Universidad Javeriana recomienda una dieta balanceada y saludable, “con las cantidades adecuadas de nutrientes, así como ejercicio, podemos mejorar tanto nuestra salud mental como física y prevenir muchos de los efectos secundarios de una vida llena de tensión y de agobio”.
Los carbohidratos complejos (como los cereales integrales), son una parte fundamental de la dieta. Estos contribuyen a la producción de serotonina a nivel cerebral, neurotransmisor capaz de brindar un sentimiento de bienestar y relajación. Los vegetales verdes, amarillos y naranjas así como las frutas son ricos en vitaminas y minerales, los cuales son necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmune.
Las vitaminas del complejo B juegan un papel muy importante en el sistema nervioso. Su deficiencia puede producir problemas emocionales, insomnio, debilidad, confusión y depresión.
El magnesio es un mineral de suma importancia para la vida. Interviene en la formación de neurotransmisores y en la relajación muscular, entre otras funciones. Actúa tanto como energizante y calmante en nuestro organismo. En la dieta lo encontramos en las semillas, almendras, harina de soya, maníes, legumbres, nueces y hojas verdes.