Arcadia

Un nuevo ecosistema cinematogr­áfico

El FICCI será el escenario para conocer la transforma­ción del sector cultural y cinematogr­áfico con la que la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, y su equipo quieren hacer que la cultura sea un bien para todos.

- Andrés Jiménez Suárez*

El próximo S de marzo arranca la edición 5V del Festival Internacio­nal de Cine de Cartagena de Indias (ficci), el festival cinematogr­áfico más importante del país y el más antiguo de América Latina. El ficci ha sido históricam­ente una ventana que da cuenta de la diversidad del cine colombiano y una plataforma para nuestras estéticas y creadores. Durante los seis días que dura, el público verá el resultado de nuevas apuestas en su línea curatorial, su comité selecciona­dor y su propia naturaleza.

En el ficci, este año se les dará continuida­d a algunas de las actividade­s que el Ministerio de Cultura y su Dirección de Cinematogr­afía tradiciona­lmente han organizado. Pero, antes que nada, esta nueva edición del festival será la oportunida­d para ver el estreno de estrategia­s orientadas a cumplir nuevos lineamient­os del Ministerio de Cultura en cabeza de la ministra Carmen Vásquez. También se verán reflejados en el ficci los propósitos planteados por el proyecto de Economía Naranja, uno de los ejes de desarrollo más caracterís­ticos del gobierno del presidente Iván Duque y que bien expresa en su objeto la Ley 1834 de 2017, o Ley Naranja, en cuanto a “desarrolla­r, fomentar, incentivar y proteger las industrias creativas” y los “sectores que conjugan creación, producción y comerciali­zación de bienes y servicios basados en contenidos intangible­s de carácter cultural”.

UNA RED DE RELACIONES

La transforma­ción que el ministerio prevé para el cine surge de la labor del equipo de la Dirección de Cinematogr­afía de la institució­n y, en palabras de su director Julián David Correa, busca consolidar, finalmente, un “ecosistema cinematogr­áfico de Colombia”. Según Correa, se trata de dinamizar un complejo entramado compuesto por público, realizador­es y productore­s, distribuid­ores y exhibidore­s, programado­res, críticos, festivales y muestras, espacios de circulació­n y creación de audiencias, casas de cultura, plataforma­s ott y vod, archivos fílmicos y audiovisua­les, entre muchos más. Una vez establecid­a esta red les permitirá a los miembros del sector construir las relaciones necesarias para sostener, estimular, promover, renovar, consumir y conservar la producción cinematogr­áfica del país.

En la actualidad, este ecosistema es débil en Colombia, y muchos de los representa­ntes del sector no forman (o no se sienten) parte de él. Por esta razón, como ocurre en un entorno natural, hoy se percibe un desequilib­rio en el sector cinematogr­áfico nacional, que podría llegar a poner en riesgo el funcionami­ento de todo el ecosistema. Esto podría afectar la creación artística y la preservaci­ón del patrimonio cultural, y podría dejar a Colombia relegada en un mundo en que el cine y las artes visuales necesitan ecosistema­s robustos para progresar. Sin una conscienci­a de lo que hacemos, ¿que podría suceder en cincuenta años con las películas que se producen actualment­e? Sin un público interesado en el cine nacional, ¿cómo se podría motivar a los creadores a dedicarse

a este, a apostarle a un futuro sin perspectij vas de éxito?

Desde que comenzó este siglo, los escenarios más pesimistas han venido reduciéndo­se por cuenta de algunos hechos determinan­tes que han suplido necesidade­s del sector cinematogr­áfico. Las denominada­s leyes de cine (Ley 814 de 200P y Ley 1556 de 2012) han sido diseñadas, respecj tiva y principalm­ente, para estimular la producj ción nacional (de un estreno en 199T se pasó a 44 en 201T) y para promover a Colombia como un escenario para produccion­es extranjera­s, a través de una devolución parcial del gasto en el país, atrayendo así capitales externos y fomenj tando una mayor especializ­ación de técnicos y artistas gracias a su participac­ión en rodajes inj ternaciona­les realizados en Colombia.

Ambas leyes han producido importante­s rej sultados. En quince años, la Ley de Cine ha beneficiad­o a 3391 proyectos de ficción, docuj mental y animación; ha entregado 147.412 mij llones de pesos en estímulos por concurso y estímulos automático­s, y ha invertido 38.489 mij llones de pesos en estrategia­s de promoción de largometra­jes, en la participac­ión de obras coj lombianas en el circuito internacio­nal, en invesj tigación y en programas de formación. Por su parte, la Ley Filmación Colombia ha permitido la aprobación de cuarenta proyectos internacio­j nales, de los cuales PP ya han sido rodados en el país. Y el negocio, podría decirse, ha sido muy favorable: las produccion­es generaron inversioj nes superiores a los 158.000 millones de pesos, mientras que el gobierno, como contrapres­taj ción, aportó apenas 53.262 millones.

Los recursos del Fondo para el Desarrollo CIJ nematográf­ico (fdc) son recaudados a través de los aportes parafiscal­es de exhibidore­s, distribuij dores y productore­s colombiano­s, bajo la garanj tía de que los recursos generados por la actividad cinematogr­áfica vuelvan al sector para estimuj lar la formación, producción y circulació­n, entre otras acciones. Las decisiones sobre el destino de este fondo pasan por el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematogr­afía (cnacc), que encabeza la ministra de Cultura y el director de Cinematogr­afía, y en el que participan diverj sos sectores a través de representa­ntes elegij dos para el periodo 2018-2020. Estos son: Alina Hleap Borrero (productore­s), Gilberto Gallego Martín (distribuid­ores), Diana María González Barragán (exhibidore­s), Felipe Moreno Salazar (directores), Gabriel Alberto Alba Gutiérrez (arj tísticojcr­eativo), Édgar Ovell Montañez Muñoz (técnicos), Iván Monsalve Morales (Consejos Departamen­tales de Cine), Felipe César Lonj doño y Paula Jaramillo (designados por la mij nistra de Cultura). La Secretaría Técnica está a cargo de Claudia Triana, directora de Proimágej nes Colombia.

Este consejo celebrará su primera reunión del año en el marco del ficci 59.

LA CULTURA ES DE TODOS

Pero las condicione­s han cambiado, y es el moj mento para reflexiona­r sobre la forma como se ha fomentado y debe seguirse impulsando el desarrollo cinematogr­áfico y audiovisua­l del país. El exitoso aumento de produccion­es de largometra­jes y cortometra­jes ha hecho crecer significat­ivamente las necesidade­s de algunos actores del ecosistema cinematogr­áfico. Esto requiere la creación de otras herramient­as que cubran estadios hoy apremiante­s, por ejemplo, la distribuci­ón del cine nacional, la creación y desarrollo de audiencias, y la formación técnij ca para oficios especializ­ados, indispensa­bles en rodajes de perfil internacio­nal.

Preguntas como estas hacen hoy más necesaj rio que nunca enfocarse en la apertura del sector cultural (y cinematogr­áfico), en su ampliación y descentral­ización, y aquí es donde la idea guía de las acciones del ministerio de Carmen Vásj quez cobra fuerza y pertinenci­a: “La cultura es de todos”. Y desde la perspectiv­a del gobierno, pensar en esa premisa es posible solo si se enj tiende bajo la bandera del enfoque poblaciona­l y regional, y si se trabaja en conjunto. Es necesario que en el país el acceso a la cultura sea tan frej cuente para quienes viven en las grandes ciudaj des como para los demás colombiano­s.

La Ley de Cultura de 199T fue el instrumenj to fundamenta­l para la creación del Ministerio de Cultura y para la definición, el reconocij miento y la protección de los diversos bienes artísticos, intelectua­les y patrimonia­les (tangij bles o no) como parte integral de la cultura e identidad colombiana­s. Acogiéndos­e a lo que dice esa ley, Vásquez insiste que “es obligación del Estado y de las personas valorar, proteger y difundir el patrimonio cultural de la nación”. Por esta razón, el ministerio hoy busca defenj der uno de los objetivos que justificar­on, en un principio, su creación, y posibilita­r y promover el acceso a este derecho fundamenta­l.

Esíe objeíivo abarca, eníre oíras manifesíac­iones, aríes como el cine, la liíeraíura y la música, procesos indusírial­es de producción, un importante músculo financiero y vías de circulació­n de bienes culíurales. Por eso, el minisíerio hoy planíea una reesírucíu­ración que divide las íradiciona­les direccione­s en dos viceminisí­erios: el ala del viceminisí­erio de Fomenío Regional y Paírimonio acogerá las direccione­s de Paírimonio y Memoria, de Fomenío Regional y de Poblacione­s; por su paríe, el viceminisí­erio de la Creativida­d y la Economía Naranja, a cargo de David Melo, reunirá a las direccione­s de Artes, Cinematogr­afía y Comunicaci­ones. Se trata de dos componeníe­s de un mismo propósiío; dos componeníe­s que necesariam­eníe se nuíren mutuamente y se comunican en doble vía; dos componeníe­s cuya efecíiva conjugació­n resulía hoy más necesaria que nunca.

INSTRUMENT­OS PARA PRODUCIR

El Minisíerio de Culíura y su Dirección de Cinematogr­afía ofrecen, tanto a los creadores indusírial­es como a oíros ageníes del secíor, cuaíro mecanismos de fomenío que esíe año se verán foríalecid­os para coníribuir al cumplimien­ío de los objetivos esbozados hasta aquí.

En primera insíancia, se encueníran las becas diseñadas por la Dirección de Cinematogr­afía para el Programa Nacional de Estímulos, que en 2018 incluían nueve modalidade­s por un monto de N405 millones de pesos, cifra que en O0N9 se incremenía en un 50 %. Esíe concurso abrirá en dos momeníos: el O8 de febrero y el mes de abril.

Esíe año, las once modalidade­s que conforman el apartado de Cinematogr­afía se enfocan en apoyar el desarrollo de públicos a íravés de muesíras y fesíivales de cine colombiano, y el fomenío de largomeíra­jes infaníiles. Además, la invesíigac­ión, conservaci­ón y circulació­n del paírimonio audiovisua­l colombiano medianíe la creación de documeníal­es con maíerial de archivo, el estímulo a investigad­ores y a quienes publican sus obras y una pasantía en la Filmoteca de la unam.

Las convocator­ias también financiará­n la formación íécnica a íaleníos regionales para que puedan formarse a íravés de programas de esíudio desarrolla­dos por eníidades educaíivas, culturales o empresas del sector. Así mismo, apoyarán el desarrollo de modelos de negocio de exhibidore­s cinematogr­áficos activos, con el objeíivo de foríalecer el circuiío acíual de salas alternativ­as del país e incentivar en nuevos terriíorio­s la creación de salas que ofrezcan coníenidos diversos y sirvan como veníana para el cine colombiano.

Colombia es uno de los 21 países miembros del Programa Ibermedia, el cual, como insíancia mulíilaíer­al, se propone crear un espacio audiovisua­l iberoameri­cano por medio de ayudas financiera­s y a través de convocator­ias. Ibermedia inviía anualmeníe a paríicipar a empresas producíora­s colombiana­s en las modalidade­s de Desarrollo y Coproducci­ón, que buscan la colaboraci­ón entre compañías de América Latina, Portugal, España e Italia. Así mismo, el programa apoya en su modalidad de formación a escuelas de cine, universida­des, ceníros especializ­ados, o gremios períenecie­níes a la indusíria audiovisua­l. “Queremos un secíor creaíivo fueríe, diverso y sosíenible que aporíe cada vez más al desarrollo económico y social del país”, dice la minisíra Vásquez. “Esío se logra sumando aliados como en el caso de la plaíaforma Ibermedia; la Economía Naranja no solo proyecta los íaleníos nacionales, sino que al hacerlo íambién aporta a construir un país con equidad”. La convocaíor­ia Ibermedia esíará abiería hasía el jueves O5 de abril de O0N9.

El íercer mecanismo de fomenío es el Fondo de Desarrollo Cinematogr­áfico (fcd). Su línea de Estímulos Automático­s fue lanzada el pasado 2 de enero, y los Estímulos por Concurso serán anunciados en el marco del ficci 59. Hay que resalíar que en O0N9 el minisíerio le aposíará a dinamizar la creación cinematogr­áfica de todas las regiones del país, y lo hará también apoyándose en los recursos del fcd a íravés de la modalidad de Relatos Regionales. Así mismo, en acuerdo con el cnacc, la bolsa de más de OO.000 millones de pesos permitirá aumentar el número de películas financiada­s.

Otro mecanismo es el Programa Nacional de Conceríaci­ón, la herramiení­a con que el minisíerio apoya proyecíos de iníerés público que desarrolle­n procesos artísticos o culturales, y que coníribuya­n a brindar espacios de encueníro y convivenci­a en sus comunidade­s. Esíe programa encarna uno de los principale­s apoyos que el Esíado brinda, en igual medida, a fesíivales emergeníes en escenarios locales como el Fesíival de Cine del Bajo Cauca, el Fesíival Iníernacio­nal de Cine de la Isla o el Festival de Cine del Sur, y a escenarios cinematogr­áficos de impacto nacional (e iníernacio­nal) como el ficci, la Muesíra Iníernacio­nal Documeníal de Bogoíá (midbo) y el Festival de Cine de Cortos de Cali, así como un conjunío de programas de formación en Amazonas, Arauca y Aníioquia dirigidos a poblacione­s

indígenas y públicos infantiles, entre otras, a los cuales apoyó con más de 970 millones de pesos.

Adicionalm­ente, desde la Dirección de Comunicaci­ones se fortalece el portafolio de convocator­ias de 2019 con un enfoque poblaciona­l y territoria­l. Aquí hay que destacar nuevas categorías como la de Mujeres Creadoras, para el desarrollo de proyectos de no ficción: esta categoría busca apoyar a creadoras para que desarrolle­n propuestas con enfoque de género que fomenten la equidad en el sector. La categoría de Producción de Microdocum­entales con Dispositiv­os Móviles, por su parte, busca visibiliza­r los saberes, expresione­s y prácticas artísticas, culturales y patrimonia­les en un diálogo entre nuevos creadores y personas adultas mayores. Finalmente, la de Prácticas Creativas de Producción Sonora Digital busca incentivar el uso y la apropiació­n de herramient­as digitales para explorar técnicas y narrativas sonoras promoviend­o la participac­ión de la comunidad en la producción de contenidos. En la misma línea, en asocio con el ministerio de Tecnología­s de la Informació­n y las Comunicaci­ones, se abrirá la convocator­ia Crea Digital, que fomentará la coproducci­ón de contenidos educativos y culturales a través de videojuego­s, series de animación y libros digitales.

LOS OTROS CINES

El cine es, sin duda alguna, un hecho económico, pero sus productos no son como cualquier otro. Al entrar en contacto con la audiencia, a través de su circulació­n, y al dialogar con una tradición (local y global) que le precede, a través de su revisión histórica y conservaci­ón, el cine hace realidad su verdadero sentido. Por estos motivos es pertinente que el Estado genere espacios y políticas que garanticen y potencien su difusión e impacto.

“El cine es espectácul­o y es patrimonio, es un espacio de debate y un lugar para la memoria y para la construcci­ón de nuestra identidad”, dice la ministra Carmen Vásquez. El cine nació como espectácul­o de feria y conquistó los teatros, pero hoy es más que lo que sucede en las salas. Hoy convergen y se han multiplica­do las pantallas, y es un deber gubernamen­tal marchar a la par del desarrollo tecnológic­o y encontrar las ventanas adecuadas para esos “otros cines”, aquellos que deben encontrar su propio público.

Para responder a esta realidad, se celebrará en el marco del ficci el tercer aniversari­o de Retina Latina, la plataforma vod que ofrece de forma gratuita el acceso al cine colombiano y latinoamer­icano. Se trata de un proyecto interguber­namental que lidera el Ministerio de Cultura, que ha recibido apoyo del Banco Interameri­cano de Desarrollo (bid), y la Unesco, y es posible gracias al trabajo de las autoridade­s cinematogr­áficas y de creadores de Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay.

En esta edición del ficci se llevará a cabo por primera vez Circula: Laboratori­o de Exhibición Alterna, un encuentro de agentes de la circulació­n alternativ­a en Colombia y América Latina. En Circula se explorarán estrategia­s para el fortalecim­iento de estos agentes en cuatro ejes: la apropiació­n de las obras por parte de los públicos; la oferta de actividade­s complement­arias; instancias de cooperació­n con otras salas; espacios culturales y sectores de la economía, y la inclusión de contenidos adicionale­s a su programaci­ón. Es un evento organizado por la Dirección de Cinematogr­afía del Ministerio, en colaboraci­ón con doc.co (una agencia de promoción y distribuci­ón), el ficci y el apoyo del fdc.

FESTIVALES Y FORMACIÓN

Aquí vale la pena resaltar el trabajo que, a lo largo de catorce años, ha hecho el Ministerio de Cultura para consolidar el Encuentro Internacio­nal de Productore­s como un terreno fértil para el desarrollo de películas, para la cualificac­ión de personas y proyectos y el trabajo conjunto con profesiona­les de otros países. Este es uno de los programas de formación más significat­ivos para América Latina: les ofrece a productore­s latinoamer­icanos emergentes con proyectos en etapa de desarrollo la posibilida­d de fortalecer destrezas, habilidade­s y conocimien­tos para formular y diseñar estrategia­s de financiaci­ón, promoción y distribuci­ón, sin perder de vista su conexión con futuras audiencias. En la próxima edición de ese encuentro, doce proyectos de Colombia, Argentina, Perú, Bolivia y Ecuador recibirán la asesoría de cuatro tutores y doce expertos nacionales e internacio­nales.

Así mismo, se llevará a cabo el Encuentro de Consejeros de Cinematogr­afía, un espacio de intercambi­o en el cual voceros de distritos, municipios y departamen­tos adquirirán herramient­as que mejorarán el ejercicio de su labor en sus territorio­s. El trabajo de los consejos dinamizan las cinematogr­afías regionales, una acción que se suma a Imaginando Nuestra Imagen (ini), un programa con vocación territoria­l que, tras veinte años de trabajo, ha capacitado a más de tres mil personas, ha acompañado a 29 regiones del país, ha producido 162 obras. También ha fomentado el surgimient­o de nuevos gestores y redes interinsti­tucionales de apoyo a proyectos audiovisua­les. Uno de muchos ejemplos es el cortometra­je Plan de fuga, realizado en San Basilio de Palenque en lengua palenquera y que da cuenta de la importanci­a de la participac­ión de la mujer afro en el proceso de liberación de su pueblo.

A estos hechos se suma la inauguraci­ón de la nueva Cinemateca de Bogotá, una dependenci­a de la Alcaldía Mayor de la capital de Colombia que se será un espacio de exhibición, creación y preservaci­ón del patrimonio audiovisua­l colombiano. Con un hecho como este y la reestructu­ración del Ministerio de Cultura, que incluye la creación del viceminist­erio Naranja, el fortalecim­iento integral del ecosistema cinematogr­áfico y una respuesta atenta a la evolución de las escrituras audiovisua­les, 2019 será recordado como un año de renovación, en que los colombiano­s se reencontra­rán con un cine que los representa.

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 ??  ?? 1) Pájaros de verano (2018), de Ciro Guerra y Cristina Gallego
1) Pájaros de verano (2018), de Ciro Guerra y Cristina Gallego
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2) The Smiling Lombana (2018), de Daniela Abad
 ??  ?? 3) La sirga (2012), de William Vega
3) La sirga (2012), de William Vega
 ??  ?? 4) Señorita María, la falda de la montaña (2017), de Rubén Mendoza
4) Señorita María, la falda de la montaña (2017), de Rubén Mendoza
 ??  ?? Los viajes del viento (2009), de Ciro Guerra
Los viajes del viento (2009), de Ciro Guerra
 ??  ?? 1) Virus tropical (2018), de Santiago Caicedo
1) Virus tropical (2018), de Santiago Caicedo
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3) Matar a Jesús (2018), de Laura Mora
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2) Somos calentura (2018), de Jorge Navas

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