Arcadia sugiere...
ir a El Chamán. “Un vuelo chamánico por el cosmos del talento local, independiente y emergente”. Así se describe este pequeño establecimiento, que desde hace un año se ha convertido en un enclave imprescindible en el circuito musical autogestionado de Bogotá. A pesar de su tamaño, El Chamán (Calle 57 n.° 9-37), ubicado bajo un letrero neón en una escondida plazuela en la entraña de Chapinero, es hoy uno de los puntos de convergencia clave en torno a la música independiente colombiana, con una programación musical de vanguardia que tiende hacia las exploraciones de ritmos tradicionales híbridos de América Latina. Con presentaciones en vivo, conversatorios, fiestas y vichadas –uno de sus encantos es la oferta de viche tradicional del Pacífico–, este venue, fundado por los jóvenes bogotanos Tomás García y Manuela Echeverry, es uno de los cada vez más escasos espacios culturales para ver, beber y bailar al ritmo de propuestas sonoras locales de pequeña y mediana trayectoria.