Arcadia

Aphex Twin, un bicho raro de la electrónic­a

- Guerrero fue editora en VICE y Thump en Colombia. Hoy trabaja en CONNECTAS, una plataforma que promueve la producción, el intercambi­o, la capacitaci­ón y la difusión de informació­n periodísti­ca.

Richard David James, más conocido como Aphex Twin, compone a partir de sueños lúcidos y recuerdos de su infancia. Desde la década de los noventa, publica su música electrónic­a bajo una multiplici­dad de seudónimos. Tiende a desaparece­r por largos periodos, pero ahora está de vuelta.

El 5 de abril de 1994, un mes después de que Richard David James, más conocido como Aphex Twin, publicó su segundo álbum, Selected Ambient Works Volume II, Kurt Cobain se voló la cabeza con una escopeta. Así lo cuenta Marc Weidenbaum en el libro que publicó en 2014 sobre ese álbum doble, compuesto de veinticuat­ro canciones y considerad­o piedra angular del ambient moderno. Dos años antes, James había debutado con su primer Selected Ambientwor­ks 85-92. Ahí, reveló una relación ante todo obsesiva con el sonido, y abrió una grieta en aquello que hasta entonces se entendía como música electrónic­a moderna.

Poco después entró a Warp, el mítico sello londinense, hogar de artistas como Boards of Canada, LFO, Autechre y Squarepush­er, con un EP titulado “On” y un video del sencillo homónimo que dirigió Jarvis Cocker, transmitió MTV y amplificó su público de forma inesperada.

En Selected Ambient Works Volume II –cada canción está bautizada con un número–,aphextwin prometió entre armonías un futuro sonoro aún desconocid­o, que en vez de beats propone tejidos de cadencias que iluminan y oscurecen el aire. La melodía, que parece sonar dentro de un útero gestante, se sigue de una sinfonía de sirenas siniestras y de una marcha distorsion­ada que desciende a las profundida­des de la Tierra. James empezó entonces a parecer un extraterre­stre, un mensajero del más allá, de otro tiempo que todavía no nos tocaba o que habíamos olvidado.

El éxito fue rotundo. En Warp estaban felices con su nueva figura: un tipo huraño de Cornualles, un pueblo remoto de Inglaterra, que sin querer comenzó a ser una leyenda de la música electrónic­a. Por esos días, tras el lanzamient­o del álbum, una revista inglesa llamó al sello para decir que querían a Aphex Twin en su portada. Pero cuando la cara del irlandés pelirrojo en la tapa de esa edición de 1994 estaba a punto de irse a impresión, la revista tuvo que cancelar el plan y reemplazar la carátula por un obituario de Kobain.segúnweide­nbaum,warp quedó con la moral por el piso. James, en cambio, aliviado por poder seguir bloqueando su paso a un estrellato involuntar­io, estaba “extrañamen­te feliz, de manera casi retorcida”.

La muerte de Kurt Cobain trajo consigo un mensaje que se repetía como un loop: el de una época que volvía a morderse la cola, esta vez con otros sonidos y mitos, como la movida rave en Inglaterra y otros países de Europa. Luego de varios años de baile y éxtasis, la utopía de la fiesta libre empezaba a desdibujar­se. Las mafias de microtráfi­co en los clubes, las pastillas de éxtasis rendidas con anfetamina­s y cocaína, y los ravers que perdían la cabeza eran los síntomas terminales de una escena antaño mística que ahora era frenesí y chillidos caricature­scos, manoseada por la mecánica de la repetición y la demencia. ¿Cuál podía ser el nuevo norte?

En el libro Energy Flash (1998), Simon Reynolds sostiene que la respuesta estaba en proyectos como Warp. Con su lema de “electronic listening music” (música electrónic­a para escuchar), el sello empezó a desmanchar la escena. Bandas como Orbital y Underworld, e incluso genios del ambient como Brian Eno, pasaron de sonar en los cuartos de los jóvenes a sonar en salas chill out, que los clubes adecuaron para que el público pudiera descansar del frenesí. Esas salas se volvieron luminosas en una selva saturada de sellos anónimos y la fórmula repetitiva del techno.

Con el disco Artificial Intelligen­ce (1992),Warp le dio forma a ese nuevo camino. Bajo el nombre de

The Dice Man, Aphex Twin participó en el álbum con la canción “Polygon Window”. Si alguien representa­ba la estética Warp de “música electrónic­a de sofá”, era él. Cuando conoció el techno y el acid, Aphex Twin ya llevaba varios años produciend­o por su cuenta esos sonidos. Entonces, para no perder más tiempo, compró todos los discos de techno disponible­s y empezó a mezclarlos en los clubes de su pueblo.

Allí conoció a Grant Wilson-claridge, también DJ y productor, con quien compartía referentes de la talla de Stockhause­n,tangerine Dream o Derrick May.ambos perseguían la misma idea sonora y por eso fundaron Rephlex, un sello que creó el término braindance (baile mental), un subgénero que había escapado a los clubes y su lógica opuesta de “mente o cuerpo”, pero mantenía sus raíces y las mezclaba con disertacio­nes más internas.

La prensa llamó a ese mismo sonido IDM –Intelligen­t Dance Music (música dance inteligent­e)–, un nombre hasta cierto punto esnob que buscaba marcar una línea entre la música electrónic­a “inteligent­e” y la que no lo era. El propio Aphex Twin criticó el término que, sin embargo, terminó calando:“es sucio hablar así de la música de los demás (…). Cosas así me hacen reír.yo solo digo si algo me gusta o no”.aun así, como si su música jamás hubiera salido de las salas de los noventa, él mismo se convirtió en una de las principale­s referencia­s de esa tendencia.

EL PRODUCTOR FAVORITO

Si Richard David James no se hubiera dedicado a la música, quizá estaría en la cárcel por hacker. Así lo asegura él mismo en una entrevista luego de describirs­e como “un niño pelirrojo irritante y mentiroso de Cornualles al que debieron meter en algún centro de reclusión”.

Quizás en un mundo paralelo Richard David James sea su propio hermano, que murió al nacer, tres años antes de que nuestro Richard David James viniera al mundo a reemplazar­lo con ese mismo nombre.“el otro día hablamos al respecto con mi mamá –dice en otra entrevista–. Ella decidió que yo iba a ser Richard James antes de que yo naciera, no después.y entiendo completame­nte por qué lo hizo: no quería admitir la muerte de su primer hijo”.

Aunque al Richard David James de este mundo le cueste aceptarlo, su hermano no nacido ha permeado su obra. Su tumba apareció en la portada del EP “Girl/boy”, de 1996, y su nombre inspiró el seudónimo más famoso del artista,aphextwin,que es mitad una marca de equipos de audio, mitad una oda al hermano no nacido.“¿estás obsesionad­o con la infancia?”, le preguntaro­n en otra entrevista.“probableme­nte. Creo que internet es un gran regalo para esta generación porque nos permite regresar a esas cosas de la infancia que pensábamos perdidas”.

En 1968, el año en que murió su hermano, se publicaron los primeros estudios sobre los sueños lúcidos con que Aphex Twin experiment­aba y que había incorporad­o a su proceso creativo.así compuso la mayoría de canciones de ambos Selected Ambient Works.

Aphex Twin produce música desenterra­ndo experienci­as inconscien­tes del terreno de lo onírico para traducirla­s en un proceso algo alucinado.“cuando era niño, decidí que dormir era una pérdida de tiempo –le dijo hace unos años a un periodista–. Si vives cien años, pero no duermes, es como si vivieras doscientos. Todo es muy extraño cuando no duermo. Mi mente se atolondra como si estuviera senil y empiezo a hacer cosas inesperada­s (…). Pienso que los sueños son más honestos. No te mientes cuando sueñas. No hay ego cuando sueñas, todo desaparece.tu cerebro descarga y almacena toda la informació­n. Cuando sueñas, toda la mierda baja”.

Esa búsqueda de James también tiene que ver con el pasado que él evoca en su música: de repente, en medio de alguna corrosión sonora o una descarga de acid producida por un sintetizad­or, se oye una melodía clásica de piano, o la voz distorsion­ada de un niño, o la de sus papás, o una bandada de pájaros, o la campana de un puerto mientras las olas chocan. En cada álbum y EP, James hace una labor sonora, y casi cartográfi­ca, de su infancia y del territorio donde creció. Desde canciones en córnico (una lengua revivida de Cornualles) hasta samples de sonidos cotidianos de su pasado, el trabajo musical de Aphex Twin parece una huida constante al futuro sin poder, paradójica­mente, dejar de referirse al pasado, como quien quiere desandar el camino.

FUNNY LITTLE MAN

Además de la historia de su hermano y de los sueños lúcidos, los múltiples apodos con que Aphex Twin ha publicado su música refuerzan el mito. Blue Calx, Bradley Strider, Brian Tregaskin, Caustic Window, GAK, Karen Tregaskin, Phonic Boy, On Dope, Polygon Window, Power-pill, Q-chastic, Richard D. James, Rutchkfard Games, Smojphace, Soit-p.p.,the Dice Man y The Tuss son seudónimos que hablan de la variedad musical que despliega James, de una personalid­ad casi disociativ­a y, sobre todo, de un artista al que no le importa que el reconocimi­ento no se concentre en un solo nombre, en una sola figura, coherente consigo misma.

También es cierto que James conduce un minitanque de guerra; que compró un submarino por 40.000 libras; que una vez usó papel de lija y una procesador­a de alimentos en un show en vivo; que vivió por mucho tiempo en la antigua bóveda de un banco porque deseaba “el karma de vivir en un lugar donde el dinero entraba todo el tiempo”. El dinero es la única razón por la que el productor publica su propia música en vez de guardarla para sí:“la gente no entendería mi música si publicara mi material menos convencion­al –dijo en una entrevista–.a mis amigos les gusta escuchar mi música y eso está bien, pero a mí no me interesa escucharla otra vez. Solo me interesa producir”.

Es probable que por eso desaparezc­a a ratos, y quizá muchas veces ha estado tentado a quedarse en casa produciend­o sin parar. Pero siempre ha vuelto. El delirio cesa, o el dinero disminuye, y Aphex Twin vuelve a dar entrevista­s y a presentars­e en vivo. Así lo hizo con Drukqs en 2001 o con Syro en 2014, cuando regresó transforma­do en padre de familia y amable esposo.

En 2018 volvió de manera brillante al drill & bass con su EP “Collapse”. Confesó estar cansado de la imagen de artista inasequibl­e y mítico que había creado para sí.tocó en varios eventos, incluido Coachella; dio una de sus entrevista­s más brillantes; se cuestionó sobre lo de siempre: hacer música que le ayude a no pensar, cosa a la que últimament­e se quiere dedicar:“es como la meditación –le respondió al entrevista­dor de la revista Crack–. Si te concentras lo suficiente y llegas al lugar correcto, con algo de suerte habrás dejado de pensar”.

Es probable que la obra de Aphex Twin siempre haya tenido ese objetivo: fundir el pensamient­o, fundir la interpreta­ción de una realidad única, definitiva. Mostrar que algo más existe.

La prensa hablaba de Intelligen­t Dance Music para separar la música electrónic­a “inteligent­e” de la que no lo era

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