Protección y transformación, acciones para la sostenibilidad
Intervenciones con pintura para empoderar comunidades, así como una apuesta por la producción responsable y la fabricación de productos que cuidan el medioambiente, son algunas de las actividades con que Pintuco le da color a la sostenibilidad.
Las calles céntricas de Rionegro, Antioquia, se abren al arte urbano gracias a los muros que sirvieron de lienzo a artistas locales, que por medio de once murales narran la historia de su municipio y se suman así al color de las fachadas de seiscientos predios. Lo hacen para transformar el centro de esta población, declarado bien de interés cultural de carácter nacional en 1963.
Revitalizar el centro histórico de Rionegro para que sus habitantes se apropien de su historia y del cuidado de sus calles fue uno de los propósitos del proyecto “Rionegro, el color de nuestra historia”, que desarrollaron la alcaldía municipal y la Fundación Pintuco en 2019.
Para esta fundación, encargada de la gestión social de Pintuco y de las compañías del grupo empresarial Orbis, el color es el elemento que permite materializar los imaginarios y las dinámicas de los territorios, y así hace visible el trabajo que se realiza con las comunidades para fortalecer la convivencia y recuperar el espacio público. Solo en 2019, a través de sus intervenciones se beneficiaron más de treinta mil personas en el país.
COLOR Y MEDIOAMBIENTE
La pintura de Pintuco es el insumo principal de la fundación en todas sus intervenciones. Se trata de recubrimientos que forman parte del portafolio decorativo de la compañía; son libres de metales pesados desde hace más de quince años, cuidan la calidad del aire debido a que son bajo o cero
voc (Compuestos Orgánicos Volátiles) y son elaborados en la primera planta de pinturas de Colombia certificada carbono neutro.
Consciente de los desafíos que trae el siglo
xxi, Pintuco ha transformado sus operaciones en las últimas dos décadas, apostándole a la producción responsable y poniendo en práctica conceptos como ecoeficiencia y economía circular, que le permiten aportar a los desafíos de la construcción de ciudades sostenibles y en línea con los ods (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
La calidad de sus productos es un criterio innegociable para la sostenibilidad de la compañía. Por eso desde sus inicios, hace setenta y cinco años, se apalanca en tecnología e innovación para ofrecer un portafolio de productos fáciles de aplicar y con alta durabilidad, que contribuyen al cuidado del medioambiente y de la salud.
POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
De acuerdo con Juan Carlos Moreno, presidente de Pintuco, “en la compañía, además de las iniciativas sociales gestionadas por la fundación, trabajamos mejorando las condiciones de empleo y la formalización de los pintores y maestros de obra en Colombia, a través de nuestro programa Fanáticos Pintuco, que ha contado con cerca de setenta mil asistentes en diferentes cursos y ha capacitado a más de doce mil pintores y maestros de obra en los últimos cinco años en Colombia”.
Como aporte al desarrollo económico del país, Pintuco también le apuesta al crecimiento de startups, emprendimientos que forman parte de su ecosistema de innovación y lo apoyan en la búsqueda de nuevos servicios y productos en línea con la sostenibilidad.
Además, por medio del programa Voluntariado Corporativo, creado en 2010, los colaboradores hacen valiosas contribuciones sociales, como la transferencia de conocimientos científicos o técnicos, la mentoría a empresas nacientes y la donación de tiempo para la orientación de otros procesos comunitarios.
Pintuco trabaja bajo el propósito de transformar y proteger con color, verbos que van más allá de una razón comercial y que encuentran sentido en las poblaciones y los territorios donde la compañía hace presencia.