Los oficios en las artes
Sin el aporte de artesanos, técnicos y gestores, el telón no sube en las salas, los micrófonos se silencian y los actores no pueden usar la ropa, el maquillaje y los artilugios que les permiten convertirse en sus personajes.
Maquillador y peinador artístico:
Por medio de sofisticados materiales, se encarga de maquillar y peinar a los actores para acercarlos, hasta donde sea posible, a la fisionomía y psicología de sus personajes.
Vestuarista artístico:
Responsable de caracterizar a los personajes por medio del vestuario, calzado y accesorios. Toma las medidas, confecciona y adapta la ropa de época, diseña prendas y dirige un equipo de costureros.
Operario de espectáculos musicales:
Encargado de señalar y demarcar espacios, y del montaje y desmontaje de luces, tarima y sonido de los eventos en vivo.
Rigger:
Especialista en instalar equipos técnicos en estructuras elevadas.
Luminotécnico:
Planea, realiza e interpreta los conceptos de diseño lumínico de un espectáculo. Responsable de operar las luces durante la presentación pública.
Tramoyista:
Realiza todas las actividades de montaje, aforo y desmontaje de la escenografía. Opera los efectos especiales e hidráulicos, y las máquinas de humo. Ubica y retira de escena los elementos de utilería y hace la limpieza del escenario.
Roadie:
Trabaja en la coordinación logística y técnica durante la preproducción y producción de un concierto en vivo. Se encarga del montaje y las pruebas de tarima, luces, sonido. De igual manera, supervisa las necesidades técnicas.
Sonidista:
Desarrolla la propuesta sonora del espectáculo y está presente en la etapa de producción. Responde por la calidad del sonido y la conservación de las piezas sonoras.
Escenotécnico:
Se encarga de plasmar la propuesta creativa del escenógrafo. Se apoya en el trabajo de un equipo integrado por artesanos, pintores, escultores, carpinteros metálicos y de madera, expertos en la adecuación escénica.