ESPUMOSAS
Las burbujas son el mayor encanto del espumoso. Mientras más pequeñas y constantes sean, más fino es el vino. Hay cerca de 58 millones de burbujas en una botella.
Sir Winston Churchill, otro famoso aficionado, dijo durante la Segunda Guerra Mundial: “Caballeros, recuerden que no solamente estamos peleando por Francia, sino por la champaña”. BEBIDA DE REYES, ARISTÓCRATAS, PERSONAJES PÚBLICOS Y TRIUNFADORES, EL CHAMPÁN SIEMPRE SE HA ASOCIADO A MOMENTOS CULMINANTES, SEAN ELLOS VICTORIAS O DERROTAS.
Una botella mal manipulada se convierte en un peligro para quien la abre. Dentro del envase de vidrio la presión puede llegar a cinco o seis atmósferas, esto es, tres veces más que el interior de un neumático. De la misma manera, un corcho puede salir disparado a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
Por: Hugo Sabogal
Periodista especializado en vinos y espirituosos Infografía: Liliana Ospina
SIGLO V
Los romanos plantaron los primeros viñedos en la región nororiental de Francia, a la que bautizaron champaña, por su parecido f ísico con la Campania latina, ubicada al sur de Roma. Allí comenzaron a fabricar sus primeros vinos.
987 D.C.
Hugo Capeto, duque de los francos, se coronó Rey de Francia en la Catedral de Reims, ciudad de la Champaña, dando origen a una tradición de 800 años. En sus banquetes, siempre se sirvió el famoso vino local.
SIGLO XVII
Inicialmente, el de Champaña fue un vino tranquilo. Pasado el invierno, el líquido se volvía a fermentar en botella, produciendo espuma y burbujas. Para los monjes de las abadías —encargados de la producción—, lo primero constituía un defecto.
1661 1715
La Abadía Benedictina de Hautvillers designó al monje Pierre Perignon para que perfeccionara las técnicas de elaboración. Perignon depuró la técnica y sentó las bases del espumoso actual. Felipe II, duque de Orleans, sucedió a Luis XIV e introdujo el hábito de cenar con la versión espumosa de los vinos de la Champaña. A partir de ahí, los productores se dedicaron a elaborar espumosos.