U N PAT R I OTA EN EL ESPACIO
EXCÉNT RICO, DE POCAS PALABRAS Y PROFUNDAMENTE NACIONALISTA: A SÍ ES EL COMANDANTE DE LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL.
El coronel Anton Shkaplerov estaba cansado de que la gente le preguntara si las aspiradoras servían como un método de transporte espacial. Su pensamiento científico, curtido por la experiencia de un cosmonauta que ha ido tres veces al espacio y que cuenta con un doctorado en Astrofísica, le dictaba que primero había que comprobar la teoría. En enero de 2018 decidió averiguarlo y publicó sus resultados en un video que compartió por Twitter. Allí aparece vestido con una camiseta sin mangas y flota durante 29 segundos sobre una aspiradora encendida que se mueve lentamente hacia adelante en una de las recámaras de la Estación Espacial Internacional mientras suena IBelieveIcanFly. Entonces, justo antes del final mira solemne hacia la cámara y hace un saludo militar.
Shkaplerov es un piloto de combate de la Fuerza Aérea de Rusia que actualmente ocupa el puesto de comandante en la Estación Espacial Internacional. Su vida en el espacio se documenta con cifras: el 1 de mayo cumplió 500 días no consecutivos en el espacio y durante los seis meses que ha durado su última misión, Shkaplerov ha realizado más de 50 pruebas y experimentos. En febrero estuvo ocho horas y trece minutos fuera de la estación para instalar una antena y logró la quinta caminata espacial más larga de la historia. Pero el coronel prefiere compartir fotografías: la primera lechuga cosechada en la Estación Espacial y los burritos que arma con comida que viene empacada al vacío.
En el espacio también aparece la nostalgia y el amor a la patria. Y Shkaplerov es un un patriota ferviente: la mayoría de sus fotos son panorámicas que le toma a su país a 400 km de distancia. El lago Baikal descongelándose, los montes Urales, el río Volga y sobre todo la ciudad de Sebastopol, en la península de Crimea, donde nació en 1976 y donde voló sus primeros aviones cuando apenas tenía 15 años. Y a veces también usa sus redes para celebrar: como en marzo de 2015, cuando su pueblo de Crimea cumplió su primer año de independencia de Ucrania. Ese día se vistió con su uniforme oficial de cosmonauta y profirió desde el espacio un grito de guerra: “¡Sebastopol y Crimea siempre han sido de Rusia!”.