AMORES RUSOS
Sí: se conoce como la rusa, pero también como la turca o la cubana. En inglés son más directos y le dicen boobjob o tittyfuck y según Wikipedia su nombre correcto es “masturbación con las mamas”, el término menos sensual del mundo. Esa diversidad de apodos hace que sea imposible encontrar una explicación creíble de su nombre más común.
No todos los hombres son lingüistas aficionados como para sentarse a pensar en esta pregunta, pero la mayoría sí le ha dado algunas vueltas en la cabeza a esta práctica tan exótica que muchos relegan únicamente a las películas porno. Incluso, algunas personas compartieron estas reglas para garantizar una buena rusa.
Primero, el tamaño sí importa en este caso: “He tenido éxito con las mujeres de talla D en adelante”, comentó alguien. Otros dicen que con una talla C basta. En lo que todos coinciden es que la talla cambia la dinámica por completo: “Si los senos de una mujer son bastante grandes, puede simplemente juntarlas y sacudirlas de arriba abajo”, dice un hombre; si no lo son, generalmente el hombre tiene que mover su cadera si acaso quiere llegar a algún lugar. Igualmente, existen varias posiciones para experimentar. “Uso unas cinco posiciones en total”, dijo otro hombre. “Las más comunes son con la mujer sentada en el sofá o en el borde de la cama y yo de pie. También puede estar la mujer de rodillas mientras yo estoy sentado, ahí se logra una buena vista. También me encanta con ella acostada”.
Tampoco hay que olvidar que, a diferencia de otras partes del cuerpo, en estas áreas no existe un lubricante natural: a menos de que quiera una quemadura, busque lubricante. Una mujer recomienda usar aceite para pasar un buen rato, pero hay otras maneras: “Usualmente me gusta que lo hagan hacia el final de un blowjob, cuando me voy a correr”, cuenta un español. “Ella junta sus senos y empieza a moverlos usando la saliva como lubricante. Me encanta cuando me miran a los ojos, hablan sucio y me piden que me corra”.
Lo último que se debe saber es que no se trata de una práctica ideal para todos. Hay hombres a los que la rusa no les hace mayor gracia: “No es tan genial; resulta visualmente interesante porque pocas mujeres lo hacen y es visto como algo placentero en el porno, pero, honestamente, un handjob se siente mejor”. En contraste, hay mujeres que se divierten y disfrutan hacerla: “Me encanta hacérselas a los hombres porque me excita ver cómo disfrutan de mis senos”. Ahora que tiene estos fragmentos de sabiduría a la mano, solo le falta probar.