COSTEÑO BEACH
YEL NUEVO CARIBE UNA PEQUEÑA PARTE DEL CARIBE COLOMBIANO ESTÁ PENSANDO EN GRANDE. LA LABOR SOCIAL QUE EXISTE A TRAVÉS DEL TURISMO CAMBIÓ LA REGIÓN.
El cliché que afirma: “Colombia, el riesgo es que te quieras quedar”, es cierto. Al menos para Brian y Colm, dos canadienses que hace más de diez años viven en el Caribe colombiano y hace más de cinco le dieron un giro a la movida cultural samaria.
Costeño Beach es más que una playa, un hostal y un sitio de rumba cerca del Parque Tayrona. Es la puerta que abrieron estos hermanos hacia el cambio social de la región. “Llegamos a Barranquilla primero, pero luego pasamos por esta región donde casi no había turismo. Comenzamos a alquilar varias tablas para dar clases de surf y algunas carpas para hospedaje, ahí nos empezamos a involucrar con la comunidad y entendimos cómo ser sostenibles a través del turismo. Ese es nuestro cambio”, afirma Colm.
La iniciativa, bajo el nombre de Costeño Social, se ha ido expandiendo desde hace más de un año y hoy cuenta con talleres de empresarios, grabado, cine, clases de teatro, surf, ajedrez y voleibol.
Todos tienen cabida acá. Los locales y las madres cabeza de familia cuentan con la posibilidad de conseguir trabajo y aprender técnicas industriales o empresariales, los campesinos pronto tendrán un espacio para realizar cultivos de ahuyama, habichuela, albahaca y hasta maracuyá, y los extranjeros, por su parte, dan clases de idiomas o de surf.
Los indígenas también cuentan con un espacio para dar a conocer su legado ancestral y se involucran con varias de las actividades. El primer surfista kogui salió de Costeño Beach y llegó para aprender español. “Todos buscan una oportunidad de algo y nosotros queremos hacerles creer que pueden cumplir sus sueños, estudiando o haciendo varias actividades, ese es nuestro agradecimiento con la región por la acogida que nos dieron desde el principio”, remata el canadiense.