“M”
EL SABOR DEL MEDIO ORIENTE EN CARTAGENA, BOGOTÁ Y BARRANQUILLA.
Mónica, que aprendió todo el recetario del Medio Oriente de su suegra –la señora Cure Mattar–, abrió su primer M en 2010, en una zona de Cartagena sencillamente impensada: el Pie de la Popa. Un barrio, digamos, muy poco turístico.
Pensó que su clientela debía ser la ciudadanía cartagenera y no los foráneos. Y así fue. Tuvo éxito inmediato. Y muy a pesar de que en la Heroica existe una enorme tradición de cocina árabe casera, logró sacar a los cartageneros de sus casas, donde “nadie lo prepara mejor que mi mamá”.
El boca a boca creció, su comida tradicional ganó fama y, al año siguiente, decidió trasladarse a Bocagrande (un barrio, ahora sí, lleno de turistas), donde aún atiende con notable éxito. Ese local ya es un símbolo.
En 2015 se lanzó a conquistar la capital y abrió otro M en Chapinero, en Bogotá. Y en 2017 avanzó con otra sucursal en Barranquilla, otro emporio de la cultura siriolibanesa difícil de convencer. Pero lo logró.
La creadora de todo esto es Mónica Espinosa, la hermana de la afamada chef Leonor Espinosa. Mónica es la mujer que se ha convertido en un referente de la gastronomía árabe en el país con su marca registrada –M–, la cocinera que se ha hecho famosa por la verdad de su fogón, por su hummus casero con trocitos de carne crocantes, por su quibbe crudo, por sus brochetas de cordero con tabule, por su lomo faraón.
El local de Cartagena es el más casual. Bogotá y Barranquilla son más formales. En los tres, sin embargo, existe la misma carta casera y sabrosa como pocas, en la que se puede pedir la selección Mezze, que no es otra cosa que un plato enorme con todo lo árabe indispensable: quibbes, tabule, hummus, hojas de parra, hojas de repollo, pan árabe, etc.
Pero no puedo cerrar esta columna sin recomendar sus berenjenas rellenas, uno de los platos para siempre volver. Sabor de verdad.