Además de los asados,
EL PERITO MORENO Y LAS CATARATAS DE IGUAZÚ, DOS MARAVILLAS IMPERDIBLES.
la arquitectura de Buenos Aires y los espectáculos gauchos, Argentina es un país con unos paisajes naturales alucinantes. Visitamos dos ríos en extremos opuestos del país del malbec: las cataratas de Iguazú, en el extremo norte, y el glaciar Perito Moreno, en la Patagonia, lugares que nadie debería dejar de visitar.
Argentina está llena de maravillas naturales; maravillas que quitan el aliento. El glaciar Perito Moreno y las cataratas de Iguazú son, probablemente, dos de los destinos más alucinantes de América Latina. El parque natural de los Glaciares fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1981 y es el lugar ideal para caminatas salvajes y expediciones para escaladores profesionales. El monte Fitz Roy, por ejemplo, es uno de los picos más deseados del planeta, sin embargo, la gran estrella del parque es el glaciar Perito Moreno, el más accesible de los 356 que hay. Se puede llegar en barco prácticamente hasta el borde para ver esa inmensa pared de hielo azul de 60 metros de altura y casi cinco kilómetros de largo. Oírlo crujir y ver caer sus inmensos trozos es uno de los espectáculos que se debería permitir todo ser humano.
El parque tiene adecuada una pasarela que permite verlo desde distintas alturas; contemplarlo puede tomar horas, fotografiarlo se convierte en un ejercicio constante e incansable. Su inmensidad atrapa. Se trata de capas y capas de hielos formadas en los picos de la cordillera que, lentamente, se deslizan hasta el borde del lago Argentino. Para llegar hay vuelos constantes desde Buenos Aires hasta la ciudad de El Calafate donde, por supuesto, no puede dejar de comerse un plato de cordero patagónico con un buen malbec.
Otro gran destino son las cataratas de Iguazú en la triple frontera con Paraguay y Brasil.
Hay 275 saltos sobre el río. Se pueden recorrer por unas pasarelas perfectas. Hay un tren ecológico para las personas que no quieran caminar y, en general, cuenta con una gastronomía fantástica. La ciudad tiene una oferta hotelera notable y una vida nocturna bastante agitada. La mezcla perfecta con la naturaleza.