ENEMIGOS
DE LA CALVICIE
PARA LA DE R MATÓ LO G AJAN ET HA COSTA, LOGRAR QUE SUS CLIENTES VENZAN LA CALVICIE ES UN OBJETIVO PERSONAL.
Hace 10 años, Janeth Acosta empezó a notar una avalancha de jóvenes de 20 a 25 años que llegaban a su consultorio de dermatología. Después de preguntarle por lo más común –tratamientos para el acné, por ejemplo– cogían confianza con ella y le preguntaban: “Doctora, ¿y usted sabe qué puedo hacer para no quedarme calvo?”. Ella quedó impactada: eran estudiantes de universidad –hombres y mujeres– que ni siquiera habían terminado su pregrado y que estaban muy preocupados por ese detalle de su aspecto.
Su reacción fue investigar. Se dio cuenta de que en su formación como dermatóloga se había vuelto experta en piel, pelo y uñas, pero el foco estaba siempre en el tratamiento de enfermedades, mientras que la calvicie había sido relegada al plano de lo estético. “Cuando comencé a ir a congresos en Europa vi que allá había un interés en el tema, en la salud del pelo para verse bien”, explica. Entonces, tomó la decisión de recuperar en Colombia la investigación sobre pelo desde la dermatología: “Hasta ahora la ciencia no ha podido encontrar la forma de evitar que una persona sea calva, pero sí se puede prevenir y retardar la calvicie: yo puedo mantenerte con tu pelo y mejorar el que ya tienes y evitar que pierdas más”.
Después de diez años de cursos específicos en el campo, hoy ofrece dos tipos de tratamiento para prevenir la calvicie. Ambos comienzan con el uso de fotoactivación, una tecnología que utiliza luces LED de diferente longitud de onda para vasodilatar los capilares. Después, en uno de los tratamientos, se extrae plasma de la sangre del paciente y se inyecta en los folículos para estimular su crecimiento debido al factor de crecimiento de las plaquetas. En el segundo, a las plaquetas se les añade ácido hialurónico y otros nutrientes, que estimulan el colágeno. “Ambos son efectivos, aunque varía el costo”, dice la doctora. “Porque si algo tengo claro es que a este tipo de tratamientos todos deben poder acceder”. ■