GERMÁN VARGAS
Su propuesta educativa está llena de cifras y muy enfocada en el aumento de los indicadores de cobertura y retención.
Incrementar el presupuesto en educación a 6 % del PIB.
Crear la Superintendencia de Educación para sanear los problemas de corrupción, en particular alimentación escolar.
Crear el Viceministerio de Educación para la Primera Infancia.
Llevar atención integral a 2,5 millones de niños de primera infancia (es decir, duplicar la población atendida actualmente).
Exigir como mínimo el grado de normalistas para los docentes de educación inicial.
Ampliar la cobertura neta de preescolar, básica y media a 90 % (en 2016, estaba en 85,4 %, según los resultados de gestión de la cartera educativa) y disminuir la tasa de deserción en básica y media del 3,26 % al 3 %.
Duplicar la cantidad de niños en Jornada Única.
Diseñar un marco curricular nacional para todos los niveles educativos.
Aumentar la cobertura de la educación superior de 51 % a 63 % y reducir la tasa de deserción de 50 a 40%. Llevar al colegio a 500 mil niños que están hoy por fuera del sistema educativo.
Extender el programa Todos a Aprender a todas las escuelas rurales hasta grado noveno.
Vargas sostiene que mantendrá Ser Pilo Paga y que incluso le dará mayor alcance. Su programa de gobierno solo habla de ajustar un par de componentes en cuanto a requerimientos de admisión y reembolso de los créditos de los desertores.
Crear en las regiones un sistema de educación superior similar a los community college de Estados Unidos, que manejan una vocación exclusivamente formativa, admiten a cualquiera con un grado de bachiller y titulan en dos años.
Incrementar la oferta y la pertinencia de formación técnica y tecnológica por medio de la creación de clusters entre institutos de educación terciaria y empresas en las regiones.