Una escuela para futuros emprendedores
La Escuela para el Emprendimiento BBVA se ha convertido en un generador de oportunidades para miles de jóvenes en Colombia.
En el colegio El Naranjal, de Quimbaya, Quindío, los estudiantes Carlos Covaleda y Santiago Sepúlveda, y el docente Isnardo Rivera encontraron en los desechos de la industria del café una gran oportunidad no solo para su futuro empresarial, sino también para el planeta.
Al igual que ellos, miles de jóvenes de Caldas, Risaralda, Tolima, Huila, Cauca, Norte de Santander, Cesar, Arauca y Atlántico han podido encontrar en la Escuela para el Emprendimiento BBVA una forma de desarrollar sus proyectos. La iniciativa, centrada en temas sociales, tecnológicos y ambientales, les ha ofrecido fórmulas y alternativas de negocio que les permiten consolidar su proyecto de vida. Bogotá también ha sido el escenario de diversos proyectos. Entre ellos se destaca el trabajo realizado en el Colegio Fundación Nueva Granada, una institución que atiende a niñas y niños de sectores vulnerables del nororiente de la ciudad. Una de ellas es María Paula Mora, estudiante de décimo grado que lidera el emprendimiento Mapu Boutique: una línea de accesorios inspirados en referentes literarios como Harry Potter, El principito y Cazadores de sombras.
ESCUELA DE OPORTUNIDADES
De la mano de las secretarías de Educación, la Escuela para el Emprendimiento BBVA integra a la formación de estudiantes y docentes las competencias financieras y la estimulación de ideas de negocio. El impacto en los proyectos de vida de los beneficiados es directo: les permite ser autosostenibles, continuar con sus estudios superiores o técnicos e incluso ser apoyo para sus familias. A la fecha, el proyecto ha llegado a más de 12 departamentos y ha
De la mano de las secretarías de Educación, la Escuela integra a la formación de estudiantes y docentes las competencias financieras y la estimulación de ideas de negocio.
beneficiado a más de 190.000 estudiantes y 1500 docentes.
El programa va de octavo grado hasta undécimo. En el primer año, se estimulan la habilidades para producir un bien o servicio y comercializarlo a través de financiación directa o crédito de terceros. En el segundo, se ofrecen herramientas de marketing. En el tercer año, se plantea la integración de la idea de negocio con sus proyectos de vida y el impacto sobre la comunidad en la que habitan. Y, en el último nivel, se estructura el negocio para que sirva a los estudiantes como punto de apoyo en su formación técnica o profesional y sea un sostén familiar.
Los docentes, por su parte, reciben una formación a través de un diplomado de 50 horas llamado ‘Implementación de competencias financieras y emprendedoras en el aula de clase’, que les permite fortalecer sus conocimientos en matemáticas y en temas empresariales, para así convertirse, junto con sus propios colegas y estudiantes, en multiplicadores.
Isnardo Rivera, el entusiasta docente y emprendedor de El Naranjal, afirma: “La oportunidad que nos ha brindado BBVA debe seguir hacia el futuro. Ya estamos listos para convertirnos en una empresa rentable y sostenible que permita a estos jóvenes tener un proyecto de vida claro y que contribuya de manera radical a frenar el calentamiento global, evitar la tala de árboles y reemplazar la madera natural por las briquetas ecológicas”.