ÓSCAR BERNAL
Óscar Bernal obtuvo la única medalla de oro que Colombia ha ganado en unas olimpiadas internacionales de matemáticas.
Este matemático y docente de precálculo de la Universidad de los Andes trabaja con los extremos. Ha sido jurado de las mentes más complejas en algunas olimpiadas de matemátic a s , p e r o t a mbién e s p r of e s o r d e quienes no tuvieron buenas calificaciones en esta área en el bachillerato y en las pruebas Saber 11.
Cuando tenía 12 años y cursaba octavo grado, Bernal ingresó al equipo de olimpiadas de la Universidad Antonio Nariño. Allí no solo entendió que su vida eran las matemáticas, también descubrió que la forma en la que sus profesores lo estaban preparando para ser campeón internacional era crucial. “Mis maestros en ese tiempo tenían entre 18 y 20 años. Habían participado en anteriores olimpiadas. No les decíamos profesores, a todos los llamábamos por su nombre y era una relación más amistosa. Esto permeó mucho la forma en que entendí la educación y mi relación con los docentes”.
A los 15 años se graduó del colegio. No ingresó de inmediato a la universidad porque, para participar en la última competencia internacional de matemáticas como bachiller, no podía estar inscrito en un pregrado, pues así lo exigía las reglas de las olimpiadas. Entrenó casi un año con la intención de traer una medalla de oro a Colombia, un deseo que había tenido siempre y que esa vez lograría. Sucedió en Taiwán en 1998, una fecha muy importante para todos los matemáticos que han participado en este tipo de competencias. Bernal ha sido el único colombiano que ha obtenido una medalla de oro en olimpiadas internacionales.
Pero, más allá de los logros, asegura que el proceso vivido durante su formación en las olimpiadas le abrió las puertas no solo en lo académico sino en lo personal. “Trabajé como profesor en las olimpiadas de matemáticas de la Universidad Antonio Nariño durante diez años. Fui parte de los calificadores de la olimpiada de hace un año en Brasil y ahora trabajo en la Universidad de los Andes con los estudiantes que tienen dificultades. Ese es un deber que muchas veces los matemáticos no asumimos”.