Primíparos digitales
Hoy en día, los niños tienen celulares y tablets a muy temprana edad. Pero, contrario a la creencia común, los nativos digitales no son tan buenos manejando los dispositivos tecnológicos. ¿Cómo y cuándo se les debe introducir a estas herramientas?
Muchos padres dicen lo mismo: hoy en día, los niños vienen con un “chip” para la tecnología. A muchos de ellos, que les tomó meses descifrar cómo usar un smartphone, les asombra que sus hijos, con solo 3 o 4 años, aprendan en cuestión de minutos cómo operar medianamente bien un ipad o cómo ver videos en Youtube. Pero operar y manejar correctamente algo no es lo mismo. A pesar de su difundido uso entre los menores de edad (según el estudio “Los desafíos de la familia en la era digital”, publicado por la Universidad de La Sabana, el 40% de los bebés entre 2 y 4 años tienen contacto esporádico con dispositivos móviles), las herramientas tecnológicas –mal usadas– pueden ser un peligro. El grooming, el sexting, el cyberbulling y la dependencia a Internet son problemas ampliamente documentados. De ahí que muchos padres se pregunten cuál es el mejor momento para darle una tableta digital, un teléfono, un televisor o un videojuego a sus hijos. Lo primero es que, más que el momento, importa la forma de introducirlos a las nuevas tecnologías. “No es que no tengan acceso, sino que este no reemplace otras actividades”, señala Juan Camilo Díaz, profesor del Instituto de la Familia de la Universidad Javeriana. En otras palabras, no se debe satanizar la tecnología. Como opina en su blog Claire Mccarthy, editora de Harvard Health Publications, esta no es “necesariamente mala. Los dispositivos móviles pueden darle acceso a sitios educativos, y aplicaciones como Google Earth puede enseñarles sobre el mundo”. También hay que tener en cuenta que cada caso es diferente. “Todo depende del grado de madurez del niño. Si hemos acompañado a nuestros hijos desde que son pequeños mediante una navegación conjunta –que no es lo mismo que vigilada–, lo más probable es que más pronto que tarde estén preparados para utilizar un móvil de manera provechosa y responsable”, dice Susana Lluna, escritora de Los nativos digitales no existen.