Daniel Uribe
La deserción escolar es uno de los retos más grandes del sistema educativo colombiano. Es fundamental establecer estrategias que permitan que niños y jóvenes culminen su formación.
Estudios recientes muestran que uno de los retos de la educación media es la metodología de formación, es decir, la manera en que acercamos a los niños y jóvenes al aprendizaje.
Un gran reto que tiene la educación en Colombia es lograr que niños y jóvenes permanezcan en el sistema educativo y completen su formación. Seis de cada diez niños que se matriculan en quinto de primaria llegan a grado undécimo. A su vez, uno de cada dos estudiantes no culmina sus estudios de educación terciaria (técnica, tecnológica, universitaria y formación para el trabajo y el desarrollo humano). Es en la etapa de juventud cuando se desarrolla gran parte del carácter, la capacidad de decidir y de fortalecer el proyecto de vida que continuará después de la educación escolar. Es labor del maestro, y de todo sistema educativo detrás de él o ella, entender las necesidades de los estudiantes y adaptar el currículo a ellas. Estudios recientes muestran que uno de los retos en la educación media es la metodología de formación, es decir, la manera en la que acercamos a los niños y jóvenes al aprendizaje. La educación media es el puente entre la educación escolar y la educación superior. Sabemos que muchos jóvenes no están accediendo a la educación superior o posmedia, por esto es necesario repensar la forma como esta se está llevando a cabo. Hay tres grandes razones por las cuales no se está logrando este tránsito de la educación escolar a los distintos proyectos de vida que tienen los jóvenes de hoy: Primero, porque el nivel de competencias básicas con el que llegan los estudiantes a décimo grado es insuficiente, asunto que no puede resolverse sin la implementación de nuevas metodologías. Con ellas, el puente de la educación media facilita la transición a la siguiente etapa del sistema educativo. El hecho de que los jóvenes desconozcan la importancia de la educación media, y cómo abandonar el sistema educativo en esta fase puede afectar las posibilidades reales para desarrollar su proyecto de vida, nos lleva a la segunda razón, y es que los jóvenes no están tomando decisiones informadas y están abandonando su proceso de formación desde el grado noveno. Para trabajar este problema, es indispensable que cambiemos la forma en que brindamos orientación socio-ocupacional en esta etapa: fortalecer el autoconocimiento, la información sobre la oferta educativa y entender las oportunidades del mundo laboral son el primer paso. La tercera razón es que la educación escolar no está creando mecanismos que permitan un desarrollo adecuado de las habilidades socioemocionales y competencias ciudadanas. Esta etapa de madurez de los jóvenes es vital para contribuir a la construcción del ser y direccionar las oportunidades a través de la ética, la participación ciudadana activa, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la comunicación asertiva. Colombia sigue atravesando el bono demográfico, una oportunidad enorme en la que la población en edad económicamente activa está superando a la población dependiente; lo que significa que es un buen momento para generar cambios en los jóvenes y construir un futuro con mejores oportunidades. No es solo necesario sino urgente darle una mirada diferente a la educación media, para lograr dejar los puentes caídos en el pasado y forjar nuevos viaductos que ayuden a superar las barreras del progreso del país.