JESÚS LEONARDO CAMPO NASA
Chupepai capiyas
Yo soy indígena del pueblo Nasa y vivo en el municipio de Florida, Valle, en un resguardo de la comunidad indígena. Hace 30 años comencé a ser profesor porque nuestros líderes indígenas, uno de ellos mi persona, necesitaban gente que ayudara a la comunidad como maestros. Creo que la educación es un arte muy bonito y para nosotros es valioso complementar nuestros saberes ancestrales con lo que aprendemos afuera. Lo que yo sé, cultivar animalitos, sembrar, hilar y tejer, todo lo aprendí sin ir a la escuela. Y todo lo he podido fortalecer con la educación escolarizada. Ahora, centro mis clases en nuestra lengua y doy talleres a otros maestros sobre su importancia para que la fortalezcan. Desde que soy pequeño aprendí el castellano con mi mamá, y mi abuela me enseñó el idioma yuwe. La lengua para nosotros es algo muy bonito. En yuwe uno siente que la naturaleza te habla cuando le hablas. Cuando digo “agua” en nuestra lengua al tiempo estoy diciendo que el agua es nuestra mamá, que ella nos parió. Cuando digo “cordillera” en yuwe, me estoy refiriendo a un lugar sagrado: la casa de nuestros dioses, y en su nombre recuerdo santificarla. Todos estos saberes están en nuestro lenguaje y solo con su transmisión se conservan. Porque incluso cuando educamos a nuestros hijos, cuando les enseñamos que algo no está bien, no es lo mismo que hacerlo en español. Si lo hacemos en nuestra lengua, se entiende que tus acciones están afectando al agua, a la sierra y a muchas cosas que no ves. Cuando dictamos clases, aprovechamos que algunos lugares están un poco retiraditos y podemos estar en espacios diferentes al salón para trabajar. Un profe, entonces, tiene la posibilidad de ir al río, de ir a la naturaleza para orientar a sus estudiantes en Matemáticas, Ciencias Naturales y explorar la relación del hombre con la selva.