“La lucha por la educación es de todos”
Un método para contrarrestar la ilegalidad y la violencia en Medellín ha sido la educación. En entrevista con Federico Gutiérrez, alcalde de la ciudad, se constataron los desafíos asumidos y las estrategias implementadas para que la capital paisa sea hoy
Enseñar de manera inclusiva, mejorar la calidad, extender el uso de tecnologías modernas, brindar conocimiento efectivo para el lugar de trabajo, revitalizar el conocimiento en familias y comunidades y promover una cultura de aprendizaje a lo largo de toda la vida son los pilares que se deben tener en cuenta para construir una Ciudad del Aprendizaje, según la Unesco.
Medellín ha logrado seguir estos lineamientos, y con ello ha podido sumarse a esta red que cuenta con la participación de 200 ciudades ubicadas en 47 países, cuyo propósito es impulsar la práctica del aprendizaje de la mano del diálogo político. Así, conociendo estrategias, facilitando alianzas e implementándolas se busca sumar esfuerzos y logrará alcanzar las metas de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el desarrollo sostenible.
Ser la primera ciudad en el país en ingresar a la Red es solo un paso, Medellín tiene claro que hay que seguir trabajando para que desde este organismo se contrarresten otras problemáticas. Así lo asegura
su alcalde, Federico Gutiérrez, quien desde el inicio de su gobierno contempló un plan de desarrollo de 13 billones de pesos y decidió hacer una apuesta importante por la educación destinando 4,2 billones. “En la medida en que una sociedad sepa que lo más importante es la educación, va a haber un mejoramiento continuo. Hacer parte de la Red nos pone en la vanguardia e implica que debemos ser mejores. Eso no depende de quién llegue a la Alcaldía el 1 de enero de 2020, es una apuesta y una decisión de ciudad que en Medellín no va a parar”.
En ese sentido, no se trata del número de capturas a jefes de estructuras criminales, sino de haber recuperado más de 4.600 niños que habían dejado de estudiar y que se reintegraron al sistema educativo actual. Para lograrlo, la Alcaldía ha desarrollado varios programas, destinados a niños, jóvenes y docentes. “Tenemos que tener todas estas fases completadas para poder lograr una educación de buena calidad. Todas son necesarias porque ¿en dónde quedan tantos esfuerzos si nos enfocamos solo en la educación básica y no garantizamos que los jóvenes puedan acceder a una educación superior? Muchas veces eso hace que exista alta deserción y se repita el círculo vicioso de violencia y pobreza”, aseguró Gutiérrez.
❚❚ ESTRATEGIAS PARA TODOS
La implementación del programa Buen Comienzo ha sido clave para garantizar la cobertura educativa en Medellín, logrando avances. Inicialmente, ésta era de un 69% y en la actualidad los indicadores son cercanos al 80%. Este Programa cuenta con la participación de 79.644 niños y brinda atención integral a madres gestantes y lactantes en 450 sedes.
En cuanto a deserción el panorama ha ido cambiando. Según el informe sobre cifras de educación de Medellín, la tasa de deserción de estudiantes fue de 3,39% en 2015; en 2016 bajó al 3,1%, registrándose como el menor índice de los últimos 12 años, lo que vislumbra un reto aún por enfrentar.
Las causas que llevan a los alumnos a abandonar la escuela están asociadas a que sienten lejanas sus perspectivas de vida por la dificultad de acceso a la educación superior. Por eso, garantizar la posibilidad de hacer una carrera profesional o técnica se ha convertido en una obsesión en Medellín. “En el Programa En el Colegio Contamos con Vos, los rectores deben entregarnos un reporte cada semana de quién no está asistiendo a clase. A esos estudiantes vamos a buscarlos puerta a puerta, literalmente. Yo mismo he ido a hacerlo. Estos niños están volviendo a las aulas. Un solo chico que se salga del sistema escolar es una tragedia para la sociedad”, dijo Gutiérrez.
El nivel de deserción también es alto, constante en los muchachos que están cursando educación media. Por esto, la Alcaldía ha ejecutado el programa Media Técnica. La iniciativa, que propicia el diálogo social entre el sector productivo y educativo, cuenta con una cobertura de cerca de 20 mil estudiantes en instituciones educativas oficiales y prepara a los alumnos de educación media para el ingreso a la educación superior.
A través de 119 instituciones educativas, se desarrollan proyectos que les permiten orientarse y tener de cerca ofertas técnicas que resultan pertinentes en términos de productividad y competitividad para el sector productivo, educativo y el talento humano. Para Federico Gutiérrez, es fundamental hablar de educación superior, su importancia y su pertinencia, y no solo de carreras profesionales, sino de programas técnicos que tengan entrada en el mundo laboral y permitan el acceso económico. “En ese sentido, hemos definido con empresarios y con universidades la importancia de trabajar entre el sector público y el privado para definir la oferta. El tema no es solo hablar de educación superior, el asunto es hacerlo con pertinencia, por esta razón la Administración ha ofertado en este cuatrenio 10 mil becas en tecnologías pertinentes para que los jóvenes de Medellín puedan dar continuidad a sus estudios de forma gratuita”, explicó.
El proceso es claro, pero se debe fortalecer. Avanzar en calidad educativa se ha convertido en uno de los objetivos primordiales. Para ello no solo se han sumado esfuerzos por intentar garantizar la jornada única, sino que también se ha mejorado el acceso a la educación de los maestros del sistema.
En este sentido, Mova, el Centro de Innovación del Maestro, pretende desarrollar las competencias en docentes con el objetivo de incentivar procesos de investigación, innovación y enseñanza de alta calidad. Al día de hoy, se han dispuesto 300 becas de maestría y las instalaciones del centro pronto serán entregadas. “El maestro juega un papel fundamental en este proceso. Además, en términos de calidad educativa no es solo el maestro, sino la disposición del niño, las capacidades, los entornos protectores, los buenos ambientes escolares y el compromiso de los padres de familia. La lucha por la educación es de todos”, afirma el alcalde.
Cuando se le pregunta a Federico Gutiérrez sobre el mayor reto al que su gobierno se ha enfrentado en este proceso, no duda en afirmar que ha consistido en hacer un tránsito significativo de la cultura de la ilegalidad a la cultura de la legalidad. “Lo que hizo la mafia fue tergiversar todos los valores. El valor de la discreción lo convirtió en opulencia; el del trabajo duro y honesto, en dinero fácil, y le quitó el valor a la vida; lo que hizo fue ponerle un precio a cada uno. Todo esto se soluciona con educación, con valores, con cultura de la legalidad, ese es el gran reto que tenemos en nuestra ciudad y por eso la educación tiene que ser la prioridad”, afirma con la certeza de quien conoce como a la palma de su mano a Medellín, y con la confianza de que pertenecer a la Red es tener a su alcance una herramienta ideal para compartir las experiencias de Medellín y aprender de otras ciudades.
“Lo que hizo la mafia fue tergiversar todos los valores. El valor de la discreción lo convirtió en opulencia, el del trabajo duro y honesto, en dinero fácil, y le quitó el valor a la vida; lo que hizo fue ponerle un precio a cada uno”.