Apuestas por un futuro educativo
La inclusión social, la calidad educativa y la formación de profesionales versátiles y con cualidades humanas son asuntos que, en conjunto, aportan al desarrollo social y educativo del país. Con el fin de seguir innovando en el campo, la Universidad ECCI hace frente a estos retos.
“Uno de los mayores desafíos en cuanto a educación en Colombia es la falta de calidad humana de los universitarios. Otro de los retos consiste en tratar de profundizar más en investigación a nivel práctico y que la producción se ejecute con nuestras herramientas. El tercer desafío es que nuestros profesionales sean más coherentes, en el sentido de saber manejar bien sus áreas colaborativamente”, dice Fernando Arturo Soler, rector de la Universidad ECCI.
Él expresa sus ideas con la propiedad de quien hace más de 20 años trabaja en el campo de la educación y sigue de cerca la evolución de esa universidad que hoy, con aproximadamente 20 mil estudiantes en sus sedes de Bogotá y Medellín, se ha convertido para muchas personas en la puerta de acceso al mundo laboral gracias a su sistema de formación propedéutica.
Este modelo de enseñanza por ciclos ha permitido que los alumnos opten por carreras técnicas con las que pueden defenderse laboralmente, y también que más adelante se inclinen por un título profesional o de posgrado. “Se dan las facilidades para que la persona siga preparándose. Si el estudiante quiere dedicarse por una temporada a la práctica puede hacerlo; después puede reinsertarse en el proceso educativo”, cuenta Soler.
Pero más allá del modelo, lo importante para el rector no solo es contribuir con una educación de calidad, sino también formar personas éticas y colaborativas. Para lograrlo, la Universidad ECCI se ha suscrito el Pacto de América Latina por la Educación con Calidad Humana. “En los países desarrollados la gente aprende a trabajar colaborativamente, no competitivamente. Acá seguimos buscando al genio que lo sepa hacer todo aunque no se entienda con los demás. Ese es el error. Debe haber competencias comunicativas que permitan a las personas saber qué hacen los otros, cómo lo hacen y cómo pueden aportar al conocimiento. Esa formación colaborativa es uno de los desafíos de la educación del futuro”, afirma el rector.
La Universidad ECCI también propende por una educación inclusiva. “Hay muchachos que por razones económicas no pueden estudiar, entonces hay que buscar una estrategia para que lo hagan. También están los que tienen discapacidad auditiva”, dice Soler. Agrega que estos apoyos se entregan con la satisfacción de poder servir y convertirse a largo plazo en la universidad más incluyente del país.