INVERTIR BIEN EN EDUCACIÓN
Lo que ha hecho la Fundación Luker en Manizales es un ejemplo, como pocos, de cómo canalizar recursos en educación: saber coordinar con las entidades públicas, invertir en estrategias probadas, medir resultados y analizar la costo-efectividad de los programas. Sus intervenciones en educación comenzaron en 2002 con Escuela Activa Urbana (EAU), que llevó Escuela Nueva –que ya había dando considerables muestras de éxito en las instituciones educativas rurales– a los colegios urbanos de Manizales. El objetivo de aplicarlo allá era trabajar en el desarrollo del liderazgo, la colaboración y la autonomía, competencias muy trabajadas en el modelo pedagógico de Vicky Colbert. “Nuestra filosofía es no inventarnos la rueda”, dice Santiago Isaza, director de Educación de la Fundación Luker. “Hemos mirado referentes y decidimos entrar a Escuela Activa porque veíamos las bondades que tenía. Hay que innovar, pero qué bueno hacerlo a partir de cosas que sabemos que funcionan”. Y ha dado resultado: las 23 escuelas de Manizales con Escuela Nueva han mejorado en pruebas Pisa y les va mejor que al resto de instituciones del municipio. Pero había un problema: solo 32% de los egresados de EAU ingresaban a la educación superior. Entonces, en 2014, la Fundación decidió implementar Universidad en tu Colegio, que lleva programas técnicos y tecnológicos a las escuelas de EAU. Los profesores de diversas universidades e institutos universitarios presentes en el municipio llevan las carreras más demandadas por el sector laboral (según indicaciones de la Andi) a los estudiantes de décimo y once. La Fundación negocia con las instituciones de educación superior de tal manera que cada alumno le cuesta, en promedio, la cuarta parte de la matrícula total. Ahora, 80% de los egresados de escuelas entra a educación superior. Junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzaron Aprende, para trabajar más a fondo los saberes disciplinarios de las escuelas del municipio. El programa hace medición constante de la eficiencia en lectura y matemáticas de los jóvenes al comienzo y a final de cada curso. Durante el año lo trabajan con distintos aspectos: formación docente, tutorías, materiales educativos, ejercicios pedagógicos, etcétera. Pero la clave está en medir el progreso para enfocarse en las intervenciones más costo-eficientes. Esto ha mejorado los resultados en Lenguaje y Matemáticas de los estudiantes intervenidos, quienes tienen 38% más aprendizajes que los alumnos del grupo control. “Uno puede ser ineficiente en cualquier cosa, menos en los social. ¡En educación todo suena bueno!, pero uno tiene que mirar muy bien dónde pone sus recursos y cuál programa es más impactante”, asegura Isaza. En total, la Fundación ha invertido 40.833 millones de pesos en todos sus programas de educación, que financia con la cooperación de otras fundaciones y va siempre “uno a uno” con la Alcaldía de Manizales, como una manera de generar la participación de la administración local en los programas.