Así les fue a las regiones en educación
En el Índice Departamental de Competitividad, que mide, entre otros aspectos, la calidad educativa de las regiones, Santander aparece como la mejor en educación básica y media, mientras que Bogotá y Antioquia son líderes en formación superior.
Para nadie es un secreto que un niño en Bogotá no está recibiendo la misma formación que aquel que está matriculado en un colegio en Caquetá. Las brechas que existen a nivel regional en materia de educación aún son un desafío nacional. Un rezago que no solo se ve reflejado en las pruebas Saber 11, sino también en las condiciones de infraestructura, en la inversión en calidad y en la escasez de docentes; limitaciones con las que se enfrentan diariamente los departamentos, especialmente aquellos más alejados de la capital.
Si Colombia quiere ser el país más educado de América Latina en 2025, es fundamental que actúe con un claro enfoque territorial. En este sentido, la inversión y las estrategias no solo deben estar alineadas para seguir fortaleciendo a las regiones con más potencial, sino que es necesario avanzar en aquellos departamentos en donde la educación no es una prioridad. Es el caso de Chocó, La Guajira, Putumayo y Caquetá, los más rezagados según el Índice Departamental de Competitividad 2018, informe que el Consejo Privado de Competitividad presenta cada año.
A pesar de que aún falta mucho para construir un sistema educativo de calidad en cada territorio, algunas regiones están empeñadas en cerrar esta brecha. Por lo menos, según esta medición –que muestra los avances de 26 departamentos y de Bogotá en materia de educación básica, media y superior, entre otros aspectos–, regiones como Arauca, Quindío, Cauca, Córdoba, Huila y Sucre han dado grandes saltos.
Para conocer su evolución en educación –el informe se ha realizado desde 2013– se evaluaron tres grandes indicadores: cobertura, calidad y bilingüismo. De acuerdo con los porcentajes obtenidos en cada indicador, el departamento se ubica entre los primeros puestos por sus excelentes resultados, o entre los últimos por sus deficiencias. De allí que los tres primeros en educación básica y media son para Santander, Boyacá y Casanare, respectivamente; mientras que, en educación superior, son para Bogotá, Caldas y Antioquia.
Más allá de mostrar un ranking, este informe revela que si bien el cierre de brechas entre los territorios se está dando, hay regiones que, durante los últimos cinco años, han permanecido estancadas. Por lo tanto, reconocer sus niveles de competitividad es también una alerta sobre hacia dónde se deberían dirigir los esfuerzos nacionales y territoriales. Estos son los departamentos que en 2018 hicieron bien su trabajo, también los que mostraron grandes avances y aquellos que, lamentablemente, por sus particularidades siguen quedando atrás.