LAS CAUSAS DE LOS RETRASOS
1. El Fondo permitió que el 63 % de los proyectos de obra se concentraran en solo dos contratistas: Germán Mora, que ejecuta 87 (en Boyacá, la Amazonia y los Santanderes), y la compañía portuguesa Mota Engil, que tiene
252 (en la región Caribe, Antioquia y la región Pacífico). Un solo contratista acumuló hasta tres regiones.
2. Por otro lado, también hubo casos de demoras de los municipios y los departamentos. Estos se debían encargar de poner el lote para la construcción de los colegios nuevos, y de conseguir el presupuesto para cofinanciar las obras y dotarlas de servicios públicos y vías de acceso. Algunos municipios, por ejemplo, reportaron tener el lote y querer construir un colegio en 2014. Pero, dos años después, cuando llegaron los constructores a hacer el estudio de suelos, el alcalde ya había dispuesto el terreno para otro uso.
causa de demora se puede explicar en los imprevistos propios de la construcción. El colegio Alfonso López de La Virginia, en Risaralda, evidenció este tipo de retrasos. La firma constructora Mota Engil presentó los diseños tarde y cuando iba a empezar a construir, se percató de que no había tenido en cuenta la inestabilidad del terreno por la cercanía del río Cauca.
4. También hay problemas económicos. “Como no nos dan anticipo, el contratista tiene que tener un buen músculo financiero y un buen manejo del flujo de caja para soportar los costos de construcción, que no solamente implican el trabajo en la obra, sino gerenciar la parte administrativa, de diseño, de compras, de trámites frente a las alcaldías y hacer socialización con la comunidad”, explica Humberto Ospina, de Constructora Colpatria.
5. Por la estructura del contrato, en la que el contratista se compromete a hacer todas las obras que le soliciten en su región, algunos proyectos resultan atractivos financieramente, mientras otros no. En algunas, incluso, el constructor va a pérdidas, que compensa con las otras obras más rentables. Eso podría incentivar al contratista a dedicar más esfuerzos a las que le representan mayor ganancia, además de desincentivar que un tercero reciba los contratos donde el contratista original se ‘cuelga’ (hasta el momento, el MEN solo ha logrado la cesión de 25 obras).
6. En varios casos, el FFIE se colgó. Los contratos marco con la interventoría acaban a finales de este año, y para prorrogarlos, debe destinar más recursos. Según el MEN, están buscando las fuentes de financiación. Mientras tanto, por culpa de no hacer la prórroga, varios proyectos llevan más de un año con licencia de construcción, listos para empezar, pero el FFIE no da permiso para hacerlo, pues no alcanzarían a estar terminadas para cuando venza el contrato marco de interventoría.