Fomentar el liderazgo femenino, tarea de los colegios.
Sofía Córdoba fue la única latinoamericana invitada al Modelo de Naciones Unidas, en India, gracias a sus destrezas en pensamiento crítico, expresión oral y comunicación política. ¿Cómo incentivar estas competencias en las niñas desde el colegio?
“L os rohinyás son una minoría perseguida en Myanmar, son víctimas de desplazamiento y limpieza étnica. Anhelo sentarme frente a uno de ellos para que me cuente su historia y pueda apoyar su punto de vista y generar un impacto real en su comunidad”. Así recordaba Sofía Córdoba Vásquez su papel como delegada de Francia en la simulación de las Naciones Unidas, en Jaipur, India.
Estos modelos representan el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Jóvenes de colegios y universidades participan como delegados de un país, cada uno de ellos con una problemática o una posición que deben investigar, desarrollar y argumentar durante jornadas de discusión ante las demás delegaciones. En la actualidad, más de 90 naciones aplican los modelos en los ámbitos local, nacional e internacional. Más allá de ser una metodología o un juego de roles, se trata de un acercamiento riguroso y pedagógico a la agenda internacional de estudiantes como Sofía, quien a sus 16 años sueña con alzar su voz para transformar realidades.
Con la de India, esta estudiante de décimo grado del Gimnasio Femenino de Bogotá completó su cuarta experiencia internacional. Las dos primeras tuvieron lugar en la Universidad de Harvard, donde nacieron este
tipo de simulaciones. La tarea de cruzar las fronteras y apropiarse de un discurso sobre la política exterior de otro país requiere preparación, liderazgo y disciplina, dice Sofía.
UN EJERCICIO PEDAGÓGICO Y MULTICULTURAL
Llegar a India se convirtió en un reto personal, académico y familiar para ella. En otra de sus vivencias internacionales previas, un intercambio en la Universidad de Stanford, hizo una gran amiga de ese país, quien la motivó a postularse a una beca de participación en el modelo de Jaipur. Y así lo hizo. Durante diez días resolvió las pruebas que le enviaron vía correo electrónico sobre política y derecho internacional. Para su sorpresa, obtuvo la beca y la oportunidad de “abrir la mente en una inmersión educativa y multicultural”, precisa.
El respaldo de la familia y de la institución educativa resultó clave. Viajó con su papá, quien la orientó y siempre le dio una voz de aliento en un país desconocido y ante las increíbles habilidades de persuasión de los jóvenes indios. Había estudiantes de colegios y universidades, así como profesores de varios países, pero eso no la intimidó. De alrededor de 400 participantes, solo ella venía de América Latina.
“Todo era nuevo: la comida, la espiritualidad y el acento en inglés. En India son agresivos para la negociación; dan datos clave y estadísticas en pocos segundos. Eso me motivó aún más para hacer mis intervenciones”, expresa la joven.
En Jaipur tuvo 24 horas de debate en tres días. “En las simulaciones de Naciones Unidas te pones en los zapatos de un embajador o de un cónsul, debes preparar resoluciones y ser vocero de una nación”. ¿El resultado?: la reconocieron con el segundo lugar en el evento.
“Un segundo lugar en la simulación me abre puertas, pero no es tan valioso como lo que aprendí, porque es lo que quiero aplicar toda mi vida: el comercio o las relaciones internacionales”, relata la estudiante.
RESPONSABILIDAD POLÍTICA, SOCIAL Y AMBIENTAL
Gracias a este proceso, Sofía pasó de ser una niña tímida a una joven líder que quiere incidir con sus ideas. Uno de sus referentes es Greta Thunberg, la activista sueca de 17 años. “Todos pusieron sus ojos en Greta por hablar del cambio climático. Esa es la idea, que conozcamos las problemáticas mundiales, pero actuemos en nuestros contextos”.
Colegios y universidades de más de 90 países desarrollan los modelos de la ONU para impulsar las capacidades de argumentación, pensamiento crítico y liderazgo de los jóvenes.