Escuela de emociones para los profes
Cada vez es más común hablar de la importancia de la formación socioemocional. Este concepto no solo le concierne a la educación infantil o juvenil, sino también a los docentes.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la educación socioemocional apunta a la formación integral: desde el desarrollo personal hasta el vínculo con la naturaleza para construir autonomía y bienestar que impacte en los contextos ambiental y social. Es decir, es un trabajo en constante evolución y compromiso, asociado al desarrollo de las llamadas habilidades blandas, ligadas a la personalidad de los individuos y cada vez más valoradas en el mundo laboral. Capacidad de liderazgo, inteligencia emocional, trabajo en equipo y actitud positiva son algunas de ellas.
En la escuela se cultivan y potencian esas cualidades socioemocionales. Pero ¿cómo pueden los docentes aportar a esta importante dimensión educativa? Belén Piñeiro, experta en neuroeducación y educación emocional y autora de libros como Educar las emociones en la primera infancia y Educando niños felices, considera que “nos parece imposible enseñarle a un niño a sumar sin que nosotros tengamos interiorizados conceptos como los números, la medida o el orden. De la misma forma, no podemos enseñarles a los niños a desarrollar su autoestima, su motivación o a gestionar su ira sin haberlo hecho nosotros antes”.
Colombia avanza en este propósito desde varios frentes. El Ministerio de Educación Nacional (MEN) implementa la estrategia Emociones para la Vida, en básica primaria, y Paso a Paso, en educación media. La cartera espera
acompañar a más de 350.000 estudiantes y sus maestros durante 2020. “La propuesta cuenta con tres ejes: emociones, para promover formas y secuencias didácticas de manejo de nuestras emociones; relaciones, para acercarnos de manera positiva y duradera a otras personas; y crecimiento, en las que el propósito de la vida, el logro de metas, la toma de decisiones y la determinación son indispensables”, explica la ministra María Victoria Angulo. Para complementar ese proceso, el Gobierno nacional lleva a las instituciones educativas la estrategia Proyecta-t, que ayuda a encaminar los proyectos de vida de los jóvenes de grados 10 y 11.
EDUMOCIÓN MÓVIL
Gladis Botero enseña en la Institución Educativa José María Muñoz, de Carepa, Antioquia. “Sí había escuchado el tema de habilidades socioemocionales, pero nunca había recibido capacitación. Es normal que docentes y estudiantes sintamos rabia, tristeza o frustración, pero hay que saber enfrentar esas sensaciones”, opina.
Por eso, la profesora se motivó para hacer parte del programa Edumoción Móvil, de Coschool, un emprendimiento dedicado a la formación de educadores en habilidades socioemocionales, que actualmente es respaldado por 21 organizaciones, entre ellas Comfandi, Fundación Bancolombia, Fundepalma, Alianza Educativa y Fundación Lúker.
Henry May, director de este proyecto educativo, explica que la propuesta “sirve para cualquier educador, ya sea de sociales o ciencias, psicólogo o coordinador de convivencia. Edumoción implementa contenidos virtuales y presenciales, y, luego, los lleva al aula para transformar ambientes de aprendizaje con juegos, debates, retroalimentación a los estudiantes, ética experiencial y mindfulness”.
Por ahora, la iniciativa ha vinculado a 16.000 maestros de Cali, Antioquia, Boyacá y Bogotá. No obstante, es ambiciosa: formar a 90 por ciento de los docentes colombianos, es decir, a 300.000 personas, gracias a la Alianza para la Formación Socioemocional en
Colombia, que estableció el emprendimiento con el MEN. “En su formación en pedagogía, los profesores no reciben capacitación en habilidades socioemocionales, y otros nunca han tomado cursos virtuales. En consecuencia, queremos construir ocho módulos adicionales de evaluación y llegar a regiones como Chocó”, enfatiza Henry May.
Para la maestra Gladis, las semillas de esta metodología ya fructifican en las aulas. “En la institución tenemos un sistema de evaluación del saber, el hacer y el ser. Con base en el curso, transformamos esa evaluación, incorporando elementos de comunicación asertiva, trabajo en equipo y empatía. Además, cambiamos las normas y reglas de convivencia por acuerdos para construir ambientes escolares más positivos”, dice.
LABORATORIOS DE PAZ
Se aprende con el cerebro, pero también con el asombro y la interacción. Esa es una de las premisas del programa Ser + Maestro de la fundación Proantioquia. Esta propuesta acompaña a los docentes con 60 horas presenciales de formación, 240 horas de materiales para el autoaprendizaje, cuatro asesorías personalizadas y tres sesiones de acompañamiento institucional.
“Hemos formado cerca de 6.000 maestros de 354 colegios, en 125 municipios de Antioquia, Cauca, Cartagena, Risaralda, Córdoba y Santander. La escuela sirve para formar en saberes, pero también para formar ciudadanos que argumentan, escuchan e interactúan. De ahí que sea fundamental fortalecer las habilidades de los maestros, permitirles que se vuelvan mediadores, líderes comunitarios y sujetos que movilizan las emociones”, resalta Juan Felipe Aramburo, coordinador de Formación Educativa de Proantioquia.
El impacto de este proyecto también se ve en el día a día de los planteles educativos. “Observamos cómo ha cambiado el clima escolar y ha mejorado la permanencia. Pero más allá de eso vemos mejores relaciones entre estudiantes y docentes", continúa Aramburo. Ser + Maestro dará su siguiente paso al llegar a otros municipios para vincular población indígena y afro, así como a lugares de reasentamiento de las extintas Farc. Porque la educación, la inclusión y la construcción de paz van por la misma vía.
“La educación socioemocional mejora el clima y la permanencia escolar; pero, más allá de eso, permite que estudiantes y docentes se reconozcan como sujetos y ciudadanos diversos”:
JUAN FELIPE ARAMBURO