Infografía de estudiantes venezolanos
Los entes territoriales, sobre todo en las zonas fronterizas, deben adecuar sus dinámicas, recursos e infraestructura para atender a la población escolar venezolana.
Cerca de 80.000 venezolanos han salido de Colombia a causa de la pandemia. Sin embargo, en el territorio nacional la matrícula de alumnos de ese país ha aumentado desde enero. Con corte a mayo, el Ministerio de Educación reporta 346.181 estudiantes venezolanos matriculados en 15.600 colegios públicos y privados de 940 municipios. La llegada de esta población infantil, que Colombia debe acoger, ha originado enormes retos para el sistema educativo a través de alcaldías y gobernaciones. El desafío es aún más grande en las zonas fronterizas, ya que una vez pase esta situación se prevé que retornen miles de personas. Estos son los principales retos de los territorios para dar continuidad a la educación de los menores migrantes:
1. NIVELACIÓN
Los niños migrantes pueden continuar sus estudios en Colombia, pero muchos de ellos no tienen los certificados de los grados cursados en Venezuela. Dependerá de cada institución educativa valorar gratuitamente los cursos con sus respectivos exámenes de admisión.
2. PROMOVER LA INTEGRACIÓN
El sistema educativo debe impulsar una campaña de integración y solidaridad con los migrantes. Pese a la directriz de que todos los colegios acojan sin pretextos a los menores venezolanos, aún hay comportamientos xenófobos por erradicar.
3. MANEJAR AULAS DIVERSAS
Los docentes juegan un papel fundamental para propiciar un ambiente favorable y de respeto e integración en los salones de clase. Las instituciones educativas deberán darles capacitación constante.
4. PADRES DE FAMILIA, ¿CÓMO INTEGRARLOS?
El principal mecanismo de integración de las familias, más allá del trabajo, es el colegio. Es importante crear estrategias para sensibilizar a los padres acerca del fenómeno migratorio, así como usar espacios para integrar a los niños y a sus familias.
5. INFRAESTRUCTURA
Una vez retorne la presencialidad, las administraciones locales deberán establecer qué les conviene más: aumentar la cobertura, doblar jornadas o usar colegios por concesión.
6. BARRERAS DE ENTRADA Y PERMANENCIA
Los niños y adolescentes venezolanos pueden tener un cupo en los colegios públicos del país. Pero asistir diariamente a la institución educativa supone una serie de costos que muchas veces los padres no pueden asumir. Por ejemplo, el transporte escolar, la alimentación y los uniformes.
7. DOCUMENTACIÓN, UNA BARRERA DE SALIDA
El 70 por ciento de los niños venezolanos matriculados en colegios públicos no tienen documentos. Esta es una cifra preocupante, considerando que los adolescentes venezolanos que deseen terminar sus estudios de secundaria en Colombia no pueden graduarse sin un documento de identificación.
8. DESARROLLO DE HERRAMIENTAS
No hay antecedentes de una migración masiva en el país. Por ello, los libros de texto y otros materiales pedagógicos no incorporan esta realidad. Las herramientas les dan a los docentes oportunidades para abordar la migración y la integración como parte del currículo y no como algo excepcional. La cartilla ¡Seamos panarceros!, de Acnur y la Universidad Santo Tomás, es un buen ejemplo de este tipo de instrumentos.