LA NUEVA ERA DEL HOMESCHOOL
Por la pandemia, muchos padres de familia no quieren que sus hijos regresen a clases. Prefieren buscar métodos de educación alternativos desde casa. ¿Cuáles son y cómo funcionan?
Desde el 16 de marzo, 10 millones de estudiantes de básica y media Colombia no han asistido a los colegios a raíz de la cancelación de las clases presenciales. Desde este mes las instituciones educativas pueden reabrir sus puertas si cumplen los protocolos de bioseguridad dados a conocer por el Ministerio de Educación; pero muchos padres han manifestado su temor de enviar nuevamente a sus hijos a las aulas.
La Confederación Nacional de Rectores y Colegios Privados (Andercop), que agremia a cerca de 900 colegios privados del país, anunció que no retomarán las clases presenciales este año. “Un 89 por ciento de los padres nos dijo que está satisfecho con las clases en casa y que ante todo prima la salud de sus hijos”, expresó Martha Castillo, presidenta de la asociación.
Debido a este temor, muchos están evaluando opciones para continuar con la educación de sus hijos sin que tengan que salir del hogar. “Nosotros estamos buscando alternativas de homeschool. Es peligroso, y mucho, mandar a los niños al colegio cuando en Colombia no hemos alcanzado el pico de contagios”, dice Eliana Naranjo, madre de un niño de 12 años.
Carolina Torres, coordinadora académica de S-cool, equipo especializado en métodos de educación alternativa, explica que en muchas ocasiones los padres de familia confunden cualquier tipo de educación adelantada desde el hogar con el homeschool. En realidad pueden existir otros métodos de estudio en casa, pero con un modelo diferente, como es el caso de los colegios virtuales.
Por su parte, Juliana Villegas, directora del centro de tutoría CDI-OPEN Doors, donde adelantan el homeschool desde hace 20 años, asegura: “Hay tantas modalidades de homeschool como familias que lo practican (...) La mayoría de los casos cuenta con uno de los dos padres, que se dedica por completo a supervisar, guiar y acompañar el proceso”.
No obstante, Villegas precisa que también hay familias que se apoyan en pequeñas instituciones –como su centro– que brindan un ambiente hogareño, que cuentan con tutores especializados en cada materia y con la flexibilidad que este tipo de familias desea. Torres agregó que además está la posibilidad de los colegios virtuales internacionales, que tienen currículos especialmente diseñados para los alumnos que no asisten a la escuela. “Este tipo de educación la usan mucho los padres que tienen hijos con algún talento especial, como la música y el deporte, y requieren horarios más flexibles que la educación tradicional no brinda”, señala.
Según Erwin Fabián García, docente de la Universidad Nacional y quien ha investigado este tema en Colombia, aproximadamente 6.000 familias están aplicando métodos alternativos de enseñanza para sus hijos. Advierte que no hay una regla de oro respecto a este tipo de educación.
Cada familia lo hace a su manera: algunas intentan llevarse la escuela a la sala de sus casas y asumen el rol de docentes; otras, un poco más radicales, dejan que sus hijos aprendan lo que necesitan en su computadora. También están las que se unen y comparten tutores y espacios de aprendizajes como bibliotecas
públicas, museos, parques y zoológicos, y aquellas que buscan una alternativa más económica y tradicional como el colegio virtual.
Sin embargo, este método de enseñanza también tiene detractores. Por ejemplo, el experto en educación Julián de Zubiría considera que los colegios ofrecen mejores oportunidades por contar con ambientes más amplios, flexibles y profesionales. “Son evidentes las restricciones que un medio como el hogar genera en el léxico, la flexibilidad, la originalidad o la reelaboración de las
“No hay nada más cruel y perverso que estandarizar los talentos de cada niño como lo hacen las escuelas”:
Katherine Torres
ideas. Los niños formados en hogares pequeños y relativamente cerrados suelen tener dificultades en sus interacciones y presentan lentitud en su desarrollo cognitivo y emocional”, dice.
De Zubiría precisa que la posibilidad que da una institución educativa de discutir, interpretar y dialogar con un grupo diverso de estudiantes y de profesores es invaluable desde el punto de vista del desarrollo cognitivo personal. “Como el objetivo de la educación es impulsar el desarrollo integral, en este contexto, las ventajas del
colegio frente a la casa son extraordinarias”, concluye.
¿ES LEGAL?
Tanto Torres como Villegas coinciden en que muchos padres temen adoptar estos métodos alternativos de educación, pues no saben si son legales y pueden certificarse en caso de que sus hijos quieran continuar con la educación superior, en la que el diploma de bachiller es uno de los requisitos. Para no ir en contra de la ley, las familias que usan el modelo de homeschool se amparan en la Constitución Política, específicamente en los artículos 27, 67 y 68, en los que se concede la libertad de aprendizaje y la responsabilidad de los padres en la formación de sus hijos. No obstante, debido a que a muchos menores en el país se les vulnera el derecho a la educación y hay autoridades que deben supervisar cuando esto sucede, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hace seguimiento a algunas familias que adoptan estos métodos.
Para Ana Paulina Maya, madre de cuatro hijos educados en casa y coordinadora nacional de la Red Enfamilia, una plataforma que ayuda a otros padres en temas legales y pedagógicos, esto también ocurre porque algunas entidades y funcionarios no comprenden el esquema de homeschool: “Todo empieza por la denuncia de un vecino o un familiar preocupado que no logra entender el modelo. El ICBF hace una visita sorpresa y pregunta por el colegio de los niños. Si el funcionario no entiende cómo funciona el modelo, le exigen al padre que debe escolarizar al niño”.
En cuanto a la formalidad de la educación en casa, la coordinadora académica de S-cool explicó que cualquiera de estos estudios puede ser certificado. En el caso de los colegios internacionales virtuales, estos dan diplomas de high school válidos en Estados Unidos y gran parte del mundo, mientras que en otros tipos de métodos, los estudios de bachillerato se pueden certificar presentado una prueba con el Icfes.
“Como el objetivo de la educación
es impulsar el desarrollo integral, en este contexto, las ventajas del colegio frente a la casa son extraordinarias”:
Julián de Zubiría