¿QUÉ PASA SI NO SALEN?
Claudia Mora, psicóloga experta en neurodesarrollo, afirma que es necesario que los niños salgan, dado que el aislamiento, la falta de contacto con otros niños y el poco movimiento por el encierro podrían tener efectos irreversibles en el crecimiento y aprendizaje de esta generación. Para ella, “un niño de cero a seis años que no se mueve es un niño que no crece. Esto está sustentado en varias entidades y estudios como la American Academy Of Pediatrics, que publicó un artículo en el que resalta la importancia de las salidas a la calle de los niños”.
La experta explica que salir y socializar desarrolla las funciones básicas como equilibrio, tono muscular, desarrollo sensorial y patrones de marcha. “Si los niños no reciben sol, no tienen vitamina D, y esta es clave para el movimiento, cognición y sensorialidad”, agrega. En todo caso recomienda a los padres abrir espacios de diálogo con sus hijos, describirles la situación, el porqué de las restricciones y conversar con ellos.
Por su parte, Ángela Martínez, profesora del programa de Fonoaudiología de la Universidad del Rosario y doctora en Lingüística de la Universidad de Lyon, aconseja explicarles la situación. Hacerlo de tal manera que no vean el no salir de casa como una prohibición, sino como un aporte para evitar que esta enfermedad se propague a los adultos mayores, como sus abuelos. “Así pueden sentir que al cumplir la norma contribuyen a ayudar a un ser querido”, concluye.