LOS MALES DE LOS CRÉDITOS
En el angustioso camino para costear el ingreso a la educación superior, el Icetex ofrece el 95 % de sus créditos educativos a los estratos 1, 2 y 3. La mayoría de estos hacen parte de la línea Acces Largo Plazo. A este sector de la población, el gobierno le otorga subsidios a la tasa de interés; sin embargo, les cobra la variación del IPC cada año. La mala noticia es que la población que accede a este crédito disminuirá notablemente este año porque, para muchos expertos, son las personas de estos estratos las que ingresan a las instituciones no acreditadas y el Icetex ha decidido no otorgar más créditos en este sector. Los estratos 4, 5 y 6 que acceden a través de la modalidad Acces Largo Plazo tienen una tasa de interés del 10 %, sin ningún tipo de subsidio y, adicionalmente, asumen el incremento de la variación anual del IPC. Aunque esta población también necesita los créditos educativos, la oferta del Icetex solo se enfoca en la población más vulnerable, aquella a donde los sistemas bancarios no llegan. Finalmente, y a pesar de sus diferencias, estos dos tipos de préstamos cuentan con un plazo máximo de pago a 16 años. El problema de estos créditos a largo plazo, como ya se mencionó, es el incremento anual del IPC, pues muchos estudiantes aseguran que están pagando el triple de lo que les prestaron. Ante esta presunción, la vicepresidenta financiera del Icetex, Gloria Patricia Rincón Mazo, le explicó a la razón por la que el estudiante llega a esta conclusión. “Podemos prestar 100 % de la matrícula sin pagar nada durante el periodo de estudio. En esta modalidad de crédito la población está más insatisfecha, pues, además del incremento anual del IPC, se suman los intereses que no se pagaron en cinco años de la carrera. Al final, quien no pueda pagar su deuda debe refinanciarla y se calculan unos nuevos intereses”, explica. Para Olga Lucía Velásquez, representante a la Cámara por Bogotá, el Icetex es la opción más fácil que tiene un jóven para obtener un crédito educativo. Sin embargo, es un préstamo que está pensado para financiar a las universidades y no al estudiante. “El joven accede y acepta las condiciones sin importar qué tan costoso resulte. Su vida queda hipotecada, porque en muchos de los casos las cuotas, al final, son más altas que los ingresos que obtienen en los primeros años de empleo. El resultado es que quedan colgados”, dice. Sin embargo, para Rincón el problema no está en cómo se cobra el préstamo, sino en que los estudiantes no tienen educación financiera. Aunque el Icetex sabe que muchos de sus usuarios no están preparados para tomar el crédito educativo, hasta la fecha la entidad no ofrece toda la información que sus usuarios deberían saber a la hora de endeudarse. Frente a ese silencio desleal, el nuevo presidente del Icetex, Alejandro Vanegas, ha llegado a la institución con la idea de ofrecerle al estudiante toda la información que necesita conocer antes de solicitar el crédito y durante la época de pago.